Capítulo 1 | Graduación

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Dinámica:  Consiste en responder algunas preguntas para ver si estuvieron atentas a determinados detalles de la historia que parecen ser no importantes pero que realmente lo son.

¿De qué color era el vestido que Abby usaba mientras se reflejaba en el espejo? [Respuesta en el prólogo]


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Me desperté alterada. Toda transpirada y con los músculos tensionados. Otra vez esa pesadilla.

Cuando era niña, solía soñar la muerte de mi madre todas las noches. Con el tiempo y varios años de terapia, he podido superar la etapa y no soñar con ese amanecer que tanto odiaba. Pero exactamente ocho años después su muerte, he vuelto a tener esa pesadilla y no puedo hacer que pare.

Al principio no recordaba que soñaba, pero me despertaba llorando, toda transpirada y tensionada, o incluso hasta gritando. Mi tía Marie o mi primo Nathan acudían corriendo a mi habitación, sumamente preocupados y preguntando qué había pasado. Luego de varios días de despertarme así, empecé a recordar fragmentos de lo que soñaba, y así hasta que recordé el sueño por completo. De principio a fin.

Me daba mucha vergüenza admitirles a mi primo y a mi tía que la pesadilla había vuelto, pero luego de verlos tan preocupados por mi durante semanas, decidí contarles. Rápidamente me ofrecieron volver a terapia, pero no quería. Siempre que iba, me hacían contar una y otra vez que me atormentaba, me medicaban y lo único que decían era: "Para tu situación, lo único que va a ayudar son estas pastillas"; resulta ser que esas mismas pastillas tenían efectos secundarios muy graves como pérdida de memoria, pérdida del conocimiento, cansancio, pérdida de peso, entre otras cosas que perjudicaban a mi organismo. Así que cuando terminé mi primer tratamiento, juré que nunca más me iba a dejar medicar por un terapeuta. Por lo que decidí que de alguna manera u otra iba a tener que superar esto por mi cuenta.

Luego de bañarme, peinarme y vestirme, me dirigí hacia la cocina a desayunar. Era mi último día de secundaria. A la noche tendría que asistir al acto de graduación y mañana ya comenzarían mis queridas vacaciones.

Mis amigos y yo, habíamos decidido irnos de campamento para disfrutar nuestros últimos momentos todos juntos antes de comenzar la Universidad. No como si no nos fuéramos a ver nunca más, pero luego de este viaje, se vienen las obligaciones y, ¿quién sabe cuándo vamos a poder a volver a juntarnos todos? Así que teníamos que disfrutar de la poca libertad que nos quedaba a lo grande.

Terminé de desayunar y me dirigí con Nathan al Instituto. Íbamos al mismo curso por lo que cada mañana, nos subíamos a su camioneta y discutíamos algún tema banal hasta que el profesor de la primera hora llegaba. Ahora hablamos sobre lo grandioso que iba a ser nuestro viaje. Si, no solo vamos al mismo curso, sino que también compartimos el mismo grupo de amigos. ¿No es genial? Y no lo digo de manera sarcástica. Nathan, además de mi primo, es mi mejor amigo. Lo hacemos todo juntos y me cuida como su hermanita menor. Es atento a todo lo que me sucede y siempre está y estuvo ahí para mí. Nunca me falló.

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