Capítulo 24. Dulce entrega.

226 18 1
                                    

"Una vez que me tomes la cintura; Bésame, acaríciame, y tómame como tuyo.

Capítulo 24. Dulce entrega.

Cada día al despertar, Donghae agradecía a Dios haberle dado una segunda oportunidad. El dejarlo conocer a su hijo y permanecer junto a su familia. Disfrutar del crecimiento de su hermoso hijo y amar al más maravilloso hombre que dormía a su lado. Se recostó de lado, admirando el rostro de su esposo..

Recordando cuantas pruebas su amor había tenido que pasar, cuantas luchas para protegerlo. Cuantas lágrimas derramadas a lo largo de estos años. Pero también esos momentos únicos, los apapachos y los mimos. Las palabras cariñosas, las caricias inocentes y otras no tanto. Y todas las veces que ambos se entregaban al placer. Su amor era como una montaña rusa. Un segundo subía y al otro bajaba. Pero ahí seguían disfrutando del recorrido y gritando de terror cuando veían la bajada. Su amor era igual. Disfrutaban de los momentos dulces y felices y gritaban...lloraban de terror cuando veían que estaban estacándose en lo negativo. Pero nunca...nunca retrocediendo o huyendo por miedo a lo que seguía.

Su amor...su dulce amor. Era mágico, algo único. De esos que sólo en los libros se puede leer y sentir.

Sonrío enternecido y abrazo el cuerpo a su lado. Como un gatito se acurruco en el pecho del mayor y ronroneo feliz. Hyukjae lo sintió y sonrío amorosamente. Sus brazos tomaron el cuerpo más pequeño apretujándolo en un abrazo asfixiante. Sintiéndose una vez más reales.

-Que dulce es despertar así-murmuro el mayor-Es una cosa hermosa despertar y sentirte entre mis brazos.

Hae volvió a ronronear y a pegarse más a Hyuk.

Hyukjae volvió a dormitar y el menor a disfrutar de la cercanía de su esposo. Recordando los primeros día cuando se conocieron, la timidez con que le dijo su nombre y la sorpresa cuando el mayor le pidió su número telefónico.

-Quien pensaría que aquello–suspira-... Nos llevaría a esto. Que ese momento nos uniría para toda la vida –murmuro y beso el pecho desnudo de Hyukjae.

El menor siguió vagando en sus recuerdos. Su timidez al acercarse a él, sus travesuras y juegos de niños. La comprensión de Hyukjae en todo momento y su apoyo cuando su padre murió. El momento mágico de su primera vez junto al mayor y los días en que su amor fue creciendo y fortaleciéndose. Esos momentos tristes donde cada uno se daba por vencido y tomara el camino diferente, alejándose y poniendo su amor en la cuerda floja. Pero de nada se arrepentía. Todo lo bueno y malo había sido parte de lo que es hoy.

-Si retrocediéramos el tiempo-susurro entre los labios del mayor-, y me dieran a elegir. Volvería a elegir nuestro amor, Hyukjae. Te amo y nunca podría arrepentirme de lo que pasamos juntos, ni me gustaría cambiar las situaciones pasadas. Porque todo aquello, amor...

Los dulces y adormilados ojos de Hyuk fueron abriéndose. Hae le sonrío y dio un piquito en su nariz.

-Son parte de nuestros recuerdos-Donghae coloco su dedo índice en sus labios sonrientes al ver al mayor desubicado y sus labios hinchados abriéndose y cerrándose. Le indico que guardara silencio. – Lo que ayudo a fortalecer nuestro nudo. No quiero cambiar nada de todo lo que hemos pasado para llegar a donde estamos. Y quiero, Hyukjae, que tú tampoco lo olvides o lamentes los malos momentos. Quiero que los atesores tanto como yo lo hago.

-Hae...-susurro enternecido-Te amo... ¡Dios! De verdad que si te amo. Mucho...mucho más de lo normal. Me complementas, bebé. Sin ti siento que dejaría de vivir.

FRUTO DE NUESTRO AMOR [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora