Por tres sueños (JongHyun x ShinHye) [TERMINADA]

Capítulo 4 (PV ShinHye)

"—Acabo de cometer el acto más cobarde en todo mi tiempo de vida—" Pensó mientras caminaba a grandes zancadas por el pasillo con el objetivo de llegar a su habitación. Le tomó la mitad del tiempo normal llegar a esta debido a la velocidad con la que se había desplazado.

Después de cerrar la puerta y dejar la funda con la guitarra recargada en la pared, se dejó caer sobre su cama con la respiración entrecortada y el corazón aun golpeando con fuerza, y, sobre todo, consciente de que esas reacciones no eran producto de la carrera que acababa de emprender para escapar de JongHyun.

De todas formas, ¿qué había sido eso? No era como si él hubiese intentado besarla o algo parecido. No, simplemente se habían quedado mirando el uno al otro... Fijamente... Por más de veinte segundos... Y sin emitir palabra alguna. Casi se sentía tonta por alterarse debido a ello, especialmente porque no se consideraba el tipo de chica que perdiera la compostura tan fácilmente, mucho menos delante de un chico. Aunque, ni el mapa más exacto habría podido ayudarla a hallar el camino de vuelta de la perdición a la que los ojos masculinos la condujeron.

"—Probablemente los ojos más bonitos que he visto nunca—". Misteriosos, con un color que no podría describir como completamente oscuros o claros, y visto estaba, con el don de incapacitar cualquier reacción coherente en su persona.

La chica fijó la vista en el techo y suspiró.

—Todo es su culpa...— susurró— Mis problemas empezaron la primera vez que me miró... No, no— se corrigió a sí misma. —Mis problemas comenzaron con esa sonrisa. Su malditamente mágica sonrisa. —Añadió exhalando con un deje de resignación.

Fue entonces que su mente viajó de vuelta al día en que lo había visto por primera vez. Porque no había sido durante la primera clase de baile que compartieron juntos como le había hecho creer. Por supuesto que nunca sería capaz de decírselo, quién sabe el tipo de reacción que tendría. Pero recordaba que, aún en ese momento pensó que su sonrisa era una especie de constelación, maravillosamente adornada por los hoyuelos que se formaban en cada una de sus mejillas.

Su "primer encuentro" con él se remontaba a un par de semanas atrás, cuando por fin todos los integrantes del curso comenzaban su mudanza después de finalizar sus trámites y una especie de semana introductoria, que consistía en un par de pláticas informativas, firma de papeles y hasta un tour por el lugar. Para ese entonces, ya había entablado cierta relación con algunos de sus compañeros, pues socializar no le suponía ninguna dificultad. Ella se encontraba saliendo del campus con la intención de comprar algunas cosas que le faltaban cuando lo vio de pie, delante de la entrada principal, con la guitarra colgada en un hombro y un par de maletas en el otro; simplemente mirando hacia el interior con la sonrisa pintada en su rostro. Como si aquel lugar fuese para él, lo que para los niños pequeños era Disneylandia. No la vio, ni conversaron debido a que el guitarrista continuó con su camino, dándole a ella la pauta para hacer lo mismo.

Fue tan efímero, y al mismo tiempo tan trascendental. Por esa razón le sorprendió encontrarlo en aquel grupo de baile... Sorpresa que había disimulado bastante bien, por supuesto.

Se sentía segura de poder decir, que su interés por el muchacho se debía a su forma tan particular de ser, nada más que mera intriga, y ahora, una recién descubierta admiración por la pasión con la que hablaba y le enseñaba sobre la música.

JongHyun era la persona más apasionada y con ganas de volar alto que conocía, incluyéndola. Lo notó incluso en la distancia de la primera vez que lo vio; lo escuchó en su respuesta con respecto a sus sueños y su idea del amor; y lo confirmaba en la manera en cómo le enseñaba a tocar la guitarra. E incluso, un atisbo de esa pasión se dejaba ver en la manera en que la había mirado hace un rato.

Quizá el problema estaba en ella. La mayor parte de su vida no había mirado más que las formas de poder lograr todas sus metas, y de pronto se aparecía en su vida alguien que no solo hacía eso; sino que además le demostraba que había mucho más en todo lo que creía conocer. No obstante, en su terquedad, era incapaz de reconocer que sus sentimientos por él empezaban a ir más allá de una simple intriga.

Con JongHyun se sentía cómoda... Comprendida... Escuchada. No tenía la necesidad de esconder ciertas partes de sí misma porque podía entenderla. Además, valoraba el hecho de que él no pasaba su tiempo libre a su lado esperando obtener algo más de su persona.

El chico podía entender sus pasiones, sus ganas de crecer, y tampoco era del tipo que pensaba que debía sabotear al resto para conseguir lo que necesitaba... Ninguno se rendía con facilidad. Por eso, estaba segura de que ambos podrían ayudarse mutuamente con sus respectivas complicaciones.

Le inquietaba sentirse tan confundida en ese momento. Probablemente lo mejor era esperar hasta el lunes para aclarar su mente un poco. Después decidiría cómo proceder.

Así lo hizo, y el lunes, al igual que él, llegó una hora antes de la clase para practicar los pasos vistos anteriormente. El pelinegro la había mirado justo en el instante en que había cruzado la puerta.

—Shin... ¿Cómo estás? —le preguntó regalándole aquella sonrisa que le gustaba tanto.

¿Espera qué?...

Y entonces lo supo...

No era amor, porque sería demasiado apresurado catalogarlo de esa forma. Pero le gustaba. Y poco sería decir que su sonrisa era lo único que le gustaba de él.  

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Primero que nada les debo una ENOOOOORME disculpa por no haber publicado capítulo la semana pasada. Tuve algunos compromisos y el fin de semana me encontraba demasiado cansada y no tuve la oportunidad de actualizar (lectoras fantasma sé que están ahí¿?) 

La buena noticia es que como compensación y extra por ser éste un capítulo tan corto, subiré otro capítulo en la semana. Mientras tanto, espero que disfruten leyendo. 

Y como siempre les digo, cualquier comentario o tomatazo es bien recibido.