Vehemencia.

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Terminó de abotonarse el abrigo sin apretujar mucho su gran estomago ahí adentro. Hoy iría con su novio a un festejo de su empresa. 

-¿Qué tal me veo? -Se posicionó frente a Forth mostrando mejor su atuendo. 

-Genial, creo que mamá se moriría de la emoción si te viese -Rió el mayor acercándose para rodearlo con sus brazos -Pero no me gusta que luzcas tan guapo. 

-¿Acaso lo que huelo son celos? -Lo miró divertido rodeando su cuello. 

-Oh, sí. No quiero que nadie te mire como yo lo hago, ¿Entendido? -Besó los labios de Beam. 

-No es como sí me interesara que alguien me viese así -Susurró sobre sus labios. Se puso un poco de puntillas intentando tenerlo más cerca, pero igual aquello era en vano porque su estomago estaba en el medio. 

Forth bajó sus manos lentamente por los costados del menor y metió sus manos bajó la suave camisa negra que tenía bajo el abrigo. Tocó la piel de su cintura y la acarició como si fuese lo más preciado mientras que Beam gemía sobre sus labios con los ojos semiabiertos. Bajó un poco más sus manos hasta que se topó con el borde de su ropa interior y metió sus manos allí para continuar su recorrido, sintiendo a través de sus dígitos la suave piel de sus glúteos, apretándolos con poco, amándolos otro poco. 

-Si sigues tocándome así, es probable que ya no quiera ir a ningún lado -Sus mejillas brillaban con el color rojizo que las había teñido. Ver a Beam así era casi como un sueño erótico. 

-No me importaría realmente -Mencionó Forth atacando su cuello a punta de besos con una gran vehemencia. 

Beam gimió alto mientras agarraba la cabeza de Forth. Los dos retrocedieron a compás y chocaron contra el tocador. Forth tomó las caderas del chico y lo subió allí para ponerse entre sus piernas y devorar su boca una vez más. Sus muslos ahuecaron muy bien su cintura y esas delicadas, largas y blancas manos no perdieron el tiempo, desabotonando su camisa blanca, bajando por su torso casi al punto de enterrar sus uñas. Forth gimió de manera ronca en respuesta y el menor bajó del tocador para besar su pecho y morderlo. 

-Vamos a la cama -Tomó la enorme mano de Forth y lo llevó en el pequeño trayecto hacía la cama matrimonial. 

Forth cayó desplomado sobre la cama, mientras que Beam se subía a horcadas sobre sus muslos y se quitaba el abrigo. Sus manos volvieron a viajar al torso de su novio y terminaron de quitar la camisa, tirándola sobre algún lugar de la habitación. Le dio una última mirada a esos ojos color chocolate y bajó hasta su abdomen marcado rozando sus labios allí sin dejar besos, solo respirando sobre el piel flamante del mayor. 

-Desnúdate, hazlo para mí. Vamos -Susurró. 

Beam se sentó sobre su regazo y empezó a quitarse cada prenda lenta y tortuosamente mientras lo miraba. El color rojo de su ropa interior lo saludó hasta que se perdió y de pronto, tenía sobre sí a el ser más hermoso, desnudo, solo para él y totalmente a su disposición. El chico se sentó sobre su erección meciéndose lentamente y gimiendo al compás, mientras que él sentía como su pre seminal mojaba sus boxer. 

Agarró los glúteos de Beam para guiar sus movimientos, intentando no ser muy brusco, manteniendo su autocontrol a raya, viendo como las expresiones de su novio eran más demostrativas que las anteriores. Terminaron de desvestirse y los dos pudieron culminar su amor mientras la luz de la luna los bañaba. 


 -Al parecer alguien tuvo acción anoche -Dijo Guideon con una gran sonrisa mientras silbaba. 

Bien, admitía que se veía un poco mal, pero era inevitable. Forth y él últimamente estaban peor que los conejos y no es que eso le molestara, pero se sentía exhausto. 

Bee Beam. (2Moons The Series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora