Sirius despierta cuando las semanas se transforman en un mes desde el celo de Remus y no está su calor en su cama. El dulce aroma de su Omega le quema con su ausencia, desvaneciéndose. Ha pasado una noche fuera de su cama.
Remus volverá, se dice a sí mismo. Ha ido a comprar o a atender otros asuntos. Volverá. Sabe que lo hará. Porque lo ama. Porque se aman. Porque se han amado desde que eran jóvenes y tontos y lo han dejado ir todo por las malas decisiones de los adultos de su entorno, lo que se esperaba de ellos, lo que querían que fueran y no lo que querían ser.
Sirius llega al trabajo esperando que Remus no llegue a casa antes que él ya que no se ha llevado sus llaves. Pero hay caos en la estación de policía. Cámaras y paparazzis están fuera, y por primera vez no se fijan en él. Sirius puede oír palabras que no comprende y tampoco siente deseos de preguntar. Pero, cuando entra a la jefatura, James le empuja contra una pared y lo abraza con fuerza.
—¡Puta mierda, Sirius! ¡Está hecho!
James ha estado los últimos tres meses de encubierto en una misión que, todos decían, era suicida. Pero allí estaba. Vivo, entero, y milagrosamente peinado.
James tenía la misión de infiltrarse en la Mafia Rusa. La Mafiya. Y que James esté allí sólo significa una cosa.
—¡JODER! ¿Quién era el bastardo?
La Mafiya estaba dirigida por el Lobo Negro. Nadie sabía su nombre. Simplemente sabían que era una bestia. Tenía muchos Omegas, independientemente de su género, de todas las edades. Comerciaba con ellos. Los prostituía. Los abusaba. Los desechaba. Todo era un juego de poder cargado de las más absurdas perversiones.
—Fenrir Greyback —responde James. A Sirius el nombre le suena familiar. Increíblemente familiar—. Y, ¿a que no adivinas quién lo mató?
Sirius le sigue el juego.
—No aprobé mi examen de Brujería y Adivinación el último semestre, así que ilumíname James.
La sonrisa de James es ancha y casi cínica. Por un momento, Sirius teme que su estadía con la Mafiya haya hecho estragos con su cordura. Pero si James Potter pudo sobrevivir a cuidar de un hijo recién nacido mientras Lily acababa de estudiar, seguramente no tendrá demasiadas secuelas de la mafia.
—Su propio Omega, justo anoche, de madrugada —James sacude la cabeza, alucinado—. Le disparó cinco veces. Se ha podido oír por toda la casa. Luego todo ha sido una masacre. He llamado por refuerzos y conseguido salvarme por los pelos. En fin. Han conseguido atraparlos a todos. Por lo visto, su Omega no es más que otra víctima, aunque no creo que se lo pongan fácil. Está embarazado del Heredero de la Mafiya, y te apuesto lo que sea a que los hermanos y hermanas de Greyback intentarán llegar hasta él. Será una jodida mierda pero de momento tendrá custodia policial. Nadie puede hacerle nada. Estará protegido de por vida. Creo que más que perder, ha ganado, y una grande.
Sirius ríe secamente y va a festejar con el resto de sus compañeros. Es entonces cuando ve unos cabellos castaños, una cabeza gacha, unas manos esposadas. La sangre le salpica el suéter que le va enorme y la cara, y ambas manos esposadas están sobre su vientre de forma protectora. No hay bulto allí. Nadie sabría a simple vista que hay un bebé en su interior.
—Remus.
Su voz es ahogada. Remus alza la vista y le mira, para apartar la mirada con el rostro endurecido y los ojos cargados de agonía.
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Sweet Creature
FanfictionRemus llama a Sirius para pedirle ayuda con su celo. Sirius lo hace, porque está definitivamente enamorado de él, y siempre lo ha estado. La historia se cuenta por sí sola. ¿O no? (Omegaverse). Disclaimer: Harry Potter es la hermosa obra de J. K. R...