"Porque a pesar de tenerlo todo, de tener a todas las personas que apreció, hay un vacío dentro de mí. Un vacío que dejaste al irte. Uno que dejaste cuando menos lo esperaba."
De su frente caían pequeñas gotas de sudor, su voz jadeaba y su pecho subía y bajaba a un ritmo anormal. Tomaba con ambas manos su cabeza, que sentía que estaba por caérsele. Dolía mucho con las imágenes borrosas que le relataban secretos indeseables, rostros borrosos y voces hablando al mismo tiempo. Se sentía mareado y a punto de colapsar. Sus rodillas temblaban y ya no eran capases de soportar su peso. Sus manos temblaban y de la nada las lágrimas comenzaron a caer, los sollozos a salir de sus labios nerviosos y el dolor en su pecho. Un dolor que quema hasta sentirse morir. Un dolor profundo que parte pedacito por pedacito su corazón.
Puede escuchar como los pedacitos de su corazón truenan y caen al piso, chocando como el sonido de una campana.
Quiere recordar. Quiere saber de quienes los de las voces. Quien es aquel que le grita "Te amo". Poder reconocer los rostros y recordar los momentos, claramente y no como algo borroso, algo imaginativo. Pero no puede, se esfuerza y solo siente que está muriendo lentamente. Quiere recordar.
¡Recordar algo o alguien que ha olvidado y su corazón espera!
Puede escuchar pasos, pasos reales acercarse a él y algo dentro de su piel se acciona con una esperanza, algo dentro de él anhela que quien este corriendo a hacia él sea aquel chico pelinegro y vuelva una vez más a tomarlo en brazos.
Siente unos brazos tomándolo de los hombros y ayudándolo a ponerse de pie. Pero él no quiere y no puede, sus piernas no reaccionan y su lucidez se va perdiendo. Sus ojos luchan por no cerrarse, y siente la mezcla del dolor físico como mental. La esperanza de sentirse de nuevo en esos brazos muere cuando la voz de la enfermera comienza a hablarle. La voz de la mujer son como dagas clavándose en su cuerpo, le duele la cabeza cada que habla la mujer. Solo quiere que se calle pero no hay fuerza para pedirlo.
Su cuerpo y mente se están desvaneciendo a cada paso que da.
Un último paso y sus rodillas se debilitan, un último suspiro y última lágrima recorren sus mejillas, un último susurro... "Hyukkie"
Y Donghae se desvanece.
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El trayecto a casa fue un tanto incomodo, entre el silencio y las miradas tristes de cada uno. Zoé, que venía junto al líder, estaba perdida en su mundo; aquel donde ahora una criatura inocente la acompañaba junto a su soledad. Pensaba aun en la ayuda que el doctor le menciono antes de darla de alta, pero muy en el fondo<<No funcionara, lo sabemos>> La voz de su mente le mencionaba con deje de tristeza y con un cero punto cero por ciento, de esperanzas para que fueran salvadas de su tormentoso mundo.
La noche anterior en su insomnio la pasó pensando en una y otra solución para esto, para darle una buena vida a su bebé y para no darles más problemas a los chicos. Cuando el reloj marcaba las cuatro am llego a una conclusión, dolorosa y más difícil de hacer que de pensarlo. Sabía que esto podría ser una mala decisión, que algún día podría arrepentirse y por el resto de sus días se lamentara, pero era lo mejor.
<<-¿Para quién?>>La voz de su mente le preguntaba en tono indeciso.
-Para todos-contesto segura de lo que estaba por hacer.
<<Entonces.... Los abandonaremos>>Con semblante triste y lágrimas invisibles la voz de su mente le hacía plantearse de nuevo las cosas.
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FRUTO DE NUESTRO AMOR [EUNHAE]
RomanceAprendimos y sentimos como el amor es más fuerte que cualquier cosa pero antes del final feliz, tiene que haber momentos de lucha y tristeza para el día de mañana aquello se les cuente a sus hijos y fans y, una vez más demuestren que el amor puede c...