Mi Vida (Marco Asensio)

Capítulo 14

- Por la noche cuando lleguemos al hotel te llamaré - me dice Marco antes de irse y yo asiento y le doy un beso.

Un poco después llamo a Alex para quedar.

- Hola Alex. ¿Salimos esta noche?

- Elenita que raro tu queriendo salir. ¿Te ha robado Zidane a tu principito?

- Más o menos - le respondo y nos reímos.

- Claro y llama a María.

- No te preocupes, quedamos a las diez donde siempre - le digo y cuelgo. Después llamo a María que acepta sin pensarlo.

A las nueve y media ya estoy lista y cuando voy a salir de casa me llama Marco.

- Hola. ¿Qué tal?

- Hola. Bien, acabamos de llegar al hotel. ¿Y tú? - me contesta.

- Pues ahora iba a salir, he quedado con Alex y María para salir a tomar algo.

- Espero que ese algo solo sea una copa y no llegues tarde a casa ni hagas ninguna tontería - me conoce, sabe que si bebo mucho podría presentarme incluso donde está él. - La última vez viniste a mi casa a gritarme, no tengo muy buenos recuerdos de tu salida. Pórtate bien.

- Claro capitán. Nos vemos el miércoles por la mañana - le digo.

- Que pases buena noche - me dice.

- Tú también. Te quiero - me despido y cuelgo, si me entretengo un poco más llegaré tarde y a mi no me gusta llegar tarde.

Al final llego a tiempo aunque María y Alex ya me están esperando en la puerta. Entramos y nos pedimos una, Alex directamente se va a bailar y yo me quedo hablando con María y al final acabamos bebiendo dos más. Luego viene Alex sofocado de tanto bailar y se sienta con nosotras.

- ¡Voy a la barra! ¿Queréis algo? - las dos negamos pero al rato viene con tres vasos.

- Te habíamos dicho que no queríamos nada - le dice María.

- Alex mañana trabajamos y esta es la cuarta, nos la bebemos y nos vamos.

Saliendo María me coge del brazo y me susurra:

- Ese de ahí - dice señalando. - ¿No es el... - miro y veo al hermano de Marco, él no me conoce pero le prometí a Marco que me tomaba una y volvía a casa.

- Vámonos - digo cogiendo a María del brazo y echando a correr. Menos mal que no me ha visto.

A las tres de la mañana estoy en casa de Marco, si me ha obligado a quedarme allí, según él se queda más tranquilo. Me pongo el pijama y antes de irme a dormir cojo el móvil para ponerme la alarma para mañana y veo un mensaje.

Mañana a mediodía te llamo. Buenas noches aunque supongo que no verás el mensaje hasta por la mañana.

El mensaje claramente es de Marco y lo ha enviado a las dos, no le contesto porque entonces sabrá que no he cumplido mi palabra.