It Is Love?

capitulo 12

~Otra mañana, otro día, otro rayo de sol~

—Papa has visto mi móvil? —grité asomándome en las escaleras.

—Vas a salir? —pregunto mi padre— niña tienes más vida social que yo —rió— Creo que lo he visto en el baño.

Zack mando un WhatsApp por el grupo "Murphy's" diciendo si estaba libre este domingo "para no perder el ritmo". Le expliqué que Milo iba a quedar con nosotros ya que las cosas entre Amanda y él estaban un poco tensas. Milo no tardó en responder.

—Podemos ir al cine. Además le prometí a Melissa hace unas semanas que iríamos, cierto?

Miré la pantalla sin comprender hasta que me acordé del día de la cita con Amanda. El no podía quedar conmigo asique me prometió que iríamos otro día.
—Aun conservas las entradas, Meli?

Las entradas, que entradas? Oh mierda.

Me golpeé la frente con la mano y recorde que las tirara a la papelera por pura rabia. Que tontería.

—No lo se. Voy a buscarlas. Quizás estén en el cajón de mi mesilla guardados

Me dispuse a vestirme rapidamente. Tenía un plan, seguramente el más absurdo de todos pero reze para que funcionara. Quizás están aún en la papelera donde las había tirado. No me preocupaba mucho mancharme ni tampoco hacer el ridículo. He echo cosas peores.

Mientras me vestía no me había dado cuenta que la pantalla del móvil se encendía cada vez que mandaban un mensaje. Cogí el móvil y vi con horror 10 mensajes del grupo.

—Melissa estás ahí? —Fue el último mensaje del grupo— Las encontraste?

No sabía que responder. Me apresure a ponerme la falda rosa.

—No soy detective pero deduzco que no —respondio Zack—.

—Voy a tu casa para ayudarte a buscarlas. Sino se nos va pasar la hora —dijo Milo y al instante se desconectó, solo que yo todavía estaba vistiendome a toda leche y no leí su mensaje.

Bajé las escaleras corriendo acomodándome un poco el pelo, para que estuviera por lo menos decente.

Abrí la puerta y me pegué el susto de mi vida. Estaba Milo, de cuerpo presente, en mi puerta, listo para timbrar. Grité retrocediendo un paso.

—Que susto me has dado, Murphy! —grité— que haces aquí?

—No viste el mensaje? Dije que te ayudaría a buscarlas —dijo Milo confundido—.

—No, no lo vi...—Fuck!—.

Milo me miró de arriba a abajo y me di cuenta de que se estaría preguntando porque estaba ya vestida.

—Vas a algún lado? —preguntó—.

—Esto...—busque mentalmente una excusa— iba a comprar el pan, se nos ha acabado.

—Oh vaya, pues te acompaño ya que estoy aquí.

—No hace falta! —conteste rápidamente— la tienda está cerrada.

—Bueno, entonces busquemos las entradas del otro dia. Corre que llegamos tarde y Zack odia esperar —me cogió del brazo y me llevo a mi habitación escaleras arriba—.

Una vez allí, se rió del desorden de mi habitación y comento que él ni con la Ley de Murphy la tenía tan desordenada.

—Bueno. Donde decías que las tenías? —pregunto acercándose a la mesilla de noche—.