Mis Vecinos Cantantes [Why Don't We]

Capítulo diecisiete

-Bien, vayan a cambiarse.- Warren las empujó al cuarto de su hermana. Allí habían dejado la ropa ayer.

Al sentir que la puerta del cuarto se cerró, tildó el tercer quehacer. Del tres, pasa al seis. Buscar a las niñas.

WhatsApp: Gurlz.

Añadiste a LaNerea.

LaCris: ¿Quién es? .-.

LaAm: x2

LaVicks: ¿Es Nerea? ¿Verdad?

LaDan: Pues, si, wey, no mames.

LaNerea: Sip, soy Nerea. ¿Qué tal?

LaAm: ¿Dónde la conocieron?

LaDan: En la party que fuimos sin ustedes, ella tiene 16.

LaCris: Ay, otra niña.

Warrencuz: Hecha la grande, recién sales de la niñez y andas con tus tonteras.

LaCris: 😆
LaCris: Déjame en paz 😂.

LaNerea: We, no sé sus nombres.

LaAm: Soy Amelia, tengo 16 también.

LaVicks: A mí ya me conoces, soy Victoria.

LaDan: Soy Jordan, Nerea.

LaNerea: Okay, agregadas.

Warrencuz: Bien, vamos a ir a buscarlas y a una vecina. Su nombre es Ale, ella ahora está trabajando, así que vamos a ir a buscarla también.

LaDan: Okay.

Warrencuz: Las busco en 10.

Visto por todos.

-¿Listas?- Preguntó Warren al ver bajar de las escaleras a el par de chicas.

-Listas desde que nacimos.- Victoria apartó el cabello del hombro.

-Sisi, vamos ya. Me muero de hambre.- Dijo Jordan sobandose la panza.

-Jordan, acabas de comer.- Rodó los ojos Warren, Jordan solo se encogió de hombros.- Lo que sea, al auto.

Y dicho esto las chicas se dirigieron al auto de Warren, Jordan iba de copiloto porque empujó a Victoria.

Warren cerró la puerta y se dirigió al ya nombrado auto, colocó la llave, encendió el auto, puso música y arrancó.

Primera parada: Nerea.

-¡Hola!- Dijo la chica saliendo de su casa luego de que llamarán a la puerta. Se saludaron y subieron al auto. Warren se bajaba del auto, para aclarar. Ya que las chicas no querían perder su lugar.

Nerea saludó a las chicas y se sentó al lado de Victoria.

Siguiente parada: Amelia y Cristel.

-Si, si, si, nos vemos.- Amelia cerró la puerta detrás de ella. Aún estando afuera se sentían las advertencias de los chicos.- Insoportables.

-¡Te oímos!- Gritaron detrás de la puerta. Warren, Cristel y Amelia, rieron.

Subieron al auto y conocieron un poco más a Nerea, más allá de su nombre y edad. Mientras Warren conducía hasta su siguiente parada: Ale.