Capítulo diez: Amenaza lluvia

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Jungkook miraba a Tae totalmente abstraído, casi embobado. No era extraño. Desde que se conocieron Tae le inspiraba sensaciones de irrealidad, como si el haberle conocido en los bosques irlandeses le confiriera algo mágico. Siempre que podía admirarlo como en este momento, esos pensamientos asaltaban su mente. Desaparece porque no es de este mundo. Él no pertenece aquí. Era una excusa que utilizaba para dejar descansar su mente de todas las interrogantes que Tae le producía y que quedaban sin respuesta. ¿Por qué Tae no me explica qué es lo que le ocurre? ¿Por qué le veo triste, angustiado, doloroso y no comparte conmigo el motivo de su dolor? Él no tenía derecho a pedir explicación alguna, no había nada que les comprometiera a decirse todo, nunca lo hubo, porque el hecho de que se dijeran Te amo, ambos constantemente, no significaba "voy a compartir mi vida contigo o quiero que seas parte de ella". Ni Tae, ni Jungkook jamás hablaron de compartir nada que no fuesen esos momentos en que se amaban.

―Taehyung― Dijo Jungkook mirándole dulcemente, mientras sus dedos jugaban a enredarse en el cabello de Tae. Este dormía profundamente abrazado a él ―Me gusta tu nombre, Taehyung―

― Vamos a ver que me entere, porque esto no es para nada normal ― Jin se sentó frente a Tae y le dirigió una mirada todo lo dura de que era capaz, considerando el gran amor que sentía por el pequeño ― ¿Aún no le has dicho nada? ¿Y a qué esperas? ― Tae bajaba la cabeza negando. Por supuesto que no había dicho nada, primero porque no era fácil de explicar, segundo porque despertarse en los brazos de la persona más maravillosa del mundo y soltarle que tenía un padre alcohólico y una madre bipolar que odia a los homosexuales, incluido a él, por supuesto que no era fácil ― ¿Quieres que le suceda a Jungkook como me sucedió a mí? ¿Quieres que un día se encuentre con tu madre cara a cara y vea lo que hay en tiempo real?― ¡Por supuesto que no! Pero ¿Qué hago? No es como si de la nada pudiese decirle ― Jin suspiró profundamente ― Tae, no es de la nada cariño...tú le explicas que necesitas hablar con él de algo que es muy importante para ti...puedes empezar por contarle lo de tu hermano, luego lo de tus padres...en fin ¿Por qué tienes tanto miedo? ¿No me has dicho que estás seguro de que él te ama como tú a él? ― Sí, pero...él vive tan tranquilo y yo casi no tengo tranquilidad ― Pues si te ama se tendrá que aguantar con lo que hay cariño...no te puede amar solo cuando no hay problemas, te tiene que amar siempre ― Mis problemas son demasiado graves ― Jin se acercó a Tae he hizo que le mirase ― Cariño...grave es que no confíes en él ― Taehyung no había pensado en la palabra confianza. No es que no confiase, solo no quería importunarlo, pero al final entendía lo que Jin quería decir. No somos pareja si no confiamos uno en el otro ― Ahora que las cosas van mejor entre vosotros, busca el momento y dile... ¿Lo harás?― Sí...lo haré...aunque no sé cómo porque...― Taehyung ¡Por favor! ¡No hagas que me enfade o se lo diré yo mismo! ― Jin no decía nada en ese tono por decir. Tae afirmó, pues tenía la certeza de que Jin tomaría cartas en el asunto como él no espabilará.

Unos días después, Jin se acercó a la agencia a entregar la colección de ropa para los chicos. La que usarían a nivel personal y la que usarían para las presentaciones. Fue solo, cosa que descolocó un poco a Jungkook que le miraba desde una distancia prudente. A pesar de que Jungkook no había compartido momentos con Jin, le pareció que su semblante era extraño aquel día. No le veía tan sonriente... ¿Tal vez está así por Tae?

Nam llevaba varios días viendo a Jin algo pensativo y suponía que era por Tae, aunque no se había atrevido a preguntarle nada, pero su visita a la empresa le dejó más que claro que algo le ocurría y no pasaría de este día que no lo averiguaría.

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