Melissa—Buenos días Melissa! Vas a ir a la fiesta de pistachos está tarde? —me pregunto Zack en la parada de autobuses muy animado—.
Esa fiesta se ya celebraba antes de que yo naciera. Mi madre y la madre de Milo siempre la organizaban en un establecimiento donde se celebraba todos los años, desde que eran adolescentes por la simple razón de que les encantaban los pistachos y se convirtió en una tradición. Se celebraba el concurso de comerlos en un tiempo record. Siempre participaba mi padre y siempre ganaba el, venía siempre a casa orgulloso con su trofeo en la mano con un pistacho dorado encima. Las cosas cambiaron cuando mi madre fallecio. No me acuerdo de la causa de su muerte puesto que yo era muy pequeña. Pero me acuerdo de cuánto la quería y cuánto la echo de menos. Mi padre no quiere hablar del tema y siempre intenta evitarlo, aveces se enfada y contesta violentamente de que no es asunto mio para despues pedirme disculpas.
Nunca acaba diciendome nada. Y por si fuera poco la madre de Milo lo sabe y tampoco me dice nada, nadie me dice nada. Siento que todo el mundo sabe lo que ocurrió pero nadie me habla del tema.
Obviamente mi padre ya no concursa ni va a la fiesta. Como odia esa fiesta.
—No lo se—le conteste con incómodamente. Hacia años que no iba— No lo tenía pensado.
—Vamos! Será divertido—me ánimo Zack. Él no sabía nada del tema puesto que hacia poco tiempo que estaba en la ciudad. No tenía ganas de explicarle nada—.
—Me...me lo pensare.
—Genial! Seguramente participe en el concurso de pistachos —dijo todo orgulloso— mi estómago es un pozo sin fondo.
Solté una carcajada que seguramente se me oyo toda la ciudad.
—Por cierto —miró alrededor— donde se ha metido Milo? El autobús está a punto de llegar.
—Creo que lo vi huyendo de un enjambre de abejas furiosas al salir de casa.
En ese momento vi a Bradley caminando hacia la parada de autobuses. Al verme esbozo una sonrisa y apresuró la marcha.
—Buenos días Melissa! Hola Zack —saludo Bradley como siempre muy formal y educado conmigo pero no con los demás. Siempre con esos aires de superioridad que tanto me molesta— Irás este año a la fiesta? —me pregunto con suavidad poniéndome un hombro encima. Odio que se compadezcan de mi y que de lastima.
—Posiblemente —dije con la cabeza alta y mostrando indiferencia. Menos mal que llegó el maldito autobús y pudimos subir antes de que empezará a pregúntame preguntas muy incomodas. Me senté con Zack y mientras el hablaba muy animado, yo luchaba por decidirme si ir o no. A mi padre no le gustaría la idea.
Llegamos a clases y todo transcurrió con normalidad. Principalmente la mitad de las conversaciones se enfocaba en la dichosa fiesta. Milo llego tarde a clases como siempre y se sentó sorprendentemente conmigo en la clase de Química. Siempre se sienta con Zack. Tendrá algo que decirme.
—Ey hola. Llegué muy tarde? —pregunto sacando apresuradamente las cosas mientas la profesora insconciente de que el chico entrará sigilosamente por la puerta seguí escribiendo fórmulas en la pizarra.
—Normalito —dije bromeando— abejas?
—me tienen manía —dijo resoplando— y tu...qué tal lo llevas?
—Eh! Pss! Murphy! 20 pavos y no me chivo a la profe de que llegaste tarde —susurro Bradley desde su pupitre—.
Lo miré con cara de desprecio y moví la cabeza en señal de desaprobación. Me miró por un momento y se rasco la nuca molesto
—bueno...te lo dejo a 5.
—Bradley! —dije enfadada. Podrá ser guapo. Pero es un completo imbécil.
—De acuerdo —dijo molesto — te lo dejo pasar esta vez Murphy. La próxima ya no —se cruzó de brazos y se acostó en el pupitre—.
—Es un imbecil.
—No pasa nada, ya sabes cómo es—dijo Milo poniendo una mano en mi hombro intentando tranquilizarme— Quería hablar contigo, Melissa, sobre la fiesta de hoy...
—Ya me preguntaron como tres personas la misma pregunta. Te voy a decir la misma respuesta: no lo sé. —dije molesta. Si iba a sentarse conmigo para hablar sobre eso mejor que se hubiera sentado con Zack—.
—Mi madre te echa de menos, todo el mundo te echa de menos...—dijo Milo dulcemente— yo tambien te echo de menos, Melissa.
Fingi no importarme sus palabras pero me sentí peor después de eso.
—No es solo por mi. A mi padre no le va a gustar que vaya. —dije con tristeza—.
En ese momento toco la hora de salida y nos marchamos. Zack se fue en autobús y Milo y yo decidimos ir a pie a casa.
—Como te estaba diciendo, tienes que venir a la fiesta. Si me prometes que por lo menos lo pensarás intentaré convencer... —una voz interrumpió nuestra conversacion—.
—Melissa espera! No sabía que ibas a casa a pie —dijo acoplándose dando la espalda a Milo, aunque el pareció tranquilo y sereno ante su mal gesto— Oye, la fiesta es una vez al año y yo creo que ya eres bastante mayorcita como para afrontarla.
—Como dices? —pregunto Milo asombrado ante la falta de sensibilidad de Bradley sobre el tema—.
—Oye Murphy, no te metas donde no te llaman vale? —respondio Bradley con cara de pocos amigos— tengo razón. Hace ya tiempo que su madre...
—Basta! —grite tapándome los oídos con la mano. No podía aguantar lo que Bradley iba a decir a continuación. La pelea era absurda y apresure la marcha para no seguir oyendo barbaridades. Bastante mayorcita? Porfavor Bradley.
—Agg! Mira lo que has echo Murphy! —grito Bradley dándole un empujón a Milo e intentando alcanzar a Melissa—.
—Lo que he echo? Perdóname que te diga que te equivocas. Mira lo que ha echo tu falta de sensibilidad —Oyo Melissa a lo lejos la voz de Milo, tan tranquilo y educado como siempre. Hasta para pelear era formal— y déjala tranquila porfavor. Necesita estar sola—.
"Te necesito a ti Milo, necesito que me digas que todo va a salir bien" —penso Melissa. Y no se sorprendió de sus propias palabras porque sabía perfectamente que era lo que queria"
Entre en casa soltando un portazo detrás mía y tirando la mochila por el suelo. Papá vino por el estruendo que hice y me miró preocupado. Seguramente esto va a ser más difícil de lo que pensaba.
—Hola Meli, Porque esa cara tan larga? —pregunto mientras batía la clara de huevo—.
—Papa —le miré a los ojos con temor— quería preguntarte algo...

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It Is Love?
FanfictionElla es Melissa Chase, una chica bonita, amigable y atrevida al que no le tiene miedo ser amiga de Milo Murphy, un chico con la maldicion de Murphy donde la suerte no siempre esta de su parte. ¿Esa amistad puede convertirse en algo mas? ¿Talvez ese...