do you wanna something natural? | scott mccall | natural#1

Capítulo 12

Monitor cardíaco: Parte 2.

—Chicos, siéntense, siéntense. Tenemos mucho que ver hoy. Adelante —dice el entrenador en un tono extrañamente normal.

La campana deja de sonar y voy al final de la fila. Justo frente a mí va Scott.

—Stiles, atrás de mí —murmura él. Frunzo el ceño y sin darme cuenta Allison, el susodicho y yo hacemos una carrera a la silla detrás suyo... y yo gano. Aunque no hay nada que ganar.

Saco mis cosas mientras finjo que lo de hace un momento no paso y que estoy sentada de forma casual y sin ningún motivo.

—Hola —saluda Stiles con una tensa sonrisa. Allison corresponde confundida.

—Hola, Stiles. —Sonrío irónicamente mientras finjo nuevamente que no escucho la conversación que justo ahora están teniendo Allison y Scott.

—No te vi en todo el día —murmura Allison después de saludar. Parece que todos fingimos el día de hoy, pues yo recuerdo haber visto a Scott junto a ella hace una hora.

—Ah... sí, estuve... muy ocupado.

—¿Cuándo arreglaras tu celular? Siento que estoy desconectada de ti.

—Ah... pronto, muy pronto.

—Cambie de pareja de laboratorio.

—¿Con quién?

—Contigo, tonto.

—¿Conmigo? Digo, ¿Segura?

—Sí, así tengo una excusa para que vayas a mi casa a estudiar.

Definitivamente debería estar haciendo algo mejor con mi tiempo que escuchar una aburrida conversación que no me incumbe en lo absoluto.

Saco mi libreta con los apuntes de la lectura pasada y hago nuevas notas...

—Ah —dice Scott. Yo anoto la fecha de hoy.

—No te... importa, ¿verdad? —pregunta Allison. Yo escribo el nombre de la materia en un lettering mal hecho y que siempre he considerado innecesario.

—No quiero que tus notas bajen —contesta Scott. Yo trazo un marco de líneas en mi hoja.

—Tal vez yo puedo hacer que las tuyas mejoren. Ven a mi casa en la noche, ¿ocho treinta? —propone Allison. Y la débil punta de mi lápiz se rompe.

—¿Hoy?

—Ocho treinta.

Suelto un suspiro cuando el entrenador deja caer tres pesados libros en su escritorio. Las conversaciones y el lettering terminan.

—Escuchen todos: comencemos con un resumen de la última lectura. ¡Greenberg! Baja la mano, todos sabemos que sí leíste. ¿Qué tal...? —se dirige a todos y mira frente a mí. Cierro los ojos con pesadez, pues tengo una idea de lo que se viene y no es nada bueno—. ¡McCall!

—¿Qué?

—La lectura.

—¿La lectura... pasada?

—¿Qué tal la lectura del discurso de GattySburg? —Varios ríen, pero yo no puedo encontrarle la gracia.

—¿Qué? —vuelve a preguntar Scott como el lento que es.

—Es sarcasmo. ¿Te suena familiar el sarcasmo, McCall?

Mira a Stiles.

—Mucho.

—¿Leíste o no? —pregunta el entrenador, yendo directo al grano.

—Creo que... ah, lo olvidé.