Allí estaba, en el baño de su habitación mirandose al espejo. Aún estando del otro lado del continente sentía miedo. ¿Miedo? Sí miedo de él, aquel papel sigue sin ser firmado por lo cual aún tiene poder sobre ella.
- ¿Planeas quedarte encerrada toda la mañana? Para que sepas, sino sales ya, llegarás tarde -habla Amber golpeando sin cesar la puerta del baño.
Se miró por última vez y salió, solo se limitó a agradecerle y caminó hasta su mochila.
- Oye ¿Estás bien? -preguntó la rubia.
- ¿Acaso te importa?
Bufando y rodando los ojos salió Amber de la habitación. ¿Qué problema tenía con ella? No le había hecho nada malo. Aunque también ella misma se pregunta porqué siempre que tiene la oportunidad de acercarse a Aria, lo hace. Sucede que la rubia es tan curiosa y la castaña tan enigmática que es imposible no querer descubrir que es lo que pasa.
- ¡SHAWNIE! ¿Qué haces aquí? - grita emocionada la joven Turnerlynn.
- He venido a desearles suerte.
El plural está demás, él fue por una sola persona; sus amigos asisten desde pequeños al internado, por lo que no lo necesitan. Suena cruel pero es la realidad.
- Tú siempre tan dulce -le pellizca las mejillas - ¿Qué dices si luego de terminar la jornada vamos a beber algo? Ya sabes por..
El castaño dejó de escuchar instantáneamente, su atención estaba únicamente centrada en la chica que venía caminando desinteresadamente por el pasillo 3A.
- Aria, oye ¡Aria! -corrió hacia ella.
Al verlo se quitó los audífonos casi a regañadientes.
- Hola Shawn.
- ¿Estás bien? Luces pálida y tienes demasiadas ojeras -habla preocupado.
¿Por qué es así? Eso la confunde tanto, y detesta eso. Ella no puede confundirse, en su mundo todo debe estar equilibrado, bajo su control, no hay lugar para el error. Y este chico claramente es uno.
- Estoy bien, con permiso - lo rodea y sale por la puerta principal del edificio.
Mendes tardó algunos minutos en reaccionar pero finalmente lo hizo, corrió unos cuantos metros hasta ponerse a su lado. Tenía puestos los auriculares nuevamente, iba vestida con un jean negro rasgado, una camiseta azul y campera de cuero, pero algo nuevo había en su atuendo; ahora llevaba lentes de sol.
- ¿Has desayunado?
Ella solo niega con la cabeza.
- ¿A qué hora es tu primer clase?
- En dos minutos - habla secamente.
- ¿Y a qué hora termina?
¿Por qué tiene que preguntar tanto? No está de ánimo para soportar a nadie, ni siquiera al encantador ojimiel.
- 9:45 am.
- ¿Y luego tienes receso?
Hasta aquí ha llegado la paciencia de la castaña.
- Mira Shawn, he tratado de ser paciente contigo, pero hasta aquí he llegado. No debe importarte si desayuné o no, mucho menos a qué hora entro a clases o cuando salgo; me agobias. Déjame.. déjame en paz.
Y luego de lanzarle una mirada mordaz salió dispara, dejando al chico completamente desencajado en medio de la acera. ¿Qué había hecho mal? Nunca fue su intención agobiarla ¿Tantas preguntas había hecho?
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Inexorable
FanfictionMiró a su alrededor y aspiró fuertemente. Al fin estaba allí, lejos de todo y de todos. En paz, a solas. Como debía ser. O así lo creía ella, hasta que llegó él y le demostró lo contrario.