"Por qué... seguimos... jugando... a..." leo las palabras que estoy escribiendo en voz alta.
"Las cartas," dice Villa impacientemente y roba el boli de mi mano para escribir las palabras que faltan en el papel. "Escribes como un caracol," se burla de mí riendo.
"Al menos tengo una caligrafía bonita, ladrón," respondo sonriendo. Villa echa una risita y vuelve a tocar las notas respectivas de la letra de la canción.
"Sabiendo que tienes un as bajo la manga," canta y así roba toda mi atención. Es el ladrón de mi boli, mi atención, y, últimamente, de mi corazón. "¿Simón?" me pregunta. "Esta es tú parte."
Me quedo un poco confundido, pero pronto me doy cuenta de que Villa me pidió antes que cantara las partes que normalmente cantaría Isaza. Hemos quedado en mi casa para estudiar para el próximo examen de matemáticas, pero acabamos escribiendo la nueva canción que hemos empezado a componer juntos en la última prueba, porque sólo nosotros la tenemos en nuestras cabezas. "Lo siento, lo olvidé."
"Lo siento también, por robar tú boli." Me devuelve el bolígrafo y roza mi mano ligeramente. Así provoca un escalofrío en mi espalda. Luego cambia a un calor que comienza en la zona que Villa ha tocado y se extiende hasta el resto de mi cuerpo. Siento que ese contacto pone mi corazón a mil, como si su mano linda todavía estuviera tocando la mía. Sus dedos delgados, que pueden tocar el banjo tan cariñosamente; los nudillos que destacan de su mano y la palma de su mano que quisiera mantener en la mía. Quizás mientras acaricio la línea fina en la palma de su mano para darle placer y para que se sienta a gusto, porque si sería así, me alegraría. Me gustaría que él no sólo acariciara mi mano para devolverme mi boli, sino porque quisiera sentir mi piel como yo quiero sentir la suya. Es tan suave, tan blando, tan... "¿Simón?" Villa vuelve a preguntar. Casi no lo oí porque estaba concentrado en su piel hermosa.
"Sí, lo siento." Empiezo a tocar y cantar las líneas, pero no lo hago con toda mi alma, como Villa lo hace. No puedo hacerlo así, porque mi alma ya no está en mi cuerpo. Con el contacto con Villa la he perdido; se quedó en otro lugar.
Así mi alma en su piel está encerrada.
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Ladrón
أدب الهواةParte 1 Era mi mejor amigo. Por supuesto, también tenía a Isaza y Alejandro, y a mi hermano Martín con quien siempre me he llevado bien, pero mi amistad con Villa era algo diferente. Teníamos una conexión mental, así que sabíamos que pensaba el otro...