Capítulo 42

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Narra Renato:

     Llegamos a la habitación con Karen y dejamos a Joel en la cama, le saque los zapatos y lo deje de lado para que si se sintiera mal, pueda vomitar...

Renato: Listo. Ahora hay que dejar que duerma nada más, así le pasa la borrachera.

Karen: Si, después hablare con el – Abriendo la puerta.

Renato ¿Qué haces? – Acercándose a ella

Karen: Renato no quiero problemas. Es mejor que me vaya. – Saliendo de la habitación.

Renato: Espera – Entrándola a la habitación

Karen: Pero ¿Para qué? – Mirándolo seria.

Renato: Solo quiero decirte que muero por tocar tus labios. Me llamaste la atención de inmediato, pero sé que tú estás con Joel o que tienen algo. Tú quédate en la habitación yo me iré de fiesta con los chicos, le aviso y listo. No te preocupes.

Karen: ¿Estás seguro?

Renato: Yo no quie...

Karen: No digas nada – Le di un beso en la mejilla haciéndolo callar.

Renato: Eres hermosa. Cuídalo te lo dejo en tus manos, mejor dicho en buenas manos.

Karen: Chao Renato. Gracias por la confianza.

Renato: Chao hermosa. – Dándole un beso cerca de la boca, saliendo de la habitación.

Narra Karen:

     Eso fue extraño, pero dulce. Renato es un amor, pero yo estoy con Joel. Mejor me voy atender a su lado para cuidarlo.

Joel: Karen – Hablando dormido

Karen: Aquí estoy tranquilo bebé – Acariciando su cabello

Joel: Dame un beso – Estirando su boca.

Karen: Joel no – Estaba pasado a tequila.

Joel: No seas mala princesa. – Acercándose a ella

Karen: Duerme mejor, estas mal – Alejándose.

Joel: Quiero hacerte el amor – Abrazándola.

Karen: Por qué mejor no descansamos y nos llenamos de besitos y abrazos – Besándolo

Joel: Hermosa ven aquí – Abriendo sus brazos.

Karen: Espera que con ropa no me gusta dormir. – Quedando en ropa interior.

Joel: Así me gustas más.

Karen: Joel estas ebrio, descansa mejor.

Joel: Como usted diga hermosa.

Narra Karen:

     Le saque la ropa a Joel y lo deje en bóxer mientras yo me acerque, el me abrazo por la espalda y pude sentir su cuerpo completamente duro, su miembro estaba erecto y me hacía círculos en mi trasero, quería que ya esté dentro de mí, pero como estaba enojada. No iba a dejarme seducir tan fácil, aunque mi cuerpo solo quería gemir de placer...

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