Capítulo tres: ¡Maldito!

1K 151 54
                                    

Se encontraban los seis reunidos en el salón de la casa. Los chicos les habían esperado curiosos, la idea de tener un nuevo estilista era algo que les resultaba indiferente, pero entendían que Nam Joon quería un nuevo concepto para el álbum, y eso incluía la estética del grupo por completo, además quería apostar por un diseñador nacional y por supuesto por exclusividad. Miraban con curiosidad a Taehyung mientras les explicaba lo que él llamaba un estilo neutro, que se ajustaría en base a la estética del albúm y las presentaciones. Suga pensaba que para ser tan joven el chico tenía las ideas claras, H-Hope por su parte amó la espontaneidad y naturalidad con que les planteaba su nuevo vestuario, en tanto que Jimin le miraba con curiosidad, era un chico demasiado guapo como para haber pasado desapercibido todo este tiempo. Obviando el hecho de que él no era un adicto a la moda, aunque intentaba siempre llevar marcas caras y algo extravagantes, solo porque podía permitirse esos lujos y otros, no obstante lo hacía por apariencia, no por un interés real en la moda.

Creo que apostaremos por un estilo versátil, algo que podamos conjuntar con el nuevo concepto cuando esté claro...por supuesto respetaremos la esencia de cada uno de vosotros, vuestra personalidad, vuestra comodidad― Explicaba Tae mostrando algunos bosquejos diseñados para cada uno de ellos y agregaba ―Os tomaremos medidas dentro de un rato y os pediremos que participéis de algunas pruebas de vestuario, a partir de ahí tendréis que confiar en nosotros― El grupo se mostraba interesado en los diseños, verdaderamente parecía que habían tomado en cuenta algo de sus gustos, porque a todos les pareció bien lo que veían ― Yo creo que confiaré plenamente, me gustan muchísimos los esbozos para mí― J-Hope lo decía alegre, le gustaba el color en su ropa, sobre todo la gama de rojos que sentía le aportaba energía ― Creo que esta es la primera vez que el estilista nos muestra por anticipado qué usaremos y nos pide nuestra opinión. Antes era algo así como ¡Ponte esto! ― El resto confirmaba lo dicho por Suga con movimientos de cabeza ― Era un equipo bastante nefasto el que teníais contratado ― Sentenció Jin, que miraba con algo de horror la ropa que llevaban puesta ― ¡No me hagáis recordar a ese equipo por favor! ― Dijo Nam Joon actuando un terrible dolor de cabeza ―¡Pues era el equipo favorito de Jungkook! ¿Ya le has conocido Taehyung?― Preguntó Jimin ― Sí, ya le conocí ― Respondió Tae evasivo, pero Jimin no se rindió ― ¿También hiciste bocetos para él en base a su personalidad, a su esencia? ― Preguntó Jimin divertido ― Por supuesto, hemos hecho bocetos para el grupo entero ― Intervino Jin, viendo que el rubito tenía ganas de guasa ― A Jungkook le está costando asimilar este cambio, pero lo entenderá cuando vea los resultados. Taehyung, estos chicos brillan por su música, pero desde luego su forma de vestir no ha ganado ni un solo halago ― Nam Joon quiso zanjar las preguntas de Jimin, pero también dar un mensaje claro sobre la actitud de Jungkook ― ¡Bien chicos! Es tiempo de tomar medidas ― Jin se levantó en busca del material de trabajo y con ayuda de Tae empezaron las anotaciones.

Jungkook en casa se debatía entre quedarse o ir a la empresa. No sabía qué hacer y la culpa era del maldito que había vagado en sus sueños toda la noche. Para su pesar, no habían sido precisamente pesadillas las que había tenido con él, sino más bien una serie de sueños erótico románticos que bien podrían convertirse en material cinematográfico XXX ¿A dónde iré a parar si sigo así? no basta con los recuerdos, también está en mis sueños ¡Maldito! Finalmente decidió quedarse en casa, no tenía ganas de aguantar las miradas de nadie. La decisión no habría sido mala si realmente se hubiese sentido mejor, pero pasaban las horas y lo que hacía era sentirse peor y ya no bastaba con el hecho de tener al maldito constantemente en su mente, también estaba el hecho más grave para él, así no era capaz de trabajar y si no trabajaba su vida tenía poco sentido.

DicotomíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora