do you wanna something natural? | scott mccall | natural#1

Capítulo 18

Co-capitán.

—¡Más rápido, no contesta! —lloriqueo, marcando por quinta vez al número de Scott. Me manda a buzón de nuevo y eso me asusta tanto que se me cae el celular de las temblorosas manos.

El jeep da vuelta en una curva y Stiles va tan deprisa que casi me caigo del asiento buscando mi celular.

—Es que... es que, ¿tú te esperabas eso? Porque yo no —balbucea el chico a mi lado entre bocanadas de aire.

Niego muy rápido y trato de llenarme los pulmones, pues salimos corriendo tan rápido del hospital que casi me dejo el páncreas allá.

—Yo esperaba ver a mi padre con una grandiosa explicación de haber mordido a Scott, ¡no al tío chamuscado de Derek que ni siquiera conocemos! —replico con la voz entrecortada. Me tomo la cabeza y creo ver de reojo el reflejo de algo por la ventana, así que trato de dar un vistazo en esa dirección.

—¿Estás bien? —me pregunta mi amigo en cuanto se da cuenta que luzco desubicada. Asiento y después sacudo la cabeza tratando de seguir buscando mi celular.

—Creo que me golpee con tu asiento cuando diste vuelta. —Encuentro mi celular, intento marcar de nuevo, pero ni siquiera me acerco la bocina a la oreja: él no contesta—. Debemos llegar ya, Scott todavía confía en Derek y le he llamado como mil veces; ellos ya deben estar ahí.

—Lo sé, lo sé —Mi amigo repiquetea los dedos sobre el volante y no tiene caso que sigamos tan inquietos, pues ninguno puedo hacer nada, no hasta que lleguemos a la escuela, que es el primer lugar en el que buscaremos. Mi celular vibra y apenas pasan dos segundos reviso mis mensajes. Stiles se da cuenta y mira de reojo la pantalla.

—Puta madre... —mascullo.

—¿Scott?, ¿pasa algo?

—No es... —suelto un suspiro, apago la pantalla, recargo mi codo sobre el marco del vidrio del auto y me tomo la frente después. No puedo hacer que el corazón me deje de latir con fuerza y siento que en cualquier momento me soltaré a llorar de impotencia—, el equipo está en semifinales; ganaron.

—Bien. —Stiles va casi a 80 km/h en una calle de 40km/h, así que no podemos hacer nada. Aún nos falta camino y no puedo dejar de mover mis pies de un lado a otro. Tengo el estómago revuelto y desde el golpe del asiento siento la cabeza volada en algún otro lado muy lejos de aquí.

—Lo del almuerzo —empiezo. Stiles me mira de inmediato con sorpresa, pero necesito distraerme o saltaré del vehículo en movimiento—, ¿qué es lo qué pasa con Jackson?

Mi amigo baja los hombros y quita la mirada alerta. Alzo las cejas, aunque un momento después me mira con precaución.

—¿Scott no... él no te lo dijo?

—No tuvimos la gran conversación después de que te fuiste —aclaro. Comienzo a morderme la uña del dedo índice y lo miro de reojo—. ¿Y bien?

—Bueno, él... quiere ser como Scott. —Por dónde sea que lo veo no le encuentro el sentido a lo que me dice y seguro se da cuenta porque suelta un suspiro, me mira por un momento y vuelve la vista al camino—. Quiere ser un hombre lobo.

—¿Qué? —Stiles no contesta, no espero que lo haga. Es algo retórico, es algo que nadie debe contestar jamás y que si pudiera no tendría una respuesta lógica. Jackson es ilógico—. Pero no entiendo, ¿cómo se supone que lo chantajea? Él no sabe sobre los cazadores, ni sobre el alfa, ni sobre...

—Pero sabe sobre ti y Allison. —Hoy es el día de las cosas poco claras, de muecas confusas o simplemente de mí quedando como idiota en todo momento. Stiles repite lo de hace un momento cuando se dio cuenta que no entendí y luego se aclara la garganta—. Si le dice a Allison su familia se enterará.