Ambrollins "Secuestrados".

4to Nvl Capítulo 12

Abrieron la puerta rápidamente para después cerrarla, al escuchar el sonido de que ambas puertas habían cerrado con llave, comenzó a sonar un tintineo, solo que este sonaba distinto, sonaba más animado, como unas campanas o cascabeles. Todas las puertas se abrieron en par en par y se escuchó el sonido de un festejo o de una audiencia de forma eufórica incluido con aplausos por todas partes de la habitación. Los dos se miraron mutuamente a los ojos al ver que por fin la tensión ya había terminado.

CAPITULO 12

‘‘CONFESIONES’’

La vida es peligrosa.
No por las personas que hacen el mal, si no por las que se sientan a ver qué pasa.

‘’Albert Einstein’’

Cuando ambos estaban apunto de acercarse con una sonrisa completamente radiante, notaron que algo andaba mal en el piso, ya que de algun modo, se estaba volviendo blando y ligero, provocando que todo se comenzará a derrumbar de forma rápida y pesada sin dar aviso alguno. Dean abrió los ojos por tal acción inesperada y cómo pudo, intento en acercarse hacia Seth en el aire cuando vio que este estaba gritando con desesperación en buscar la manera de no caer hacia el vacío oscuro que se encontraba rodeada la habitación de abajo. Al ver como sus cuerpos descendían de forma pesada por la gravedad en sus cuerpos, Dean notó que era inalcanzable alcanzarlo, así que no dudo en inclinarse de lado izquierdo para caer de soporte ante el impacto con su brazo izquierdo, doblando su antebrazo para cubrir su rostro y ejerciendo fuerza ante este. Seth había hecho algo similar, sólo que puso de soporte ambos brazos, cubriendo su rostro, con tal de ejercer fuerza con ambos brazos y caer con las rodillas.

Dean apretó sus dientes al sentir el impacto sobre su cuerpo, pensando que iba a chocar contra algo rocoso o duro, sin embargo, el golpe había sido suave y blando e incluso había provocado que su cuerpo revotara unas cuantas veces. Al sentir lo blando que había sido su caída, no dudo en ponerse en rodillas y tocar con lo que había aterrizado, sintiendo una especie de colchón ondeado en sus dedos. Él no podía ver nada porque todo se encontraba oscuro, pero si sabía a la perfección de que había un colchón debajo de su cuerpo.

Suspiro aliviado ante eso, pero al instante abrió los ojos al recordar que él no había sido el único que había caído del pido de arriba, así que, con desesperación, comenzó a gritar él nombre de su compañero. Al no escuchar respuesta, comenzó a entrar en pánico aún más y volvió a gritar él nombre de su compañero; sintió cómo su corazón comenzó a latir de manera acelerada al no escuchar respuesta de nuevo, lo único que obtenía era el mismo sonido de su eco. Así que sin vacilar intento pararse del colchón en la que estaba, lentamente comenzó a caminar y mover sus manos con impaciencia. Cómo no podía ver nada, tenia la desconfianza en caminar libremente, pero al saber que Seth estaba quizás por ahí, le daba una sensación amarga en que pudiera encontrarlo en algún sitio del lugar. Por eso movía sus brazos en cualquier lado con abundante nerviosismo en sus dedos.

-“Seth!”- Volvió a gritar, pero de nuevo no obtuvo respuesta alguna. –“Seth, ¿dónde estás?”.

Al no poder ver, le provocaba más ansiedad y descoordinación ante sus acciones, más si no tenía respuesta de su compañero, y eso realmente lo estaba volviendo loco.
No importaba cuantas veces caminará, gritara o moviera sus brazos, nunca obtenía una respuesta, tampoco sentía nada en sus manos y lo peor aún, no encontraba ni siquiera el final de donde él estuviera.
Al sentirse devastado con eso, volvió a caer de rodillas. Escuchaba voces, voces en el interior de su cabeza. Esas voces que siempre le frustraba cuando se sentía sólo, cuando se sentía lejano, abandonado e incluso cansado de todo.