Capitulo 27. Futuro.

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Había ganado.


Por fin podía dejar la pluma y sentirse orgullosa— No puedo creer que me hubieran obligado a terminar mi trabajo. ¡Me duele mi mano! —se quejaba para sí misma la chica desparramada sobre su vacío escritorio. Sin un papel sobre él, podía apreciarlo mejor.


—Riho sama.


— ¡Ya termine todo, de verás!


Un silencio extraño surgió en su oficina. Aquella quién era su mano derecha suspiró— Lo sé. Tsunayoshi sama también, ¿Irá con él ahora?


— ¿Tengo otras opciones? —Comentó sonriendo. Lo había pensado mucho mientras se sumergía en su trabajo hasta que acabo con todo. ¿Sus leyes cómo podían restringirla tanto? ¿Estaría bien siquiera pensar así?—...Después de todo la Cosa del Futuro también me lo ordenó. Cosas... siempre serán Cosas —sus pensamientos fueron un silencioso eco mientras ella se alejaba lentamente, dejando atrás, aquella oficina con puertas negras y el escudo Vongola.


Mientras avanzaba por el pasillo, fue hasta la sala donde podría hacer lo que quisiera casi sin miedo a las repercusiones. Suspiró pesadamente y se concentró en el molesto cosa castaño que había estado por cuatro años bajo su cuidado. Se lo imaginó tal como se había marchado. Así que cuando sintió el tirón... no esperaba a los intrusos, gruñendo enfocó a sus llamas a desviarse a la otra sala. Les advirtió lo que estaba pasando y se retiró con rapidez, Vindice la había estado rastreando con tanto afán que daba gracia verlos dar vueltas con cada intentó. Se retiró de la sala en silenció y escuchó el golpeo al otro lado del pasillo.


Sus invitados habían llegado.


Pero antes... debía ponerse presentable.


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Por otro lado... el trio de hombres, habían caído por aquel agujero directo al suelo. Tsuna siempre estuvo acostumbrado al extraño agujero oscuro, y total oscuridad cuando entraba a esté. Pero eso no quería decir que no dejaba de ser inquietante. Además... no había sido solo él quién quedo atrapado, su instinto le decía que no había sido calculado la presencia de aquellos dos. Pero considerando la reacción del Demonio Carnívoro... y que el Diablo estuvo siempre a su lado. El error había sido no pensar que quedarían atrapados en el proceso.


— ¿Dame, Hibari, están bien? ¿Pueden ver algo? —interrogó Reborn iluminando un poco su lugar con ayuda de su metamorfoseo camaleón, ahora linterna.


—Te-te-te... estoy por aquí Reborn —aviso justo a su derecha—, ¿Kyoya sigues aquí?


— ¿Acaso tengo donde ir, herbívoro?


—N-No...P-pero no hables tan molesto... detrás de mí —susurró el castaño con una sonrisa nerviosa mirando a su espalda cuando Reborn los iluminó a ambos.


— ¿Dónde estamos Dame-Tsuna? —Interrogó el niño con cierta molestia— ¿Y quién hablo en mi cabeza?

La Voluntad del Cielo más Poderoso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora