Dicotomía

Capítulo dos: Notas amargas

Jin se mordía las uñas mientras esperaba a que Tae dijese algo, pero por lo visto este era incapaz de articular palabra. Le vio llegar pálido, más nervioso de lo que jamás estuvo, demasiado ausente como para pensar en que todo había ido bien. De pronto Jin se puso de pie ― Te prepararé una tila, mejor prepararé dos porque me tienes de los nervios con tu silencio ― Tae seguía con la mirada perdida, sumido en sus pensamientos. Escuchó las palabras de su amigo, pero no tenía fuerzas para responder. Desde que le volvió a ver, todo su ser exudaba Jungkook. Repasaba mentalmente lo dicho aunque lo recordaba de forma difusa. Demasiado rápido, fue todo demasiado rápido y aunque su mente intentaba relentizarlo, solo conseguía imágenes difusas y aceleradas, segundos inconexos del accidentado reencuentro.

Su móvil sonó, pero no le hizo caso. Continuó con sus cavilaciones ―Has de estar muy mal si no coges el móvil ― Dijo Jin que llegaba en esos momentos con una bandeja con dos tazas. Dejó la bandeja sobre una mesilla auxiliar y corrió a coger el móvil. Era Nam Joon

NJ: ¿Qué fue lo que sucedió?

J: ¡Hola! Soy Jin

NJ: Ah! ¿Qué tal? ¿Puedo hablar con Tae?

J: Bien gracias... a Tae le es imposible ponerse en este momento, le diré que te llame más tarde

NJ: Dile por favor que es urgente

J: Está bien, no te preocupes...adiós

Jin colgó y miró a su amigo que continuaba tirado en el sofá totalmente ido. Se acercó a él ― Bien jovencito, es hora de despertar. Basta ya de vagar en Jungkooklandia y ven al mundo real― Le movió de los hombros y jaló de él para incorporarlo ― Bebe esto y explícame qué tan grave fue lo que sucedió para que estés aquí en estas condiciones y para que Nam Joon haya llamado con urgencia ― Tae se acomodó en el sofá, recibió la taza que su amigo le entregaba y dio pequeños sorbos de ella ― ¿Y bien? ― Apuró Jin ― ¡Fue horrible! ―

∞

― Jamás le vi así ― Decía Suga realmente preocupado ― Dicen que es una característica de las personas geniales colapsar alguna vez... ¡Vamos! volverse un poco locos―Agregó Jimin en tono de guasa ―Pues a mí no me parece gracioso Jimin. Nunca le vi así tampoco y te juro que daba miedo ― Agregaba J-Hope mientras Nam Joon analizaba la situación e intentaba encontrar en su mente una explicación coherente para dar a los muchachos. Suspiró profundo, en principio solo debía tranquilizarles ― Algo de razón puede tener Jimin, a veces tanto trabajo genera estrés, seguro está en un momento así ― No lo creo ― Espetó Suga ― Él ama su trabajo, mejor dicho ama hacer música, podría hacerlo sin parar la vida entera y lo verías "feliz". No, aquí hay gato encerrado, creo que tiene que ver con algo anexo al trabajo... y no me imagino qué puede ser ― Estoy de acuerdo con Suga. Vamos a ser honestos, él es demasiado frío como para mostrar sentimiento alguno...de hecho pensamos que si no fuese por la música y letras que compone, no tendría sentimientos. Y la rabia no es algo que el haya expresado jamás y hoy estaba rabioso ― J-Hope estaba realmente asustado de ver a este Jungkook que no conocía, de hecho al verlo así empezó a apreciar el que se había mostrado todo este tiempo ― No hay de qué preocuparse chicos. Ya pasará. No es la primera vez que tiene algún momento extraño ― El Director intentaba calmar los ánimos sin mucho éxito ― Sus momentos extraños siempre fueron escondiéndose. Hoy parecía que quería matar a alguien ― Dijo Jimin, intentando sonar serio, pero sus palabras no hicieron más que preocupar al Director "matar a alguien". Él podía imaginarse a quien.

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― ¡No puedo creer lo que me dices! ― Decía Jin totalmente anonadado con el relato de Taehyung ― ¡Es un animal! ― Tae le miró con desgano ― ¡Está bien! Un animal al que amas, pero animal al fin y al cabo. Y ahora ¿Qué harás? ― Tae le observó serio. Ya había pasado el peor momento, o al menos eso creía. Ahora solo tenía que seguir adelante, hasta que Jungkook fuese capaz de escucharle ― Hablaré con Nam Joon ― ¿Y después? ― Tae miró a Jin a los ojos y dibujó una media sonrisa en su rostro ― Seguiré adelante ― Su amigo movió la cabeza resignado ― Compraré un gran stock de tilas y pañuelos. Como no te espabiles cariño este Dark Lord te las va a hacer pasar feas. Así es que como tú no tienes ningún grado de maldad en tu corazón y a mí me sobra, voy a ayudarte...pero, si le veo tocándote un solo cabello se va a enterar ― Sentenció Jin, tirándose sobre su amigo para darle un achuchón, mientras Tae le miraba con cara de bebé a punto de llorar― ¡Vale! ¡Vale! Puede tocarte algún cabello, pero solo si es en plan romántico ¿Has entendido? ―