18 (Parte 1)

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Sassi solía visitarme mucho en la biblioteca donde pagaba mi par de horas de servicio, entre clases, en la entrada, a la salida, en los recreos y hasta fugándose de algún aula para ir a preguntarme cómo me sentía, mientras yo seguía cómo un idiota sentado en un sitio en el que no podía hacer ruido y prácticamente no podía hacer nada.

Yo de vez en cuando sacaba mi teléfono y me texteaba con María, aunque esto era medió difícil por la cuestión de la zona horaria que la verdad no me interesaba. Aunque yo solo tenía mis ojos en Sassi, había algo en María que me ponía a suspirar cuando pensaba en ella.

Saliendo un poco del tema del amór, situemonos en la situación que te plantee hace un par de párrafos. Lo de mi padre me había traído enemigos, más en especifico los dos hijos gemelos del profesor González que estudiaban en el colegio y para más colmo, estaban en el mismo curso que yo. Obviamente estos dos chicos, al saber que mi padre había amenazado al suyo de muerte me cogieron bastante odio.Cada cierto tiempo iban a la biblioteca a mirarme mal y hacerme gestos amenazantes, creo que González los enviaba, pero nunca supe la verdad.

Cuando pague mis 16 horas de servicio, volví a las clases con las miradas de todos encima, sobre todo las miradas de los gemelos González, la verdad es que me daba un poco de miedo cada vez que dirigían hacía mi esos ojos grises y fríos medianamente cubiertos por sus cabellos castaños y lisos.

Por cuestiones de la vida, decisión de mis padres, mis profesores y mía, me cambié de colegio. La verdad, me daba un poco de miedo que alguien pudiera llegar a hacerme daño.

El colegio al que me traslado el amargado director de mi secundaria, era un colegio que tenía fama de estar lleno de perras, y no perras como la esposa del perro, si no perras sedientas de sexo. Y esto me emocionaba pero a la vez me frustraba.

Me emocionaba porque al fin iba a cambiar de ambiente, y mejor aún, por un ambiente lleno de sexo asegurado y nuevas aventuras para contarte desde un ángulo muy diferente.

Y me frustraba porque ahora había otra barrera más entre Sassi y yo, a veces sentía que lo nuestro se estaba deteriorando y que iba a terminar pronto. O almenos eso presentía yo...

Mi primer día en ese colegio fue una reverenda mierda, aunque la gente se me acercaba a hablarme y a darme la bienvenida, me sentía solo al estar ya acostumbrado a andar con Sassi tomados de la mano cada momento, y me dolía mirar a todas partes y que no tuviera a nadie para hablar de mis cosas.

Babydoll [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora