Capítulo 10

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El momento de hablar.

Nadie está contando, pero si lo hiciera, sabría que la noche pasada intercambié setenta y siete mensajes de texto con Scott... en el transcurso de treinta minutos. Al parecer, tuvo una experiencia algo traumática con Derek y su tío. Sabía del incendio en la casa Hale, ahora sé también el motivo.

Pensé seriamente en dejarlo en visto cuando la plática se desvío a algo casual, algo más como una conversación trivial. Yo nunca he mantenido una conversación trivial con Scott, ni siquiera el semestre pasado (o al menos no en texto, únicamente con él).

No lo dejé hasta que los ojos se me cerraron de cansancio (media hora después). Y ahora sé que debo evitarlo, aunque no me sale para nada bien.

Justo hoy tengo la suerte de encontrarme con él en la entrada. Aún no me mira, pero está a punto de hacerlo cuando da vueltas sobre sí mismo buscando algo. ¿O a alguien?

No.

Camino casualmente a un lado suyo, y afortunadamente se da la vuelta cuando paso. Tomo las tiras de mi mochila en un gesto simple, pero con disimulo las aprieto a mis lados. Estoy por suspirar aliviada una vez que he avanzado tres metros, pero miro movimiento de reojo a mi izquierda. Y es él.

Abro y cierro la boca.

—Hola —dice sonriendo con los labios sellados. Yo hago lo más parecido a una no-sonrisa. Alzo las cejas y reprimo una mueca. Que patética—. Ayer te dormiste muy temprano...

—Debes admitir que han pasado cosas raras... y agotadoras —me excuso rápidamente, como si necesitara explicarle algo a mi no... mi no nada—. Además, no hablábamos nada importante. ¿Supiste de lo de Lydia y su novio? —cambio de tema con rapidez.

Se queda atrás, y de verdad creo que puedo ir a clases sin más conversaciones incómodas, pero Scott se pone frente a mí. Tiene lo más parecido a una expresión molesta y agarra las tiras de su mochila con firmeza. Suspira y yo lo miro sin parpadear.

—Gané en el boliche.

—Y... —me hago la tonta. Él frunce el ceño y abre la boca, cuando es interrumpido por el estridente de un casillero. Ambos miramos el lugar del que viene el sonido: Allison tratando de meter unos globos con gran urgencia.

Mientras Scott sigue distraído mirándola, trato de escabullirme a la clase para hablar con Stiles sobre lo de Lydia. Era en serio cuando pregunté a Scott si sabía algo.

Nuevamente veo mi huida como pan comido, pero nuevamente, fallo. Scott toma mi muñeca y vuelve a estar frente a mí.

—Me voy —aclaro cuando lo único que hace es mirarme y no decir nada. Tiene esa clase de expresión en el rostro que se tiene cuando quieres decir algo, pero no sabes cómo. Con mi mano libre me deshago de su agarre y lo miro con una falsa mueca de confusión. Seguro me sale terrible. Hago un patético intento de sonrisa y me doy la vuelta.

—¿Es tu cumpleaños? —alcanzo a escuchar que le dice a Allison, con un tono desganado. Camino más rápido y pronto estoy sentada mientras trato de respirar con normalidad.

La gente comienza a llegar, pero no hay ni rastro de Scott. Trato de ignorar ese hecho y miro alrededor en busca de Stiles, quien se encuentra atrás de mí al parecer. Me cambio de lugar a su lado.

Él me hace una seña y respondo con un gesto de cabeza mientras sigue subrayando muy concentrado casi todo el libro. Me encojo de hombros y cuando quiero acercarme a preguntar lo de hace un rato, me interrumpe la odiosa y aburrida voz de Harris. Suelto un suspiro y me dejo caer en la silla.

do you wanna something natural? | scott mccall | natural#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora