Capítulo 02: "Zoé los añora"

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Se sentía feliz y completo, nervioso por lo que en unos días pasaría dando el último paso a su relación con su rubio. Nervioso por cuando llegara el momento de traer al mundo a la criaturita que se formaba dentro de él, pero feliz por ser él quien fuera a darle ese hijo a Hyukjae y por qué pronto le podría llamar y presumir como "Su esposo".

Suspiro mientras miraba su pequeño bultito en el espejo frente a él. Adornando su rostro con una sonrisa de infinita felicidad; lo tenía todo, no podía pedir más. Su felicidad sería completa en el momento que dé el <<Sí acepto>> al chico que años atrás conoció y que en ese momento no llego a imaginarse terminar casado con él. Cada noche daba gracias a dios y a su padre por mandarle a ese ser que le amaba y cuidaba, daba gracias por ser él el dueño del corazón de Hyukjae y por ser capaces de sobrevivir y luchar por su amor pese a todo lo malo que han pasado conforme los años. A veces se preguntaba qué hubiera sido de ellos sí años atrás se hubieran rendido haciendo lo que la gente creía correcto, pensaba como sería su vida sin su rubio, pero claramente sin su rubio no había vida, no había nada más que dolor y tristeza. Pero afortunadamente habían sabido luchar pese a todo y proteger su amor y que gracias a eso hoy día estaban a punto de casarse y ser padres por el milagro que la semilla que sembró su amor.

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Lee Hyukjae se levantaba cada día con una sonrisa al sentir en sus manos el vientre abultado de su castaño, era feliz por saber que en pocos días aquel chico que dormía entre sus brazos sería su esposo y en unos meses más le daría el mejor regalo y felicidad a su vida trayendo al mundo a una criatura hecha de su amor, era plenamente feliz desde que despertaba hasta que volvía a dormir.

Aunque cada tarde estaba de un lado a otro ya que él ayudaba en los preparativos para la boda y cuidaba de sus amores, los chicos también ayudaban alegres y felices participando dando sus ideas para la mejor boda que pudieran tener esos dos amantes. Agradeciéndoles su ayuda.

Pero fuera del mundo feliz del Eunhae no todo era perfecto ni feliz, era una situación incómoda y triste.

Después de que Hyukjae hubiera pedido a Donghae casarse con él, hacía ya varios días los cuales transcurrían lentamente para los chicos quienes trataban de acercarse a Zoé quien les huía y rechazaba. Estaban desesperados, pues sentirse incomodos en su propio hogar no era una buena opción, habían intentado cenar juntos, jugar o compartir de una película juntos, pero todo eso había fallado obteniendo un frío y seco <<No. Tengo planes que hacer>> Mirando como Zoé salía de casa y regresaba hasta la madrugada. La mayoría de tiempo la pasaba fuera de ésta y cuando estaba en casa se encerraba en su habitación o en el salón de prácticas, hablando solamente con Donghae o ayudando a Hyukjae en los preparativos de la boda, pero nunca acercándose a ellos. Algo que les tenía por hartar en poco tiempo a ellos y estallar frente a ella para reclamarle su actitud. Pero luego escuchaban a Donghae hablar de ella y se daban cuenta que Zoé estaba lastimada y que no era fácil llegar a ella por lo que tenían que luchar para encontrar la llave de su corazón.

Y el líder, ha el líder desde hacía ya varias noches que no dormía hasta que se aseguraba de que Zoé llegaba a casa; viéndola en el jardín mirando a la nada con un cigarrillo en sus labios; queriendo él salir a buscarla y taparla con una manta para protegerla del frío y hacerle compañía pero no lo hacía pues sabía que se llevaría las frías palabras y rechazo de Zoé. Lo único que podía hacer era esperar por ella para asegurarse que llegara bien y cuidarla a la distancia.

Tenía un sentimiento creciendo dentro de él, pero se negaba a creerlo y pensarlo, pues era una tontería que su corazón empezara a sentir algo por esa mujer loca y fría, su mejor pretexto para el mismo y su corazón era un simple y barato; "Soy el líder, es mi deber cuidarla"

Con eso caminaba a su habitación ya más tranquilo de verla llegar y dispuesto a dormir.

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Zoé era feliz con solo tenerlos viviendo con ella, sabía que los chicos estaban haciendo todo por acercarse a ella, pero su inseguridad le impedía abrir su corazón, quería gritar y correr a los brazos de ellos pero su cuerpo no le dejaba hacerlo y su mente le jugaba la mala pasada recordándole que si estaban con ella era porque, prácticamente, les había obligado a hacerlo, pues si fuera por ellos no estarían con ella, pero a pesar de todo era feliz cuando llegaba a casa y sabía que ellos estaban ya dormidos.

Antes de acostarse tenía la manía de salir al jardín, sentir la brisa del aire frío mientras fumaba un cigarrillo y el humo se esparcía por su garganta. Perdiéndose en su propio mundo, algunas veces llorando en silencio mientras miraba la luna y otras veces solo pensando con su mirada perdida.

Todo aquello sin darse cuenta que en la oscuridad detrás de ella le cuidaban en silencio.

Tenía un lugar secreto en esa cosa, un lugar donde estaba lo que un día fue: donde podía lastimarse, llorar, gritar y derrumbarse sin sentir ni tener la lastima de los chicos o de la gente, nadie... absolutamente nadie sabia de ese lugar más que ella; ese lugar de paz y sufrimiento a la misma vez. Donde pasaba cada día cuando decía que saldría o algunas veces si salía a divertirse un poco o a buscar de nuevo una oportunidad de trabajo.

Ella necesitaba apoyarse en alguien lo sabía, pero no tenía el valor para decirlo y pedir por apoyo, no quería mendigar o rogar por cariño, sin en cambio, si quería tener una relación agradable con sus ángeles, y aunque le costara estaba decidida a luchar con sus barreras y dejarles entrar una vez más a su corazón y vida.

Porque ellos eran su cura a su enfermedad, porque les necesitaba y añoraba sentirse querida por ellos en cuerpo, en palabras y cuidado.

Escuchar una canción, mirar un vídeo, programa o concierto ya no era suficiente para calmar su dolor, no cuando los tenía viviendo con ella. Ahora necesitaba sentirse protegida físicamente por ellos, y lucharía porque así fuera y por qué ellos la aceptaran y le dieran su verdadero cariño y no solo lastima.

FRUTO DE NUESTRO AMOR [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora