Bebé.

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Puso sus dos manos sobre el grande y caliente pecho de Forth para apartarlo, bajo esa mirada llena de confusión por parte del mayor. 

-Las cosas no serán así de fáciles, Forth- Dio varios pasos hacía atrás para poder verle a la cara. 

-¿Entonces como serán? 

-Sólo ve mañana al hospital si quieres ver a nuestro bebé -Sacó una tarjetita que tenía en el bolsillo de su pantalón, la cual contenía todos los datos para ingresar a la dicha coreografía. 

Forth tomó el papel en sus dedos sin demostrar una posición dubitativa, eso le asustaba a Beam. 

-¿Hace cuanto sabes lo del embarazo? -Preguntó el mayor mientras caminaban hacía su auto. Así es, Beam había aceptado después de una acalorada discusión, no le quedaba de otra. 

-Hace aproximadamente tres días- Casi se atraganta al escuchar esa pregunta. 

-¿Y cuándo planeabas decirme? ¿O no planeabas hacerlo? -Forth lo miraba con una ceja alzada, como si intentara leerlo. Cómo si quisiera profundizar. 

-Obvio sí planeaba decirlo... No quería que te enterarás de esa manera. 

-Te enteraste hace tres días, ¿Por qué no llamaste? 

-Oye, no es tan fácil. Pensaba en como decirlo. 

Y así continuo el trayecto a casa de Beam. Los dos se sentían demasiado estresados; Por un lado estaba el menor, quien estaba llegando a su tope en ese momento, pero además de eso se sentía con una gran angustia en el pecho porque no sabía que iba a pasar exactamente con su futuro, con su bebé. En el otro extremo del Round estaba Forth, aún no podía creer lo que estaba sucediendo, su mente aún no discernía muy bien la situación y estaba enojado hasta la médula porque sentía que Beam le ocultaría su embarazado, estaba actuando tan extraño. 


Cuando el pequeño conjunto de departamentos apareció en su campo visual, se bajó del auto sin decir ni una palabra, sin despedirse de Forth, joder. Al diablo con ese idiota. 

A medida que iba acercándose a su humilde morada, sentía que las ganas de gritar se acumulaban en su garganta al igual que sus lagrimas, bueno, en realidad eso estaba dentro suyo desde que Forth se dignó a besarle, pero obvio no permitiría eso, sería como perder su dignidad y no lo permitiría. 

Después de llorar un rato metido en la bañera con mucha espuma y muchas sales frutales, decidió que era hora de afrontar lo que estaba sucediendo, por lo que salió de allí y se puso ropa cómoda, no es como si fuera el fin del mundo ¿O sí? Debía pensar muy bien en como iba a decirle a sus padres que por fin iban a ser abuelos, aunque dudaba que ellos estuvieran felices de que sería padre soltero. 

Se miró en el espejo y sintió de nuevo esas ganas de llorar. Sus ojos estaban algo hinchados al igual que su barriga, sólo porque aún se estaba adaptando al embarazo. Puso una mano sobre aquel bulto pequeño casi invisible que se formaba allí, no podía creer que eso le estuviera pasando a él, había anhelado tanto ese momento, pero no de esa manera. Su idea era llevar algo dentro suyo que fuera producto del amor. 

Forh no se quedaba atrás. Sus nudillos dolían por golpear tanto su volante y lo más probable es que al otro día tuvieran una enorme hinchazón o hematoma.

¿Y sí Beam no quería decirle sólo porque creía que le pediría que abortara? Era lo más acertado que le llegaba a la cabeza en ese preciso momento, porque ¿Qué más podría ser? No encontraba algo más viable que eso y el día de mañana luego de la ecografia se encargaría de arreglar ese problema. 

Bee Beam. (2Moons The Series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora