Capítulo 6

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Aquella noche le fue imposible conciliar el sueño. De pronto había caído en cuenta de todos los sucesos transcurridos aquella tarde y se dio cuenta de la locura que estaba cometiendo. Pero no podía dejarles espacio o tiempo a los arrepentimientos. Después de todo, solo se vivía una vez y oportunidades así no se presentaban todos los días.

De cualquier forma, la situación era sencilla. Aunque la atracción por la castaña era evidente, estaba cien por ciento consciente de que, si se involucraban demasiado, las cosas se complicarían para ambos. Porque ninguno de los dos era del tipo que gustara de estar atado a nadie o tuviera la intención de dejar de lado sus sueños. Solo se "quitarían las ganas" y después seguirían con sus vidas, pues era poco probable que pudieran volverse a encontrar en el futuro si ambos tenían la intención de recorrer el mundo a su manera particular.

Pero ¿realmente estaba seguro de lo que estaba haciendo o solo estaba intentando convencerse a sí mismo? Decidió dejar de pensar tanto en eso y únicamente dejarse llevar. Y si se trataba de dejarse llevar con y por ShinHye, seguramente valdría la pena.

Al día siguiente estaba esperando a la chica en la jacaranda donde siempre se reunían para charlar. Habían acordado pasar su tiempo libre juntos; pues a pesar de solo coincidir en una clase, tenían prácticamente los mismos horarios. Él salió un poco más temprano, por lo que le había tocado esperarla.

No sabía con certeza cómo tenía que comportarse en cuanto la viera. Es decir, eran pareja, pero al mismo tiempo no lo eran exclusivamente. ¿Podía tomarla de la mano? ¿Ser cariñoso? ¿O tenía que comportarse como siempre lo hacía?

¿Existía siquiera una forma fácil de hablar de ello?

La mejor opción, por ahora, era esperar la llegada de la joven. Así que JongHyun se recostó sobre la hierba con los auriculares puestos y cerró los ojos, con la brisa del viento sobre su rostro como su única compañía.

Había alcanzado tal grado de relajación que sólo se percató de la llegada de ShinHye hasta que ésta se hubiese recostado sobre su pecho y rodeado su torso con uno de sus delgados brazos. JongHyun no se sobresaltó, en cambio también abrazó su silueta y esperó un par de segundos para serenarse antes de abrir los ojos y encontrarse con la visión de la preciosa chica sonriéndole ampliamente.

—Hola... —le dijo ella con el tono más dulce que le había escuchado hasta el momento.

—Hola. ¿Has tenido un buen día? —preguntó sonriéndole casi por acto reflejo.

—Sí, la clase de teatro es una de mis favoritas. Casi hemos terminado el primer acto de la obra.

—Eso es bueno.

—Sí. ¿Y tú?

—Salí temprano así que vine aquí a esperarte mientras tanto.

—Pude darme cuenta de eso —hubo una pausa prolongada antes de que retomase la palabra— Oye, JongHyun...

—¿Qué pasa? —interrogó quitándose los audífonos con su mano libre.

—Hagamos un pequeño experimento, ¿de acuerdo?

—¿Eh?

La risa femenina resonó entre el silencio de los alrededores.

—Quiero besarte. —Confesó sin rodeos.

Odiaba y al mismo tiempo adoraba esa forma tan directa de ser de la fémina. La odiaba porque internamente le provocaba una crisis al no saber cómo reaccionar ante sus palabras. Pero le gustaba porque parecía decir exactamente las mismas cosas que él en algún momento había pensado, pero no era capaz de pronunciar en voz alta.

—Hm... —musitó él.

—¿Sabes? Siempre he pensado que la mejor parte de un beso es el momento previo a que se concrete. La sensación de deseo que nos llena por al fin lograr el tan ansiado contacto, los alientos mezclándose y el corazón acelerándose como si exigiera que las bocas se toquen. —Dicho esto su mirada se alternó entre la boca masculina y sus ojos— ¿Deberíamos comprobarlo?

—¿Cómo? —la voz le comenzaba a salir entrecortada, y cayó en cuenta de que su pregunta había sido un poco boba.

—Cierra los ojos y no me beses hasta que yo te lo diga o lo haga primero. —Indicó mientras se incorporaba un poco y comenzaba a acercarse a él, quien apenas estaba procesando lo que sucedía. —Jong... —añadió empleando un tono de voz que buscaba ser más serio.

Decidió obedecer a lo que se le pedía, sintiendo la distancia entre ambos desaparecer de a poco y el aroma femenino inundarle las fosas nasales. ShinHye olía a flores y fresas frescas, y de su aliento se desprendía una esencia aún más dulce, de la que estaba seguro, sería capaz de provocarle adicción.

Esos pensamientos en conjunto con la mano ajena colocándose sobre el lado izquierdo de su pecho, nublaron por completo su capacidad de raciocinio, provocando que casi se olvidara de la instrucción que le había dado y poseyera su boca sin reparos.

—Tu corazón está un poco violento —la voz de la chica lo devolvió, hasta cierto punto, al mundo real.

Sentía curiosidad por abrir los ojos y mirarla. ¿Ella también tendría los ojos cerrados o estaba estudiando cada una de sus reacciones? No pudo comprobarlo debido a que sintió el labio inferior de ShinHye rozar con el suyo. Y por reflejo él había ladeado la cabeza causando un nuevo roce.

Escuchó como se le escapaba un suspiro y sintió como su boca se movía con la intención de decir algo que ya no escuchó porque su capacidad de resistencia había rebasado su límite.

El cuerpo masculino medio rodó sobre el césped y su mano se desplazó hasta la cabellera castaña enredando sus dedos entre ella; al mismo tiempo que sus labios se habían apoderado de los otros en un beso que estaba lejos de ser tranquilo.

Era el punto medio entre una llovizna y un huracán.

La joven había reposado su mano justo en la línea divisoria entre su nuca y su cuello, por lo que JongHyun era capaz de sentir las sutiles caricias que daba sobre su piel con las yemas de sus dedos. En cambio, sus dígitos se deslizaron entre la suavidad de las hebras de su cabello.

Besarla era el maldito paraíso y a cada movimiento correspondido por parte de la bailarina, su cerebro se desconectaba un poco más.

Ninguno parecía dispuesto a cederle aire al otro hasta que ella capturó su labio inferior entre sus dientes y con suavidad minuciosa, lo jaló por apenas una fracción de segundo antes de liberarlo. Él no pudo evitar relamerse saboreándola aún, mientras apoyaba su frente en la adversa.

—¿Cuáles son tus conclusiones? —cuestionó en un susurro.

—Experimento exitoso y con deseos de réplica.

JongHyun liberó una risa contra su boca, sin la intención de soltarla o retomar su distancia de ella.

—Eres jodidamente fascinante, ¿te lo había dicho?

—Lo habías mencionado hace poco.

—Pues te lo repito... Hazte cargo si pierdo la maldita cabeza por tu culpa.


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¡HOOOOOOOOLA A TODAS! Hoy vengo con los ánimos muy recargados por dos razones

1. ¡YA HEMOS LLEGADO A LAS 100 LECTURAS! Puede parecer poco, pero les juro que significa el mundo para mí ver que he tenido tan buen acogimiento en la historia. Ustedes también son mi inspiración para querer seguir escribiendo

2. NO SABEN LAS GANAS QUE TENÍAN DE SUBIRLES ESTE CAPÍTULO. Desde el momento en que lo escribí y lo revisé antes de publicarlo se volvió uno de mis favoritos. Espero que les guste tanto como a mí.


Infinitas gracias por leerme. Espero pronto se animen a dejar algún comentario.

¡Nos leemos la siguiente semana! 

Por tres sueños (JongHyun x ShinHye) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora