Prólogo

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Mirada al pasado: verano del 2010

Jungkook había sido enviado por sus padres a Irlanda, a una escuela de inglés que contaba con gran popularidad entre las madres coreanas por los resultados obtenidos. Demás está decir que él despreciaba absolutamente todo lo relacionado con el viaje, excepto el hecho de que aceptaba que perfeccionar el idioma le vendría bien para sus planes futuros. Asistía a las clases puntualmente, luego se retiraba a su habitación o a algún lugar solitario en donde poder componer su música. A pesar de gozar de popularidad dentro de la escuela por su evidente atractivo físico e inteligencia, él disfrutaba solo de su propia compañía y como había dicho en más de una ocasión dirigiéndose con indiferencia a alguna chica Si no eres yo, no me gustas.

Fue en una de sus escapadas furtivas a un bosque cercano, en donde encontraba cobijo en medio de la foresta, para dar rienda suelta a lo único que amaba, la música, que le vio por primera vez. Él estaba sentado, apoyado en un árbol con su guitarra sobre las piernas entonando Creep, su mirada viajaba a través de los rayos de sol que se colaban entre las hojas, cuando se topó con su delgada figura, hermosa y severa a la vez. Le miraba desde corta distancia imperturbable. Jungkook detuvo su canto unos segundos, examinó a la persona que tenía ante sí pero extrañamente a lo que ocurría con el resto de personas, su cerebro no lo catalogó como rechazable. En aquel momento Jungkook sentía que el muchacho que le observaba podía ser una hoja volando en medio de la brisa o un rayo de luz que brillaba más que el resto, incluso pensó en el aroma a tierra húmeda que a ratos le llegaba y siguió cantando.

El muchacho, al ver que continuaba con la melodía, se sentó en el mismo sitio desde el que le miraba. Llevaba consigo un pequeño block en el que garabateaba algo que Jungkook no alcanzó a distinguir.

Ambos continuaron uno frente al otro, sin hablar, cada uno a lo suyo, regalándose pequeñas miradas de vez en cuando. No eran miradas furtivas en lo absoluto, cuando sus ojos se encontraban se mantenían la mirada el uno al otro, no era un reto tampoco, era solo la contemplación de alguien que les hacía sentir como si estuviesen frente a un espejo. No había amenaza en sus miradas y para ambos, aún sin saberlo, el ambiente se tornaba cálido y cautivador

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Estoy avanzando aunque no lo crean! Tengo título, portada y  casi terminado el primer cap. 

Así es que tengan paciencia y estoy segura que les gustará

El vídeo porque habla de este primer momento Kookv, y a lo largo del fic, ya verán por qué lo digo

Gracias por leerme, denle amor a esta historia con sus estrellitas, comentarios, recomendaciones y buena vibra!



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