Capítulo 17 | Fragmento

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La mañana era fresca, había mucha humedad y aún no había salido el sol completamente

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La mañana era fresca, había mucha humedad y aún no había salido el sol completamente.; solo unos pocos rayos de este lograban alumbrar la naturaleza en la que nos estábamos hospedando. Era temprano y mis amigos continuaban descansando.

Mi cabeza daba vueltas, sentía que dentro de todo este lío no podía encontrar mi rumbo. Llegamos hace semanas y esto no ha parado de empeorar. ¿Cuándo se terminará? Ya estoy cansada, no por mí, sino porque no dejo de poner a mis amigos en peligro. Otra de las razones de por qué mi cabeza da vueltas es por Nathan. Tenemos la misma sangre, siempre lo supimos, pero... ¿por qué él tuvo que ser igual a mí? Lo único que eso hace es que esté en peligro también. ¿Cómo podré protegerlo o salvarlo si ni siquiera sé hacerlo conmigo misma?

Al salir de la cabaña, traje el diario de mi madre. No quería despegarme por nada del mundo de este valioso cuaderno.

Caminé unos metros hasta toparme con un tronco caído. Decidí que allí iba a comenzar mi lectura, por lo que una vez que apoyé mi espalda sobre la corteza, empecé:





25 de septiembre de 1986

Ya paso unos meses de mi cumpleaños número dieciséis. Desde el momento en que dejé de tener quince y pasé a la edad que tengo ahora, sucesos extraños han comenzado a pasarme. Nada tiene explicación. Siento que me estoy volviendo loca, motivo por el cual decidí empezar a escribir este diario; quiero ir documentando cada cosa extraña que me pase, cada suceso inexplicable, para así probar qué hay cosas más allá de nosotros, de la vida básica que creemos vivir. Porque sí, con sucesos extraños me refiero a episodios paranormales.

No dejo de escuchar voces, susurros en mi oído reclamándome por mi nombre, sombras que se mueven y personas que se quedan viéndome fijamente para luego desaparecer inexplicablemente, como si fueran aire que no se ve ni deja rastro. Cada día qué pasa es más frecuente, aunque si logro distraerme demasiado, hay cosas que se me pasan por encima. El problema es que cada vez me cuesta más distraerme, quiero respuestas a lo que veo por lo que no dejo de pensar y estar atenta a cualquier cosa; sin embargo, no sé por dónde comenzar a buscar. Tengo tantas dudas y a nadie con quien hablar.

Tengo miedo y el no poder contarlo me está consumiendo. Preguntas como: ¿qué pensaría mi madre si le cuento sobre esto? ¿Pensará que estoy loca? ¿Me encerrará en un psiquiátrico? ¿Qué va a ser de mí?

Tengo miedo y estoy sola en esto.





***

11 de noviembre de 1986

Me he encontrado envuelta en situaciones extrañas constantemente. Podría decir que ya me acostumbré a escuchar o sentir cosas fuera de lo normal.

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