Abby siempre se sintió diferente al resto. Desde la muerte de su madre podía detectar cuando algo extraño, no necesariamente malo, estaba por suceder.
Al terminar la secundaria, en plenas vacaciones, se une a un un viaje con sus amigos de casi toda...
Pregunta: ¿Cuál es el apellido que representa a la familia de Abby y Nath?
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Al instante que Anna desapareció, mis amigos pudieron ingresar a la cabaña nuevamente. No paraban de preguntarnos cosas, aún así, ninguno de los dos estábamos en condiciones de hablar. Teníamos muchas dudas rondando por nuestras cabezas, muchas más de las que ya teníamos.
Ni Nath ni yo, podíamos dejar de vernos, incluso ni me cuenta que Dylan y Lion se habían puesto enfrente mío hasta que Dylan acarició mi mejilla.
—Oye, ¿te encuentras bien? ¿Qué sucedió? —se notaba la preocupación en su voz; esta se encontraba ronca y apagada, como si a su vez temiera preguntar.
—Anna —fue lo único que pronuncié.
Todos empezaron a mirarse entre sí, nadie se atrevía a preguntar nada, hasta que Lion habló:
—¿Qué quería? ¿Qué te dijo? ¿Ya sabes que quiere de ti?
Me estaba tomando mucho tiempo en responder debido al shock inicial por lo que Nathan decidió replicar por mí.
—No nos dio información y no nos dijo nada que ya no supiéramos, salvo que esta es su cabaña y que debemos largarnos de aquí.
No sabía cuál era la razón por la que no quería revelarles a los chicos lo que había sucedido, lo que realmente nos dijo Anna, pero respetaba su decisión. Ella nos dio información nueva, aparentemente mi don era mucho más fuerte que el de mi madre y el de mi primo se estaba desarrollando. Él estaba tan sorprendido como yo por esto último y supongo que decidió omitir ese detalle hasta haber procesado la idea de que él también es diferente. Seguramente, su don significaba que no solo yo estaba en peligro, sino que él también.
Era imposible no notar que nuestros amigos sabían que algo les ocultábamos; aun así, no hicieron más preguntas.
—Entonces... ¿qué estamos esperando? Larguémonos de aquí antes de que vuelva —sugirió Evelyn. Asentimos.
Por alguna razón, tenía frío mientras caminábamos por el bosque. No sabía si era yo sola, debido al encuentro con Anna, o si había bajado la temperatura unos cuantos grados.
Más llegado el atardecer, decidimos parar por hoy y empezar a armar las carpas y juntar leña para el fuego, ya que una vez que oscureciese se nos iba a dificultar la tarea.
Nuevamente, nosotras nos encargábamos de armar las carpas mientras que los chicos iban a por leña y hojas secas.
Una vez anochecido, nos pusimos todos a preparar la cena; al terminarla, nadie sabía que decir ni que hacer, así que solo nos dedicamos a estar entre nosotros y disfrutar de la tranquilidad.
Dylan estaba a mi derecha y se encargaba de acariciar en círculos mi mano, ese simple gesto lograba tranquilizarme y despejar mi mente; cada tanto podía notar las miradas no muy agradables que nos tiraba Lion, pero por sobre todo, a su hermano. Sin embargo, ahora lo que menos podría soportar, sería un ataque de celos o cualquier tipo de situación incómoda. Por primera vez en el día me sentía bien y relajada y así quería permanecer por unos cuantos momentos más.
