Babydoll [Terminada]

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Aída me lo dijo con valentía y con temor, con carisma pero horrorizada, pero sobretodo, me lo dijo con sinceridad y eso me encantaba. Yo obviamente le dije que sí, era un tremendo bombón, y no me iba a negar a una oportunidad de follarme a salvajemente en algún lugar por ahí.

En fin, que fuimos a un restaurante elegante algún fin de semana un par de días más tarde. Esa mañana me levanté entusiasmado, me puse mi mejor camisa, limpié mis gafas, me eché un perfume llamativo y pedí un taxi para encontrarme con Aída donde habíamos quedado.

Cuándo llegue al restaurante, Aída estaba parada en la puerta, con un vestido rojo apretado y un labial del mismo tono, un bolso carmesí de mano y si pelo rizado y brillante; -Como estás- le dije con una sonrisa radiante en mi rostro. -Pues bien, ahora que estás aquí- respondió con alegría para luego abrazarme con fuerza y colgarse de mí.

Entramos al establecimiento agarrados de gancho y caminando con un estilo exagerado, llegamos al asiento y se lo levante para que se sentará; -Oye, solo por casualidad, ¿No quieres ir al baño antes?- Le dije apenado pero con picardía. -Seria todo un placer- la tomé de la mano y la hale hasta las puertas de los baños corriendo, para que nadie nos pillaran entrando al baño de hombres, cerré la puerta del baño con seguro y la subí a los lavamanos, subí su vestido hasta su pecho, corrí su calzón y empezé a lamerla mientras le agarraba los senos. Ella se dedicó a gemir fuerte, a apretarme fuerte la espalda con sus piernas y a agarrarme fuerte del cabello para que no dejará de mamarsela.

-Mejor dale rápido, nos van a pilar- me dijo susurrando desesperada mientras me besaba -Entonces levántate, esto te puede doler- le dije arrogante y la bajé del lavamanos para colocarla de espaldas agarrandose del borde del muro, ella estaba emocionada, sonriendo y desesperada porque le rompiera el culo.

La acción estaba por empezar, pero alguien tocó la puerta del baño otra vez...