23 de Julio de 2040.
¡Todos salgan por las salidas de emergencia! ¡ya, ya, ya!- dijo el general Ghang a su ejército con voz frustrada y al mismo tiempo de mando.
Las alarmas sonaban, el señor Singh se despertó por un inmenso calor y por un olor a humo, un incendio.
Observó por un agujero en el suelo de su celda como cada guardia, soldado y cazador que se encontraba en el segundo piso se trasladaba rápidamente de un lugar otro, como todos los esclavos de ese piso gritaban. Pensó por un momento que los sacarían de su celdas para también evacuar el lugar. Pero no, no fué así. Escuchó por el altavoz como el general dio ordenes al personal que no abrieran las celdas, menos la de única de la planta de arriba que era la del señor Singh, si era necesario dejaran morir a los esclavos.
Debido a sus habilidades los preferían muertos antes que libres, ya que si quedaban libres destruirían todas las cárceles de esclavos en el mundo.
Para su mala suerte Madhya, los quería libres, y mejor aún los podía hacer libres.
Ella inició el incendio, entró en la madrugada por un túnel ocultó bajó tierra que ella hizo y que la dirigió a la cocina y ahí inició una fuga de gas, además de prenderle fuego a la cocina y llenarla de petróleo.
Se fue directo a la celda del último piso, entre su camino por la escalera encontró a algunos guardias y soldados pero eso era lo de menos, pudo matarlos a todos. Al llegar a la puerta apresuró el paso hacia el botón de control de las celdas de toda la cárcel que estaba en la entrada del lugar tan rápido que nadie podría detenerla y enseguida todas las celdas se abrieron.
Corrió hacia el fondo, hacia la celda de su padre. Lo encontró pasmado, Madhya lo movió un par de veces y este volvió en sí. La miraba con desesperación, semblante dudoso al mismo tiempo que feliz, su padre intentó hablar, pero ella le indicó que había poco tiempo, que debían salir, luego hablarían. Lo tomó de las manos para ayudarlo a pararse. Corriendo se dirigian a la planta baja, a la cocina, para luego ir hacía al túnel. Pero al llegar abajo algo los detuvo, observaron como el lugar estaba hecho una zona de guerra, algunos esclavos lanzaban las puertas quemadas que arrancaban de sus celdas hacia el ejercito del general y escapaban, otros caían al suelo muertos debido a las balas que los soldados disparaban contra ellos, miraron como también algunos de miembros del ejército de soldados, guardias y cazadores caían muertos por las habilidades que algunos esclavos empleaban contra ellos, otros simplemente huían del fuego y corrían por todos lados hacia las salidas de emergencia. Nadie se percató de que allí estaban ellos.
Después de unos segundos Madhya reaccionó, y llevó rapidamente a su papá hacia la puerta que dirigía a la cocina, de ahí empezaba a salir humo, rápidamente tomó una bolsa que contenía dos chalecos antibalas, la había tomado del recibidor en donde estaba el guardia que vigilaba el piso en donde se encontraba la celda de su papá.
Se colocó uno y otro le dio a su papá, les llegaban a la rodilla y eran gruesos, tal vez así el fuego no traspasara, pateó la puerta y entraron al lugar, lo cruzaron sin ninguna dificultad para después tomar el atajo hacia el túnel subterráneo.
Madhya y su padre ya estaban fuera de la cárcel, habían cruzado el túnel, se dirigieron por detrás de grandes árboles que estaban alrededor del campo frente la cárcel para irse de allí, iban casi a la mitad cuando a Madhya se le ocurrió mirar a través de un agujero que dos árboles hacían, sus ojos se encontraron con el general Ghang junto con algunos de su ejercito, él daba ordenes rápidamente a estos mientras buscaba con la vista a Madhya, sabía que ella era la que inició todo. Rápidamente Madhya apartó su vista de ahí, para luego percatarse de que su padre iba ya unos pasos más adelante, en segundos lo alcanzó y ahora caminaban a la par. No corrían para no hacer mucho ruido y ser descubiertos.
Su padre se percató de que el fuego ya avanzaba por la hilera de árboles, en cuestión de segundos tomó de la mano a su hija con desesperación, esta reaccionó rápidamente y sosteniendo el agarre de su padre con una velocidad que no sabía que tenía corrió hacia el gran bosque que estaba enfrente a ellos. No se dio cuenta de una rama que atravesaba la tierra en la entrada al lugar y tropezó cayendo junto con su padre, rodando debido a la velocidad, pararon al chocar fuertemente contra una piedra. No avanzaron mucho, apenas quedaron detrás de la primer hilera de arboles del bosque, cuando volvieron en sí escucharon un gran golpe Madhya fue la primera en reaccionar y jaló a su padre que ya estaba herido con un movimiento casi imperceptible para colocarse detrás de la piedra. Ahí se tiraron sobre la tierra húmeda, agotados.
Segundos después Madhya se incorporó sobre sus manos para sentarse, para ver de donde provenía el impacto. Colocó sus cabeza a la altura de la piedra, sólo quedaron a la vista sus ojos, miró hacia al frente y pudo observar como las vallas eléctricas que antes cerraban la cárcel ardían tiradas al suelo, supuso que el fuego alcanzó las torres que las controlaba y quitó la electricidad de esta, supo que de ahí provino el gran golpe que hace unos segundos escuchó, luego se percató de como los reclusos que había visto antes huían y otros que no también, corrían por todo el campo frente a la cárcel.
La improvisada reunión entre el ejercito del general y este había terminado y ahora perseguían a los reclusos que se dirigían hacia el bosque, Madhya reaccionó muy rápido y tomó en brazos a su padre que estaba inconciente por el humo en sus fosas nasales y por la herida que la caída provocó, corrió a toda velocidad.
Corrió, corrió, hasta llegar a la cabaña, lo primero que hizo fue curar y cuidar de su padre. Le explicó que provocó el incendio para salvarlos, a él y a todos los esclavos y que ahora iría por su hermano y madre. Él asintió entre lágrimas.
-Será más difícil -dijo Madhya con tono firme. -porqué debido a lo ocurrido tendrán más seguridad en las demás cárceles, pero tengo todo bajo control, tengo diferentes tácticas, un asesino debe tener diferente maneras para matar, la transformación es parte del crecimiento. Aunque suene macabro, la más grande asesina anhelo ser yo, papá.
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La Esclava 9642.
Science FictionDurante varias decadas en La India fue muy practicada la esclavitud. Nunca nadie hizo algo para acabar con ella. Pero fue hasta 2040 en una de las ciudades más importantes de La India una jóven de 25 años llamada Madhya Singh decidió acabar con eso...