Tres sílabas.

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Habían pasado siete meses ya desde que estaba en embarazo y literalmente en ese punto estaba por explotar, aunque eso no le impedía comerse el gran bote de helado de mandarina que estaba degustando en ese instante. 

-Pareces una pelota -Rodó los ojos al escuchar eso. 

-Amas tener sexo con está pelota -Arqueó una ceja mientras lo miraba divertido. 

-No te lo negaré -Susurró con suspicacia mientras lo miraba a través del reflejo del espejo. 

Le lanzó un beso a su novio para continuar devorando su helado. Hasta ahora su relación iba de maravilla, admitía rotundamente que nunca imaginó estar ahí, con Forth a su lado y esperando una hermosa bebé que pronto nacería. 

Al día siguiente era el cumpleaños de Forth y aún no había planeado algo. Sí por él fuera, se encerraría junto a él todo el maldito día para tener sexo pero no sería indicado. Deseaba hacer algo más elaborado, porque al fin y al cabo él ya lo había hecho para Beam. 



Puso la alarma a las seis y medía, medía hora antes de que Forth se despertara para ir al trabajo. Caminó hasta la cocina y sacó de la nevera la masa de pastel que había preparado el día anterior. Lo puso en el microondas y en veinte minutos estaba listo. Se empinó y cogió las velas del dos y siete. Las puso sobre el pastel recién hecho y caminó hasta la habitación sin hacer mucho ruido. 

Dejó el pastel de chocolate sobre la mesita de noche y caminó hasta la grabadora para poner un tema de Ella Fitzgerald, sabía que su novio amaba rotundamente al Jazz y más a la hermosa vez de esa morena mujer. La dulce melodía de Summertime llenaba la habitación, era perfecto, justo lo que él había querido. 

Se subió sobre Forth y empezó a besar su rostro mientras que le decía palabras dulces para que despertara. El mayor abrió los ojos entre risas y Beam se emocionó mucho más, tomó cada extremo de su rostro y le plantó el beso más pasional hasta ahora, a lo que Forth correspondió dichoso mientras lo abrazaba y le decía que era perfecto sobre sus labios. 

-Feliz vuelta al sol, papi Forth -Susurró aún muy cerca de su cara. 

-Te adoro, no te imaginas cuanto me encantas -Sonrió el mayor. 

Beam se sentó sobre su regazo y el hizo lo mismo apoyándose sobre el espaldar de la cama. Tomó el pastel y prendió las velas con el encendedor. Lo puso entre ellos sosteniéndolo a la altura del rostro de su novio. 

-Pide un deseo cariño -Susurró mirándole a los ojos. 

Forth cerró los ojos entusiasmado como un niño pequeño y solo le puedo pedir a la vida que Beam estuviese toda la vida a su lado, que sus vidas estuviesen siempre llenas de prosperidad y que el amor entre ellos siguiera vivo aunque pasaran cincuenta años. Abrió sus ojos y después de fijarse en los ojos de su novio, llenos de ilusión. Sopló las velas. 

-Genial, ¿Quieres probar mi obra maestra? -Dijo Beam levantando el pastel. 

-Quiero probar todo de ti, primor -Rió sonrojado al escuchar eso. 

Los dos se levantaron y Forth se fue a duchar, mientras que Beam iba hasta la cocina y preparaba su desayuno esmerándose más de lo normal. Preparó una receta que vio en Internet (Ya sabía, patético) Llamada Tartaletas de Bacon y se veía realmente delicioso. Decoró el plato haciendo un corazón con salsa de Ketchup y lo puso en la bandeja, junto con juego de naranja, un pedazo de su pastel estrella y un pequeñito jarrón con dos margaritas azules. 

La puso sobre la isla y le subió el volumen a los discos de Jazz, porque ahora Forth no estaba dormido. Caminó hasta la habitación para ver si su hombre ya estaba listo y lo encontró intentando atar su corbata. Rió en voz alta al verlo tan concentrado. 

Bee Beam. (2Moons The Series)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora