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Había pasado una semana y Ga Eul no había oído nada de Yi Jeong. Estaba bastante segura de que se había aburrido y seguía adelante y sabía que debería estar agradecida por ello.

Pero a menudo se encontraba pensando en el extraño encuentro que tuvieron fuera del gimnasio. ¿Por qué su corazón se había acelerado?

Independientemente de lo encantador que fuera, Ga Eul estaba decidida a no dejarlo llegar hasta ella. Constantemente se recordaba a sí misma que bajo aquel brillante exterior había un interior más negro que la noche más oscura. Todo lo que tenía que hacer era recordarse a sí misma su primer encuentro y su temperamento instantáneamente se encendería. Eso es lo que era y haría bien en recordarlo.

- ¡Ga Eul! - una voz suave interrumpió su reflexión. Se volvió para encontrar a Min Jee saltando hacia ella con una amplia sonrisa. Ga Eul apenas tuvo tiempo de registrar el hecho de que últimamente Min Jee parecía tener un muy buen estado de ánimo, cuando la chica alcanzo sus brazos, le hizo girar en un amplio círculo.

- Min Jee!- dijo riendo -¿Qué pasó?

- ¡Lo hice! - dijo  Min Jee sonriendo ampliamente. Ga Eul estaba confundida

- ¿Qué?

- ¡Le dije! - Min Jee se ruborizo furiosamente, -  Le dije que lo amaba. - Los ojos de Ga Eul se iluminaron cuando dijo eso

- ¿Y qué dijo?  - Min Jee se echó a reír nerviosamente,

- No lo sé realmente... Yo... le escribí todo en una carta y se la di, pero tengo razones para creer que aceptará mi amor. - Ga Eul sonrió

- ¡Oh, vaya! ¿Y quién es él? ¿Lo conozco?

Min Jee apenas había abierto la boca para responder cuando un fuerte chillido distrajo a las dos. Ambas se volvieron para ver a  So Yi Jeong caminando hacia ellas con una sonrisa divertida en su rostro. Min Jee se sonrojó mientras que Ga Eul gimió internamente.

- Hola hermosa desconocida - dijo una vez que se acercó a ellas.

- ¿Qué deseas? – respondió Ga Eul. La sonrisa de Yi Jeong se ensanchó

- Una taza de café con usted tal vez?

- No me gusta el café y, lo que es más importante, no me gusta su compañía - respondió, ignorando el agujero en su estómago. Yi Jeong se rió entre dientes

- Sé que no di una buena primera impresión, ¿verdad?

- ¿Primera? – pregunto Ga Eul  -¿Qué tal la segunda y la  tercera?, ¿qué te parece que estás haciendo ahora? ¿Crees que dejan una buena impresión? - Echó la cabeza hacia atrás y se echó a reír,

- Eres realmente otra cosa, bien, no hay café entonces, al menos me dirás tu nombre, ¿no?

- Chu Ga Eul, -  respondió una voz antes de que ella pudiera responder. Ga Eul lanzó puñetazos a Min Jee, que la miraba con una extraña expresión en la cara. Yi Jeong sonrió ampliamente cuando se volvió hacia ella y dijo,

- ¿Cómo te agradecemos señorita? su contribución no será olvidada. - Min Jee asintió lentamente, incapaz de decir algo al ver  esa sonrisa en su cara la misma que provoco que el corazón de Ga Eul se le acelerara.

Ella ya no estaba enojada con su amiga por dejar escapar su nombre, sino que sentía lástima por ella porque tenía que ser una audiencia desprevenida de las travesuras de So Yi Jeong. Mientras tanto, Yi Jeong se había vuelto hacia ella.

- Aunque no funcionó como yo quería, tengo tu nombre, así que gané la primera ronda, ¿verdad?-  sus ojos brillaban.

- No exactamente -contestó Ga Eul, sorprendentemente disfrutaba la broma-, el trato era que debía decirte mi nombre, no lo hice, así que no ganaste. - Él fingió considerarlo

Cuando un casanova se enamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora