Capítulo 21.

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Capítulo 21

-Mamá, iré al centro comercial-le dije sonriendo.

-Está bien ____, te cuidas.

-Lo haré, nos vemos.

Salí de casa y me subí al auto para ir a la plaza.

Llegué, y lo primero que hice fue entrar al salón de belleza.

-Hola ____-me sonrió la pelirroja-, qué bueno verte.

-Hola Ariana, lo mismo digo.

-¿Qué te haré hoy?

-Un cambio totalmente drástico.

-Veré que puedo hacer-me guiñó y tomó las tijeras puntiagudas.

Mi cabello pasó de largo negro intenso a corto hasta los hombros rojizo.

-Me encantó Ariana, gracias-le dije, abrazándola. Había hecho un gran trabajo con mi desastre que traía en la cabeza, ni parecía yo.

-Por nada, quedaste hermosa. ¿A quién quieres impresionar?

-Sólo a mí misma, quería renovarme.

-Suerte ___, ten un buen día.

-Igualmente, gracias.

Salí a las tiendas de ropa y al entrar me sentí nueva. En vez de irme directo, como siempre, a la zona de playeras estampadas y opté por blusas de tirantes y más lindas. Me compré miles de jeans de colores y muy, muy skinni. En vez de comprarme Converse o Vans, escogí plataformas enormes.

Todo lo pagué con la tarjeta de crédito que papá había dejado para mí hacía 18 años antes de su muerte. Había agradecido que haya prevenido todas las necesidades de su hija. No exactamente porque en verdad necesitaba el dinero, sino porque me encantaba saber que se había preocupado por mí antes de que cumpliera la mayoría de edad.

Estaba en las cajas pagando todo, cuando me hablaron detrás de mi hombro.

-¿Qué haces por aquí? Linda, años sin vernos-me sonrió el chico.

Su nombre era Christian, Christian Beadles. Mi ex novio... creo que el mejor novio que una chica puede desear y tener. Habíamos terminado porque nuestras familias no aceptaban nuestra relación, ya que según mi madre y la suya, les traía problemas, así que por el bien común, nos alejamos lo más que se pudiera.

-Chris-le sonreí.

-¿Un abrazo? -se me acercó para estrecharme contra su cálido cuerpo.

-¿Cómo has estado? -le pregunté mientras me separaba de él.

-Bien... todo bien. ¿Qué tal tú?

-Yo... bueno, no he estado bien-reí quedito.

-No te oyes muy segura-tomó mis bolsas que traían todo lo que había adquirido esa tarde y me dirigió a la salida.

-No, en realidad no. No he estado bien.

-¿Me contarías?

-Sería bueno.

-Entonces te invito un café, ¿quieres?

-Me encantaría, Chris.

Payphone T.1 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora