Alive?

Capítulo 15 | No les queda mucho tiempo

Pregunta: ¿Dónde se encontraba el diario de la madre de Abby?

Capítulo dedicado a @AtenasContreras1 por haber sido la primera en responder las preguntas de cada capítulo que agregué hace poco. ¡Muchísimas gracias!

Me era imposible salir del estupor; los segundos o minutos en los que me encontraba paralizada frente a Anna habían pasado muy lentamente. Los chicos se imaginaban la razón por la que la puerta se había cerrado y yo me había quedado paralizada mirando un punto fijo, y porqué no podían abrirla. Empujaban todos a la vez mientras gritaban pidiendo explicaciones, pero todo era en vano; la puerta no iba a abrirse y no iban a recibir respuesta alguna ya que no podían ver a Anna y yo me encontraba con ella aquí dentro.

Al único que por algún motivo no veía era a Nathan, y eso me preocupaba más que tener enfrente al espíritu de Anna mirándome como si fuera la vaca más gorda del establo y hubiera llegado la hora de matarme para luego ser comida.

—¿Cómo has estado Abby? ¿Disfrutaste estos días sin mí? —preguntó y yo solo me quedé mirándola, analizando cada movimiento que hacía mientras me seguía preguntando: —¿Qué anduvieron haciendo? No, mejor no me digas, ya lo sé. Te estuve vigilando, aunque no de tan cerca como me hubiera gustado para que así no me hayas podido detectar con tus escalofríos o dolores.

¿Así que Anna siempre había estado cerca? En algún momento había pensado que tal vez se había olvidado de mí, era algo casi imposible, pero... ¿qué había de malo en poder soñar un poco? Había pasado unos hermosos días con los chicos, nos habíamos relajado y lo único fuera de lo normal fue la conexión de nuestros sueños entre Nathan y yo. Nada más.

»—También noté que cuando encontraron la casa, la has visto como si la conocieses, aunque fuese casi imposible, así que responde esto: ¿Ya has soñado con esta casa? —solo asentí, todavía no encontraba la fuerza suficiente para hablar —¡Por supuesto que sí! —ironizó —¿Por qué no me sorprende? Ya era hora que empieces a desarrollar tu don; no obstante, pienso que lo has empezado a hacer un poco tarde.

¿Mi don? ¿Qué don? Yo no podía llamar eso "don".

»—¿Qué soñaste Abigail? —no podía responder, mi voz seguía oculta y se rehusaba a salir; abría y cerraba la boca y nada salía de ella —Me está molestando tu silencio, quiero saber que has soñado. Apúrate en hablar antes de que me enoje y me desquite con uno de tus amigos.

—¡NO! Hablaré —¿por dónde empezaba? — Soñé varias veces con esta cabaña, no solo una vez, sin embargo, en el último pasó algo muy fuera de lo normal —callé unos segundos para así organizar las ideas en mi cabeza —. Me acuerdo de que corría y por algún motivo terminé en esta cabaña; estabas tú con un muchacho, él te abrazaba y se notaba que se amaban. Estaba en un costado observando la escena hasta que sentí que algo me atravesó y era un hombre, parecía enojado. Quien te abrazaba se puso por delante de ti, como si quisiera protegerte del intruso. Este atacó a quien intentaba protegerte y lo dejó inconsciente en el suelo; cuando te acercaste a él para ver cómo estaba, el hombre te agarro y te golpeó. Luego de eso vi todo negro y cuando me desperté tenía este moretón formándose en mi rostro —me señalé la zona herida para que la notara.

La cara de Anna mostraba sorpresa, dolor y enojo. Notabas como iba de un sentimiento al otro demasiado rápido.

—Al parecer, tu don es mucho más fuerte que el de tu madre.

—¿Mi madre? —pregunté —¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

De repente, nos vemos interrumpidas por un portazo. Cuando giré mi cuerpo para ver de que se trataba, vi como Nathan se acercaba a mi corriendo. Incluso se puso por delante de mí.

—Así que tú eres Anna —le dije mi primo.

Esperen, ¿Nathan podía verla? ¿Cómo era posible? Anna sonrió, no parecía sorprendida.

—Ya veo que tú también has empezado a desarrollar tu don, me preguntaba cuando iba a llegar el momento en que pudieras verme. Se estaba volviendo aburrido solo con Abby.

—¿De qué estás hablando? ¿Cómo que es que él también puede verte y que tiene un don?

—¿Acaso eres tonta, Abby? La misma sangre corre por sus venas. Todos los Krowchucks pueden ver y sentir cosas paranormales, todos se ven en algún momento de sus vidas en peligros y no muchos viven tantos años. Tu madre —me miró —, y tu padre —se dirigió a Nath —, son la prueba justa de lo que hablo. Es una especie de maldición familiar lo que tienen, no hay forma de salvarse mis queridos amigos.

Mi primo y yo estábamos en un proceso de shock, no sabíamos como reaccionar, había muchas dudas rondando por nuestras mentes y no sabíamos que decir o hacer. ¿Una maldición? ¿Es posible? ¿Estará hablándonos con la verdad o solo querrá confundirnos? Tanto mi madre como su padre estaban muertos, eran hermanos y compartían sangre, por eso mismo Nathan y yo también la compartíamos, pero ¿qué relación tiene la muerte De mi tío con el suicidio de mi madre? El padre de Nath murió por causar naturales, o eso creíamos; mi madre decidió renunciar a la vida.

Si Nathan era como yo, ¿significaba eso que él también estaba en peligro, que ambos caminábamos sobre un camino cuyo fin no se sabía si era bueno o malo?

—¿Qué tiene que ver la muerte de mi padre en todo esto? —se animó a preguntar Nath.

—Todo, tiene que ver todo —le respondió Anna —. ¿A caso nunca te preguntaste como fue que una persona muy sana murió de un día para el otro y que al encontrarlo muerto haya aparecido muy flaco, con debilidad en los huesos, arrugas en algunas partes de su cuerpo a pesar de ser joven, igual a como si hubiese sido consumido por una enfermedad terminal? —la cara de mi primo era de pura confusión —. Tu padre nunca estuvo enfermo y aun así murió en pocas horas como si lo hubiese estado. ¿Qué tiene de "normal" eso? Es hora de que te empieces a cuestionar determinadas cosas, Nathan.

Al finalizar Anna su discurso, que se veía desde lejos que lo estaba disfrutando, Nathan cayó sentado. Sus piernas se habían aflojado debido a la conmoción. Estábamos recibiendo información muy fuerte e importante.

—¿Y mi madre?

—Tu madre, querida Abby, se suicidó para no terminar como su hermano. Para no devolver una vida.

—¿Y que quisiste decir con eso de que tenemos una maldición familiar? —indagué.

—Que no les queda mucho tiempo —y con esto último Anna desapareció.

¡Hola lectores! ¿Cómo están? Perdón por haber tardado en actualizar, no he podido hacerlo antes.

Este capítulo es importante porque siembra muchas dudas en Nathan y Abby, también ya podemos empezar a detectar una de las cosas que puede querer Anna de Abby; voy a dejarles una pregunta para que respondan: ¿incluirá Anna en sus planes con Abby a Nathan? ¿Ustedes que creen?

¿Tienen alguna opinión sobre este capítulo? ¿Alguna duda? ¿Cómo creen que será el próximo?

¡HEMOS SUPERADO LOS 2K! Increible. ¡Gracias por el apoyo y por los mensajes que me mandan por privado!

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