¿Alguna vez has tenido una desilusión grande que provoque un dolor en tu corazón? ¿No? Pues Tweek lo acababa de experimentar por segunda vez.
Un fuerte dolor se alojó en su pecho, una horrible sensación de sofocación. Sus ojos se encontraba abiertos por tan horrible escena que tenía enfrente. Y no era algo perturbador o sangriento, pero realmente le dolía.
Las lágrimas se asomaron en sus ojos y una por una fueron saliendo de sus ojos.
La imagen que tenía enfrente lo torturaría el resto del día o siempre. Los sonidos obscenos que provenían de los labios de él supuesto 'amor de su vida' y una chica que no era ni su novia, le provocaba náuseas.Asco.
Eran tan asquerosos aquellos sonidos.
Craig besaba a la nueva chica de intercambio, la rubia con buen cuerpo. Tweek podía jurar que se veía muy decente, pero las apariencias engañan.
Tweek se dio la vuelta aún triste, era mejor dejar de ver esa escena para no mortificarse más.
Se alejó lo más pronto posible, limpió sus lágrimas que hasta ese momento seguían saliendo.Tan perdido iba en sus pensamientos que no se dio cuenta por donde iba caminando.
—Ouch..—Se quejó el afectado del golpe.— Woow.. no pensé verte por aquí niño temblores..—
Tweek alzó su vista reconociendo esa voz.— ¿Ah? ¿Niño-o temblore-es?...—Musitó confundido.
Pete borró la pequeña sonrisa que había surgido en sus labios.— Parece que no lo haz pasado bien..—Había notado lo rojo de los ojos del menor y admitía sentir preocupación por el menor.
Tweek bajó la mirada con vergüenza por haber sido descubierto.
—Ah..—Suspiró el pelinegro de mechón rojo.— Vamos, te invito un café..—
El rubio negó levemente.
— No creoque sea Bu-uena idea, tengo que volver a la ca-cafetería a mi padre no le gustaría verme en un local de la competencia y ...—Calló por la mirada tan profunda que le dedicaba el más alto.Pete lo observó a los ojos de manera seria.— No seas conformista niño rubio, no pasará nada solo por irnos unos minutos, además iremos al la cafetería de tus padres...—
Tweek lo pensó durante un momento. Estaba mal irse y dejar a Craig sólo cuando sabía que él lo había invitado, pero tal parecía que Craig se había olvidado de que estaba ahí.
Después de todo parecía ser que se estaba divirtiendo de lo 'lindo'.
Lo pensó unos minutos más y respondió.— Está bien, solo si dejas de llamarme por apodos..—
Pete sonrió de manera encantadora, poco (muy poco) inusual en él.
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Butters estaba sonrojado hasta la medula. No hacía más de 20 minutos que Kevin se había ido y el seguía totalmente colorado.
Por una parte se sentía frustrado, no comprendía la razón por la que su cuerpo actuaba de esa manera. Se levantó de su asiento y se dispuso a buscar a Kenny.
Por otro lado se encontraba Kenny, feliz por haber ganado, también feliz por aver hecho avergonzar a "Butters".
Caminó con dirección a las gradas, buscaría al rubio y lo invitaría a comer a su casa.— McCormick.. felicidades..— Hablaron a sus espaldas. Kenny sonrió con burla y giro para encarar a la persona detrás de él.
—Vaya~ Me sorprende que detrás de ese cavernícola que eres haya algo humano en ti... Boyett—
Trent frunció el ceño.
—Ganaron por pura suerte—Trent Boyett, el capitán del equipo de fútbol americano de la escuela de Denver, el bravucón popular con complejo de superioridad, el chico rompe corazones, el que se acuesta con media escuela (sin importar si es hombre o mujer) sin remordimientos y para el colmo su primo.
—Claro~ Claro~—Alardeo mientras chocaban puños.— ¿Cual es el motivo por su bajo rendimiento?—
—Nuevo entrenador, un poco idiota pero tratamos de acoplarnos al régimen de entrenamiento —Justificó.
—Ah~ — Ahora entendía, era extraño ya que el equipo de Denver era uno de los mejores equipos y su primo era un jugador impresionante.
Butters se encontraba un poco más adelante de ambos rubios, los cuales no se habían percatado de su presencia. Aclaró su garganta para llamar su atención, grande fue su sorpresa al poder apreciar al rubio alto de cuerpo marcado y de ojos verdes.
"¡Demonios! ¡¿Es que acaso todo la familia de McCormick era tan condenadamente caliente?!"
Negó ante tan repentino pensamiento, aunque admitía el hecho de que el rubio más alto estaba como quería. Se acercó hasta ellos. —McCormick, me tengo que ir..— Trató de hablar sin ponerse nervioso.
Trentt lo observó de pies a cabeza, y Butters podía sentirse acosado.
—Vaya Kenny~ No sabía que te gustaban los chicos con aspecto infantil..—Trent sonrió con coquetería y se acercó al más bajo.
Kenny frunció el ceño, y no, no eran celos ni nada por el estilo, solo era molestia de que interfiera en sus planes.
—Bien, creo que es mejor que te alejes o alguien puede salir herido..—
—Pero no le pienso hacer nada..—Afirmó Trent.
—Quien dijo algo sobre eso, lo digo por ti y tu rostro..—Se burló Kenny pensando en aquella ocasión en la cafetería. Debería preguntarle a Damien sobre su nariz.
Butters frunció el ceño por estúpido comentario hecho por Kenny, aunque no se equivocara del todo.
—Como ya había dicho, me tengo que ir —Se quitó aquella molesto playera y la aventó directamente a la cara de Kenny.—Toma, tu porquería esa es muy molesta..—Se dió la vuelta y se retiró.
Kenny estaba molesto. Tal parecía que Butters sufría bipolaridad, no se sabía cuándo era que el rubio menor estaba de humor. Resopló, y observó a su primo quien tenía una gran sonrisa de burla.
—¿Que?—Preguntó molesto.
Trent sonrió aún más.— Pues, tal parece que alguien no hace lo que quieres... Eso es genial, al fin alguien sabe manipularte..—Trent soltó una sonora carcajada al ver el rostro molesto de Kenny.—Bien, bien, mejor me voy~—
Kenny se molestó mucho más, pero después más se arreglaría con su primo.
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Sin escusas~
Tienen derecho a matarme xdPero aquí el nuevo capítulo.
Bye bye~
Butters Tucker 🌚
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Juega A Amarme (South Park Yaoi)
De TodoUna historia tanto cliché... Los chicos más populares de la escuela tienen en mente un juego,propuesto por sus novias . Juego el cual consiste enamorar a los cerebritos de su clase o los nerd's como ellos los llaman. Los personajes no me pertenecen...