Juega A Amarme (South Park Yaoi)

Cap.19

Ah.

Los lunes en las mañanas, los pájaros cantan, las personas sacan a pasear a sus perros y los estudiantes circulan por las calles de South Park.

—¡IKE! ¡SI NO ABRES EN ESTE INSTANTE, TE VOY DESMEMBRAR Y TUS SOBRAS SE LOS DARÉ DE COMER A LOS LEONES DEL ZOOLÓGICO!—

Y los hermanos mayores amenazaban a sus pequeños hermanitos. Así eran los lunes y todos los días de la semana.

La puerta del baño se abrió dejando salir al pequeño Ike, bien perfumado y arreglado.

—Buenos días hermanote—

—Binis diis hirminiti—

Ike rodó los ojos ante lo infantil que se estaba comportando Kyle.
¿Que pasaría si todo el mundo (a excepción de los amigos del pelirrojo) se enterara de su actitud? Claramente su imágen de chico frío y reservado caería.

—¿Que? ¿Acaso el nuevo vecino te dejo caliente?—

Oh, si.

Ha Ike le gustaba el juego sucio.

Ese pequeño bastardo adoptado.

La cara de Kyle paso a todos los rojos posibles y podía jurar que la vena de su frente palpitaba, y sin previo aviso golpeó con su puño la cabeza (un coscorrón para especificar) de su hermano quién exclamó de dolor.

—¡Auch!—

—¡Y no te doy otro no mas porque¡ No-o he visto a David todavía—

Así eran las mañanas para nuestro amigo pelirrojo.

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Preparatoria de South Park.

Tweek se consideraba alguien detallista y por eso ese día se encontraba en la entrada de la escuela con una bolsita de galletas recién horneadas esperando a Craig.

¿Que si estaba nervioso? ¡Claro que sí!.

¿De porque no estaba en crisis? ¡Lo está pero no sé nota!.

¿Si ya había superado lo que vió ese día en el partido? No, claro que no pero, solo tenían que ser amigos ¿No?.

Su pierna se movió nerviosa, marcando un ritmo en pequeños golpeteos contra el suelo. Suspirando cada minuto, rezando para que sus amigos no vieran su inútil intento de cortejo. Su absurda manera de acercarse a Tucker.

No muy lejos de ahí, un pelinegro iba caminando con una cara de pocos amigos como ya era común. ¿La razón? Lo habían castigado por reprobar lo cual era absurdo porque eran las notas del semestre pasado, mismas notas que se había encargado de esconder pero que su hermana Tricia se había encargado de exponer solo por no haberle permitido pasar al baño ocasionando que llegara tarde a la escuela. En pocas palabras su hermana menor lo odiaba, pero que más da el sentimiento era mutuo.

A lo lejos pudo observar al chico rubio que era todo un reto, literalmente, con su suéter gris, con pantalones negros flojos y esas molestos lentes que ocultaban sus hermosos ojos verdes.

¿Alguna vez había dicho que los ojos de Tweek era los mas verdes que había visto? ¿No? Pues lo eran solamente que nunca, jamás de los jamáses lo admitiría.

Agitando su cabeza trató de borrar esos absurdos pensamientos y poniendo su habitual cara de indiferencia se acercó al rubio.

Tweek dió un pequeño salto en su lugar al percatarse de lo cerca que estaba el contrario.

—¡Bu-buenos días Craig!—

Craig soltó un bufido, le parecía patética la manera de actuar de Tweek, parecía que él le gus-