Cap. 35: El Oasis rojo

39 3 1
                                    

-----POV María-----

¿Cuánto tiempo ha pasado? Sólo puedo ver la nada, un negro eterno que me impide ver lo que ocurre en el mundo exterior...

¿Estaré muerta? No, estoy segura de que Jhon no me dejaría morir, así que sigo viva ¿Pero hasta qué punto...?

No siento nada, ni mis piernas, ni mis brazos, nada, como si flotase en el aire me siento ligera... Tal vez es el efecto secundario de alguna magia curativa o medicina...

¿Estoy en un coma? No recuerdo lo que me hicieron, no recuerdo lo que pasó para que terminara así de confundida...

Tal vez sea que me desmayé... O que me diera un golpe en la cabeza... En todo caso sé que Jhon haría algo, es muy preocupón e histérico si nos pasa algo... Nos...

Rina... ¿Estará bien...? Recuerdo que ambas fuimos atacadas por algo, pero no más de eso... Ella debe estar aterrada al estar sola...

Me pregunto qué estará haciendo Ivai... Ese vago debe haberse ido con Jhon, es su dueño original después de todo, no me extrañaría que se fueran a entrenar...

Entrenar... Eso es lo que me falta... Aunque haya hecho tanto en tan poco tiempo no pude hacer nada cuando nos atacaron... ¿Por qué? ¿Quién era nuestro oponente? Por más que intente recordarlo no lo logro... Como si mis recuerdos de ese momento se hubiesen esfumado así sin más... Es extraño no poder recordar...

Recordar... Recuerdo muchas cosas... Recuerdo que no pertenezco a esta línea de tiempo... Recuerdo que Jhon, Jacob y yo somos algo así como viajeros en el tiempo... Eso estaba suprimido en mis memorias... ¿Por qué? ¿Acaso era una especie de forma de que no nos preocupáramos del pasado que Jhon inventó...? No lo niego, pero él es demasiado precavido como para realizar semejante maniobra... Es más probable que hayan sido los Entes Superiores...

Los Entes Superiores... Ellos siempre lo han ayudado, él nunca los ve, pero yo sí... Es una capacidad especial que tengo... Pero ¿Por qué..? Sólo se que intentan apoyarlo y yo no puedo evitar pensar en que no solo lo ayudan a él, sino que nos dirigen a todos... Aun con eso, no sé por qué puedo verlos... Son como entes en el aire... Fuego... Como espíritus...

Puedo ver... Veo llamas plateadas iluminar un camino que parece vacío, negro... Estas llamas no iluminan, sólo son marcadores... Será mejor seguirlas... Pero aun con eso, no sé por qué soy capaz de verlos... Ellos me eligieron para algo, eso puedo recordarlo... ¿Para qué era...? A medida que camino por este camino siento que de a poco recuerdo... Yo... Jamás nací como otro ser de esta época... Fui creada... Ellos me crearon, soy su enviada, soy quien será la guía, pero parece que fallé mi cometido... No pude hacer bien mi trabajo, no pude guiar al elegido a la victoria... Los Entes Superiores me crearon, jamás fui una persona normal, menos aún alguien que la gente conociera del todo...

???: -Aun no mi niña, todavía tienes más oportunidades de cumplir tu cometido- Frente a mi se mostraba una de esas personas, un Ente Superior, era mujer, pero por algún motivo podía sentir que me olvidaba de algo al verla...

María: -Tú... No logro recordarte del todo...- Mi cabeza comenzaba a doler un poco, la abrumadora presencia de un Ente Superior era suficiente para dejarme en este estado...

???: -Tranquila, todo quedará sanjado una vez recuerdes quién soy... Puedo darte una pista, cuando eras de unos 5 años me llamabas con "m"- Ella me sonrió, sus ojos verde lima me brindaban esperanza, era alguien que contenía un gran poder, incluso mayor al de los Entes Superiores regulares

María: -Tú...- De repente un recuerdo pasajero pasó por mi mente, ella estaba parada junto a mi, yo la tomaba de la mano, ella estaba rodeada de plantas, animales, de vida, me miró sonriente antes de hacer crecer un árbol del que sacó una manzana, para luego entregármela, recuerdo que los animales querían jugar conmigo, todos parecían ansiosos de dar vueltas y hacerme compañía. Aunque otro recuerdo me resaltaba más, los Entes Superiores, todos estaban hablando con esa mujer, parecía enojada y triste, recuerdo que uno de ellos apareció de la nada y me llevó donde viviría con Siralos, ese bastardo no tuvo piedad y me usó casi de esclava... Pero con eso en mente sabía quién era esta mujer -Eres mi madre, mi creadora, ha apsado mucho tiempo- Sabía que no podía abrazarla... Hacía tiempo que yo había perdido esa gracia divina que me permitía entrar en contacto con los Entes Superiores sin dañarme... Pero quería hacerlo

The Gray Garden: Desert of Eyes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora