FRUTO DE NUESTRO AMOR [EUNHAE]

Capítulo 06. "Nuestra unión... Nuestra boda, amor"

"Eres lo que el destino me puso enfrente, y ni con mil tormentas que nazcan, ninguna será tan fuerte como para alejarme de tu lado. Escúchame, las palabras "Juntos por Siempre" de mi parte van con sinceridad"

Una suave melodía comenzó a sonar justo antes de que el castaño corriera las cortinas y entrara. Ahora era cuando los nervios lo traicionaban al saber que Hyukjae lo esperaba detrás de las mismas. Sentía su cuerpo temblar en pequeños espasmos. Miro a sus amigos que le regalaban una sonrisa de confianza y una suave palmada en su espalda, enseguida entraron al recinto, donde los invitados, sus padres, suegros y prometido lo esperaban.

Fue Zoé quien se quedó a su lado, su brazo lo engancho al de ella, cerro sus ojos respirando profundamente, más calmado volvió a abrir sus ojos, acaricio su pancita sintiendo como su bebé iba despertando. Miro a su amiga con cariño y agradecimiento, sabía que nunca podría pagarle a Zoé lo que había hecho por él y por su relación con Hyukjae. Tuvo un impulso, donde abrazaba a Zoé encerrando su rostro en su pecho y acariciando su cabello suelto y sedoso.

-¿Sabes?–Ni siquiera las palabras y un te quiero alcanzaría para pagarle lo que ella había hecho por ambos- Aunque el mundo entero te juzgue, aunque seas terca y rebelde, a pesar de que digas amar tu soledad y que no pares de repetirte que eres una enferma... Te quiero y siempre te agradeceré el habernos salvado, por apoyarnos y no dejarnos, por devolvernos la felicidad de hacer lo que tanto amábamos. Porque eres mi pequeña ángel que aunque lo niegues has hecho mucho por mí y por los chicos. Te quiero mucho, mi pequeña, nunca lo olvides.

Era por ella que hoy se celebraría, era por Zoé quien había logrado salvarlo devolviéndole la felicidad y aceptación de ser gay y amar a su compañero de grupo, había sido por ella que había tenido el valor de decir su amor y luchar por el contra el mundo. Era por su pequeña amiga que hoy caminaba hacia el altar para jurarse frente a dios y al mundo un amor eterno con Lee Hyukjae, el amor de su vida.

-¡Ya! No te pongas sentimental-Zoé soltó el abrazo, mirándolo con una sonrisa. Ella todo lo que necesitaba como pago era no perderlo, era no dejar de ser su pequeña y gran amiga.

-Te quiero, Zoé-. Él tomo su rostro con ambas manos, poso sus labios en la frente de ella, un toque suave y de confianza, ese toque donde le agradecía y prometía siempre estar con ella-. Señoría, ¿sería tan amable de ser usted quien me acompañe en mi caminata al altar y sea usted quien me entregue a quien pronto será mi esposo por toda la eternidad?

Así es, sería Zoé quien lo acompañaría y entregaría a Hyukjae. Aquello había sido petición del castaño. Era por ella que todo esto era posible, era ella a quien Donghae quería para tomar su mano y acompañara al altar, era ella a quien quería soltar su mano para tomar la de Lee Hyukjae.

-¡Babo!-Ella pellizcó una de sus mejillas, devolvió aquel beso en la misma y acaricio su pancita –Sería un placer. Hay alguien quien espera por ti, vamos.

Ella ofreció de nuevo su brazo enganchándolo con el de Donghae. Las cortinas inmediatamente comenzaron a abrirse, levantándose a los lados. Dejando ver a los invitados; sus amigos, sus suegros, madre y hermano parados de pies, con una sonrisa de felicidad por el momento. Entro y su mirada inmediatamente conecto con la de su prometido, quien lo esperaba a unos pasos más allá. Tenía aquella sonrisa donde mostraba sus encías y dientes blancos, esa sonrisa con la que lo había enamorado y calmado los nervios que sentía.