Capitulo 24. Advertencias.

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Han pasado tres meses desde que me mude a Japón, haciendo formal que esta sería la nueva base principal de Vongola, de la Décima Generación Vongola, claro está. Estaba abrumado por el interminable papeleo que estaba haciendo... y llegaban siempre más cada cierto tiempo. ¡No he tenido ni tiempo de explorar mi nueva casa!, suspiró pesadamente y fulminé con la mirada a los culpables de que ahora este con el triple de mi trabajo.


— ¿Se arrepienten? —pregunté.


—T-T-Tsuna N-Nii san... no es c-culpa de L-Lambo...


—E-Esté niño n-no se deja h-hacer los e-exámenes i-importantes, así no p-podre t-terminar las Cajas q-que s-solicitaste a tiempo.


Entorné la mirada con el ceño fruncido— Me importa poco si no puedes, hazlo, y Lambo deja de huir de Verde. Eres mi Guardián del Rayo, ¿Entiendes cuán importante es eso? —no había tiempo, no podía seguir esperando que Verde, Lambo y mis amigos se llevarán bien en cada examen. Ellos no me replicaron así que me incorporé y salí dando un fuerte golpe.


—Herbívoro.


Miró de reojo a Kyoya— ¿Qué haces aquí? Pensé que habías dejado en claro que no volverías aquí al menos que peleara contigo, cosa que no haré. Puedes irte si a eso vienes.


Ignoró a Hibari, no tengo tiempo para lidiar con él. De hecho, no tengo tiempo para lidiar con nadie. Visualizó la hora en mi reloj y frunzo el ceño, me dirijo a una habitación en específico y tiro la puerta abajo de una patada. Al menos una de ellas. Recorrí la recamará rápidamente hasta fijarme en su dueño. Este desgraciado bastardo... aún sigue negándose.


—¡¡¡Reborn!!! —Le tiró de la cama sacudiendo las mantas—, ve a la escuela ahora mismo. ¡Llegas tarde, maldito!


—Dame-Tsuna —escuché el clic de su arma—, ¿Quieres morir, cierto?


—Maldita sea Reborn, ¡Tienes que ir a una escuela!, se lo prometí a Mamma... ¡Y aun eres un niño, así que hasta que no regresas a ser un adulto, alístate! —le reñí tomándolo para cambiarlo.


—Morirás, Dame-Tsuna —esquivó su patada por milagro y retrocedo con el ceño fruncido—. No iré a la escuela, soy tu tutor, no es al contrario... y no soy un niño.


Encarnó una ceja y lo miró de arriba a abajo— ¿Qué mides? ¿Un metro con diez? —Le tome del cuello de la camisa—. ¡Eres un niño así que irás a la escuela como todos ellos!... y aunque seas mi tutor, también eres mi consejero privado y sigues mis órdenes. Así que ve la escuela, te llevaré a la primaria de Nami-chu, personalmente.


Nos enfrentamos a una pelea de miradas, sabíamos que ninguno iba a ganar porque esto había estado pasando desde su llegada. Y hasta ahora seguíamos empatados. Sonreí satisfecho recordando que había pedido a Hayato en cuanto llegamos a Japón que buscara al niño en dos semanas sin importar cuales fueron sus medios o medidas a tomar. El último día de ese límite apareció con Reborn a arrastra...


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Llegué a la Mansión después de haber terminado mi entrenamiento diario, hoy había hecho el doble del día anterior por el sobrante tiempo que tuve antes que el sol saliera... y la frustración de no tener algún informe de Hayato, aun no aparecía y estaba cabreado, se cumplía el plazo de su tiempo... Lambo y Mukuro fueron a una misión, sorprendentemente... nada ha salido mal hasta ahora, y Chrome partió a su universidad hace una hora. El resto de los chicos estaban por ahí con sus familias o reforzando o mejorando algo por la Mansión.

La Voluntad del Cielo más Poderoso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora