Babydoll [Terminada]

10 (Parte 1)

Un sábado por la tarde, quedé con Sassi en un centro comercial para explicarle el tema de matemáticas en el que se había quedado colgada, así que al principio empezamos de la manera más normal del mundo. Pasaron un par de horas y Sassi había entendido a la perfección el tema, mis dotes de maestro, supongo. Su madre la recogería a las 8:00 y eran recién las 2:00, pero como ella aprendió rápido, nos sobró mi tiempo.

Llámamos a su madre, nos dijo que sólo la podía recoger a esa hora, y como yo no quería que ella estuviera sola a esa hora en el centro comercial, hablé con su mamá para que la recogiera en mi casa a la misma hora, y accedió.
Sassi entro a mi casa bastante timida, mis padres estaban en un viaje de negocios y regresarían ese mismo día por la madrugada, así que tuve un tiempito a solas con ella que al principio fue bastante incómodo, pero cuando entramos en confianza, se convertiría en uno de los momentos más importantes de la vida de Sassi.

Estábamos jugando al Monopoly de una manera bastante cutre, pues con solo dos jugadores las partidas eran prácticamente con reglas inventadas. Se levantó, me pidió un momento para ir a lavarse las manos y en silencio me fui tras ella.

Se acaricio el pelo frente al espejo hasta que se percató de mi estancia, estábamos ahí, los dos, en el baño, solos, en silencio. Me acerqué, la tome de las manos y le susurré al oído: -¿Lo intentamos?-
Pego un brinco para que yo la levantara con mis brazos, nos dimos un beso bastante largo hasta que la empuje a la ducha y le empezé a quitar la ropa muy salvajemente.

Ella me paro un momento y me dijo: -Vastían, yo soy virgen- a lo cual le respondí: -Siempre hay una primera vez para todo, ¿No crees?- ella termino el diálogo diciendo: -Espere con ansías está primera vez-
Abrí la llave de la ducha y empezé a lamer su vagina lentamente, ella gritaba muy fuerte y me pegaba a ella con fuerza agarrándome el pelo y retorciendo sus piernas de una manera miedosa, pero tierna.

Deje de lamerla y hice que se levantara, la puse sobre la pared y mientras el agua caliente de la ducha regaba sobre su espalda, la penetre muy fuerte y a gran velocidad...