Una noche a solas II

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Narra Mica

-Bueno...tengo unas películas que me gustaría ver.-Pensé.

-Está bien.-Asintió.

-Sube y dúchate. Te sacaré ropa limpia. Luego haremos eso.-Lo miré de arriba abajo.

-¿Lo tienes para todos?.-Sonrió amargamente.

-No, sólo para cuando mi hermano viene a pasar unos días aquí y lo invito a mi casa en vez de mandarlo a un hotel.-Contesté secamente.

-Ya...¿El baño?.-Cambió de tema.

-Arriba, pasando mi habitación.-Indiqué.

Ambos subimos, y llegados al pasillo el se fue al ala derecha y  yo a la izquierda, donde se encontraba la habitación que ocupaba mi hermano cuando venía a verme. Me acerqué al armario y saque una camiseta negra de manga corta pegada, si bien estaba lloviendo hacia calor ya que era verano. Y de la parte de abajo solo encontré unos joggers grises de la marca Nike.

Respiré profundamente. No me podía creer que estuviera haciendo esto, tenía al chico más deseado del instituto en mi casa, duchándose, y en vez de aprovechar como lo haría usualmente me hago la santa. Pero no podía, no podía acostarme con Ramiro sin más y adiós. Ni quería ser una en su lista, ni quería que él lo fuera en la mía. Las cosas son así, somos totalmente opuestos, y creo que no se cumple la ley de ''los polos opuestos se atraen'', sólo chocábamos, discutíamos y armábamos una pelea por cualquier estupidez. Lo nuestro no funcionaría ni para una sola noche, porque a la siguiente mañana ya estaríamos echándonos cosas en cara, en vez de seguir cada uno por su camino como debería de ser.

Salí de la habitación con la ropa y me dirigí hacia el baño. Toqué con los nudillos la puerta.

-¿Se puede?.-Pregunté. Pero no contestó.-¿Ramiro?.-Lo llamé, pero de nuevo, no obtuve respuesta alguna.-Si es una broma no es graciosa.-Suspiré, no podía ser tan idiota. Esperé nuevamente unos segundos, incluso minutos pero él no hablaba.-Ramiro voy a entrar.-Dije preocupada.

Giré el pomo con firmeza e intranquilidad ¿y si le había pasado algo? ¿por qué no contestaba? muchas cosas pasaron por mi cabeza en ese instante.

Narra Rama

-¿Qué haces? menos mal que estoy con la toalla.-Grité al verla entrar.

-No seas nenaza, no es la primera vez que veo a un chico desnudo.-Me miró fijamente a los ojos.

-¿Se puede saber que pasa?.-Pregunté.

-Vine a traerte la ropa, llevo un rato llamándote, no respondías y pensé que te había pasado algo. Llamé antes de entrar, como me pediste, pero no contestaste.-Explicó.

-Está bien. Deja la ropa ahí en el lavabo.-Le indiqué, se había preocupado por mi, raro viniendo de ella.

-Sí, te espero abajo.-Se limitó a contestar.

Seguramente no la escuché por el ruido del agua, estaba muy concentrado en mi ducha y mis pensamientos, tanto que me encontraba ajeno a cualquier cosa exterior. Suspiré pesadamente y comencé a secarme y vestirme.

Narra Mica

Bajé las escaleras algo avergonzada. Acababa de pasar esta ridícula y absurda escena con el idiota de Ramiro, ojalá fuera avestruz para meter mi cabeza bajo tierra ahora mismo. Fui a la cocina y preparé un bol de palomitas y unos refrescos, nada de alcohol, quería una noche tranquila, acompañada de una buena película y el sonido de la tormenta y la lluvia de fondo. Metí una pizza en el horno, y saqué patatas.

Competencia de egos ; RamaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora