Dos semanas de incontables vergüenzas en las clases de baile tuvieron que pasar antes de que, por fin, JongHyun decidiera comenzar a practicar por su cuenta. Le resultaba hasta cierto punto fastidioso tener que invertir tiempo extra en ello siendo que su prioridad era la música. Sin embargo, la filosofía del curso intensivo de artes en el que se encontraba era hacer de sus alumnos "artistas completos" que fueran capaces de bailar, cantar actuar y tocar algún instrumento, y a excepción de la primera, el resto se le daban bastante bien.
Aquella mañana se decidió a llegar con una hora de anticipación al salón de baile con la intención de ensayar la nueva coreografía que la profesora había propuesto. Sabía que estaría desocupado, así que contaría con el tiempo suficiente de intentar hacer progresos sin tener que escuchar las risas reprimidas —o nada discretas— provenientes del resto de sus compañeros.
Para mantener en secreto su plan, días antes tomó la precaución de descargar la canción en su celular para poder ensayar sin que nadie más lo notará. Sorprendentemente, era capaz de recordar todos los pasos, más no de coordinarlos correctamente.
"Dos pasos a la derecha, una palmada, tres movimientos de cabeza, un pequeño desliz a la izquierda y un giro con las piernas cruzadas", repasó en su mente antes de intentarlo, y habría salido a la perfección de no ser porque al momento de dar el giro, sus pies quedaron completamente enredados provocando que se tambaleara y tres segundos después aterrizará sobre el piso de madera.
—¡Ouch! — se escuchó la exclamación de alguien que claramente no era él.
JongHyun se quedó congelado aún con las manos sobre el suelo y la vergüenza reflejada en su semblante por un momento antes de por fin levantarse sintiendo que su dignidad había quedado en el suelo. Intentó normalizar su respiración mientras daba media vuelta para encontrarse con su espía. Casi se vuelve a ir de bruces al darse cuenta de que se trataba de la chica que había declarado como su "amor platónico" desde el día que había pisado el lugar.
—¿Cuánto tiempo llevabas espiando? — preguntó quizá con un poco más de seriedad de la que pretendía.
—No era mi intención hacerlo. Creí que no había nadie aquí. Quería venir antes de la clase para ponerme al corriente con lo que han estado trabajando ya que acabo de cambiarme a este grupo. — respondió ella manteniendo un tono de voz amable.
—¿Cambiarte? No sabía qué hacer esas cosas fuera posible.
—Fue difícil. Pero puedo ser persuasiva si me lo propongo. Además, estaba teniendo problemas con un par de chicas que se sentían opacadas por mí por alguna razón. Así que... Aquí estoy. Tengo la intención de mantener un perfil bajo para pasar en paz el resto del verano. — la joven le mostró una sonrisa al chico que provocó su incapacidad de reacción por una fracción de segundo mientras ella se aproximó a la barra y comenzó a realizar estiramientos. — No estabas haciéndolo tan mal, por cierto.
—No es necesario que me animes, sé que soy un asco. — Inquirió él guardando su móvil en la mochila.
—¿No vas a seguir intentándolo?
—No.— Respondió simplemente. La realidad era que no quería seguir avergonzándose a sí mismo en su presencia.
El resto de la hora transcurrió en absoluto silencio. JongHyun no fue capaz de volverla a mirar, por lo que su vista había permanecido clavada en uno de los libros que llevaba consigo. En cambio, la chica se mantuvo completamente concentrada en su objetivo. En medio de un cambio de página, el chico levantó accidentalmente la vista y pudo observar los movimientos gráciles que realizaba. Resultó una visión hermosa verla tan absorta al resto del mundo y dejar su pasión en cada movimiento, así que comprendió porque el resto de las chicas se sentían amenazadas en su presencia.
Por fin sonó el timbre que anunciaba el comienzo de la jornada, y con ello el resto de sus compañeros de clase comenzaron a ingresar en la sala y acomodándose en filas para observar a la profesora delante de ellos. Sin pensarlo, JongHyun tomó su lugar habitual en la última fila, justo al fondo del salón.
—Buenos días a todos, mis talentosos chicos— los saludo la mujer al frente con su habitual acento británico. ¿Tuvieron un buen fin de semana? Más vale que hayan estado practicando. Vamos a calentar un poco muchachos.
Y dicho eso comenzó una nueva serie de estiramientos y ejercicios en los que, por supuesto el pelinegro no era tan bueno, sumado al hecho de que no podía despegar los ojos del objeto de su admiración que, ni bien hubo comenzado la clase, ya se encontraba rodeada por un grupito de personas.
La profesora dio tres palmadas indicando que el tiempo de calentar había llegado a su fin, antes de dar una nueva instrucción. —Muy bien muchachos, espero que recuerden que les pedí que fueran pensando en la pareja que iban a tomar para el resto del curso. Necesito que todos se coloquen con ella, o él, para que comencemos a ensayar la segunda parte de la coreografía y la siguiente clase, intentaremos unir ambas. Espero que hayan elegido sabiamente. — No habían pasado ni dos segundos de que hubiese terminado de hablar, cuando un cuarteto de chicos había rodeado a la muchacha bajo montones de peticiones para que fuera la pareja de uno de ellos. JongHyun solo se quedó observando todo, por supuesto que nadie lo elegiría debido a su falta de coordinación.
—Pero chicos, creí que ya todos tenían una pareja asignada. — habló ella con pena. Parecía ser demasiado amable como para tener la capacidad de rechazar a alguien.
—¡No! — exclamaron los chicos al instante. —
—Vaya... Esto es incómodo. —musitó ella— Es que yo ya tengo pareja.
El silencio se hizo presente en el aula debido a la sorpresa que su respuesta había provocado. ¿Cómo era eso siquiera posible si acababa de cambiarse a ese grupo? Esa era la pregunta que JongHyun–y probablemente el resto – se estaba haciendo hasta que la vio acercarse en su dirección y pararse delante de él, con los ojos brillando y una sonrisa adornando su rostro.
"¡¿Está loca?!", "Él tiene dos pies izquierdos", "Uno de los dos terminará herido", "Ella está perdiendo su tiempo". Y un sinfín de murmullos llenaron las cuatro paredes. JongHyun bajo su mirada al rostro ajeno incapaz de reflejar siquiera alguna emoción.
—¿Estás segura de lo que estás haciendo? Has sido testigo del desastre que soy y no creo que quieras terminar el verano con una pierna rota por mi culpa.
Ella rio por lo bajo y él podría jurar que algo se había reparado en su interior.
—Tengo fe en ti. Ahora, ¿vas a decirme tu nombre... pareja?
—JongHyun.
—Un placer, JongHyun. Me llamó ShinHye.
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Notas de la autora:
¡Hola, hola! Este es mi primer fanfic así que espero que todos quienes estén leyendo (incluyendo lectoras fantasmas) disfruten mucho de esto. Siendo mi primer escrito en éste lugar he decidido empezar con uno de mis ships favoritos : Lee JongHyun (CNBLUE) y Park ShinHye.
Comentarios, sugerencias, dudas, tomatazos. Son bien recibidos. De igual manera me encuentran en twitter en caso de que quieran un contacto más directo.
Procuraré actualizar cada semana, así que nos estaremos viendo seguido por aquí.
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Por tres sueños (JongHyun x ShinHye) [TERMINADA]
FanfictionCuando la chica de tus sueños te propone ser una pareja, lo normal es aceptar sin pensártelo dos veces, ¿cierto? Sin embargo, existe una condición: Solo será de esa forma durante el verano y está estrictamente prohibido enamorarse del otro. Para do...