Capítulo quince.

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*Punto de vista de Jordan*

-¿Anabeth?- La miré tirada en el suelo.- ¿Estás bien?- Me acerqué a ella.

Ella se levantó de golpe y agarró mi pierna, ella estaba gritando y yo estaba muy desesperada. Intenté zafarme de su agarre.

-¡Por favor, sueltame!- Gritaba, sin ningún resultado.- ¡Auxilio! ¡Ayudenme!- Ahora me encontraba llorando, realmente me estaba lastimando mi pierna.

-Jordan...- Una voz que no reconocí al instante llamándome.

- Jordan, chicos ayuden nos.- Dijo otra voz, aún seguía llorando.

-Vamos, nena, despierta.- Sentí que Anabeth subía por mi pierna y dejaba arañazos sobre ella.

-¡Sueltame!- Yo largaba patadas, pero no funcionaba.

-Jordan, nena, soy Jonah. Tienes que despertarte, linda.- ¿Jonah? ¿Qué?

-No puedo...¡No puedo!- Ella cubrió mi boca y supe que ahí terminaba mi vida. Cerré los ojos... y me desperté.

Mi cara estaba mojada, ¿Tanto había llorado?. Jonah estaba a mi lado, él me abrazaba y paseaba su mano de arriba a abajo por mi espalda. Calmandome.

-Hey, nena, todo está bien.- Él besó mi coronilla.- Fue solo un sueño, tranquila.

-Yo...yo tengo que ver a Anabeth.- Me levanté rápidamente y corrí hacia mi armario.

-Wow, wow, wow.- Jonah me frenó.- No vas a ningún lado, meno si te acabas de levantar llorando.- Me tomó de los hombros y nos observamos.

-Yo... Jonah, soñé con ella, necesito ir ahí.- El me miró por un segundo.

-Te acompañaré.- Sonrió, yo lo hice también.

-Largo de aquí, voy a duchar.- Reí, el se largó y me dejó sola.

Al bajar, ya me encontraba vestida.

En mi mochila había cargado mi celular, cargador, llaves y dinero. Me dirigí a la cocina y saqué lo necesario para prepararme doce sándwiches. Si, doce.

-¿Nos vamos, linda?- Dijo Jonah, al observar como guardaba el tupper con sándwiches.

-Si, pero paremos por unas empanadas o un sánguche de milanesa.- Él me miró extraño. Puta, los gringos que no entienden una, bldo.- Vamos por unas papas de la calle.- El asintió sonriendo. Yo quería una empanada. :c.

Al salir de casa nos subimos al auto de Joh, y nos dirigimos a mi antigua casa.

-Bueno, me esperas aquí, vuelvo en un minuto.- Dije bajando del auto, él detuvo mi mano y me miró. Eso de las miradas ya se está volviendo una costumbre, eh.

-Voy a acompañarte, para eso vine.- Rodé los ojos y asentí. Al esperar que bajara y cerrase el auto, fui a tocar el timbre. Espero que Anabeth esté.

-¿Si?- Una voz masculina salió de detrás de la puerta. Miré a Jonah espantada, el tomó mi mano y sonrió.

-¿Se encuentra Anabeth?- Preguntó Jonah, la puerta se abrió, dejándonos ver a la persona que se encontraba en casa.

-Si, ¿Quién la busca?- Dijo en tono superior, me alteré. ¿Quién se piensa que es? O sea, nene, esta es mi casa, prro.

-¿Cómo que quien la busca? Dejame pasar, muñeco.- Lo aparté del medio de la entrada y pasé.- ¿Anabeth? ¿En dónde estás?- Subí las escaleras, ya que en la cocina no estaba. Jonah se quedó con el tipo en la sala, viendo como paseaba por la casa.

-¿Jordan?- Preguntó la mujer tirada en la cama.- ¡Hija, que sorpresa!- Se la veía mal, enferma, débil. Y cuando me vió sonrió y al parecer su alma volvió al cuerpo.

Mis Vecinos Cantantes [Why Don't We]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora