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-Tenemos tiempo- Me dijo Sassi mientras me abrazaba por detrás y me besaba las mejillas -Pues si, vámonos a caminar un rato- le dije riéndome. Era un poco de noche, quería dar un paseo cogiendola de la mano y tomar el aire un rato, solo quería eso.

Me desabroche los botones de la camisa, me amarre mi chaqueta en la cintura, tome a Sassi de la mano y me fui con ella caminando por todo el colegio, era como cuando íbamos a estudiar pero en silencio, sin gente, y mucho más cómodo. La tarde estaba fresca, a lo lejos podía divisar el sol ocultándose tras las nubes rojizas. Esa tarde me pareció simplemente hermosa.

Sassi y yo íbamos hablando de nuestras cosas, notas en el colegio, relación con nuestros padres, problemas con nuestros amigos. Un detalle muy bonito de esa relación, es que éramos más amigos que novios.

Llego a un punto en el que pasamos por nuestro salón de Artes, una sala amplia y fresca, con buena iluminación y un gran ventanal con vista a la ciudad. Ese salón no tenía puertas así que entramos, encendimos la luz y nos sentamos ahí un rato para seguir conversando, cada pausa que hacía, era interrumpida por un largo beso y algún que otro levantamiento de su falda por corto tiempo.

Si, adivinaste que terminamos haciendo. Sassi estaba sentada en el pupitre de al lado mío, se levantó y caminó lentamente hacia mi puesto, siempre sonriendo y meneando las nalgas. Se sentó sobre la mesa y me quito la camisa mientras me besaba y me acariciaba la cara.

Me levanté de la silla y cargué a Sassi hasta alguna pared que había cerca, no le percaté de si habían cámaras en el aula o no, pero otro día que miré sentí bastante alivió al ver que el lugar carecía de vigilancia. Sassi se quitó la ropa y me halo hacia ella con fuerza mientras me susurro al oído: -Cómeme entera, Vastían- Terminé de desnudarme y la apoye contra la pared, empezé a lamerle la vagina a la vez que ella me sostenía del pelo con fuerza y gritando.

Luego me levanté y empezé a penetrarla mientras la agarraba con una mano el trasero, y con otra mano su cabello. Aquel acto termino rápido por el simple hecho de que estábamos en un puto lugar público, podía entrar algún empleado nocturno del colegio y pillarnos en pleno desfaje.

Nos vestimos y nos fuimos corriendo a la puerta al ver que ya casi eran las 9:00, íbamos muertos de la risa y a todo galope. Cuando cerramos la puerta, dejé la llave en la ventana del portero y pedí un taxi para que Sassi y yo nos fuéramos a casa.

Esa noche dormí como un bebé de la emoción de poder decir "Me la folle en el colegio".

Babydoll [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora