Cap. 19: El oasis

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-----POV Narrador-----

Jhon: -Ah~ Es bueno sentir el viento en la cara de vez en cuando- El grupo estaba siendo transportados en dos camionetas militares de Oasis. Su falta de Dios o Diablo les permitió dar grandes pasos tecnológicos. La camioneta no tenía ruedas, sino que flotaba con un propulsor magnético que aprovechaba de la magia para generar un campo de energía en el aire que servía de rueda. Dal y Mikaila manejaban uno cada uno, llevando de manera ordenada a una cantidad equitativa de civiles, Dios y Diablos. Mikaila estaba con Jhon y mientras que Dal con María en los asientos delanteros -Oye, ahora en serio ¿Cómo están vivos...?

Maikaila: -Jaja, pues larga historia- Echó una carcajada y siguió conduciendo con una sonrisa -Dal y yo estábamos moribundos, vimos como se cerró el portal y tu cara de desesperación. En ese momento yo protegí a Dal, que recibió la mayor parte del daño antes... Hasta que...- Sacó un pendiente de su bolsillo, no lo podía llevar porque no le entraba, era de plata y era en forma de chapa militar. Lo abrió y adentro había una foto de un escuadrón militar... -El que está en el centro es el General Cmok, él nos encontró allí y nos trajo a lo que en su momento era solo un prototipo de Oasis, pero estaba completamente bien armado y lleno de tecnología, era una basta red de avances y eficiencia, todas dirigidas por una sola persona, Jacob...

Jhon: -Se ve que estuvo bastante ocupado aquí ¿Eh?- Divisó a lo lejos a un pequeño puñado de Corruptores -Oh ¿Los evitarás?- Le señaló a donde los vio

Mikaila: -Jaja, no- Tomó su radio -Tengo enemigos a las doce, procede con el cambio de fase

Dal: -Desde la otra radio -Entendido- Dejó la radio en su lugar y presionó un botón debajo de la misma, haciendo que los vidrios se recubrieran de una capa de metal, al terminar de cubrirlos todos, como si fuese por arte de magia, se podía ver a través de las placas metálicas. Tomó la radio -Estado positivo ¿Procedemos?

Mikaila: -Claro que sí- Colgó la radio

Dal: -Siempre tan animado ¿Eh?- Suspiró

María: -Es impresionante...- Quedó fascinada por la avanzada tecnología

Dal: -Y ésto es solo la punta del iceberg... Hay mucho más en Oasis, deberías de ver el edificio de nuestro jefe...

María: -De seguro me caigo redonda en el piso del vértigo- Rió nerviosamente

Dal: -Jaja, sí, pero la razón de que estemos con vida y tengamos nuestros brazos y piernas es gracias a esa tecnología...

María: -¿Eh? ¿Cómo?- Estaba muy intrigada

Dal: Suspiró -Ni modo, te contaré, sé que si no lo hago no vas a dejar de molestarme hasta que te lo diga- Aclaró la voz -Cuando nos llevaron a Oasis estábamos demacrados, a mi faltaban muchas partes de mi mismo, a Mikaila también, pero allí nos brindaron ayuda...- Aceleró y comenzó a atropellar Corruptores, que se lanzaban al auto en un intento desesperado de atacar a los pasajeros -Estuvimos casi cinco años en tubos regenerativos. Con ciencia moderna y magia regeneraban de a poco todo lo que habíamos perdido, incluso ahora se lo hace con soldados heridos, son buenas personas... Mejor dicho eran...

Jhon: -¿Por qué lo dices?- La radio no había sido apagada, haciendo dar a María y Dal un respingo -Deberías fijarte que cuelgas la próxima, llevo escuchando todo el rato

Mikaila: -Además de que me daba flojera contarle eso así que aproveché jajaja- El ruso aplastaba Corruptores como el delfín

Dal: Suspiró -Tú siempre tan oportunista...- Aclaró la voz -Hace tres años nuestro jefe murió misteriosamente, presumiblemente asesinado, pero lo que de verdad importa es que el nuevo jefe está tomando medidas dictatoriales en el lugar, no deja a nadie vivir en paz, la misma fuerza militar está intentando quitarlo de su poder, pero su influencia llega a tal punto de no saber cuándo atacarlo...

The Gray Garden: Desert of Eyes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora