La hoz y el martillo

Una gran perdida

Mientras se alejaban yo solo miraba con lágrimas en los ojos, por un momento quise ir y decirle que vuelva, pero estaba muy lejos. Entonces llego Vladimir, y me dijo.

Vladimir: Katyusha, no llores por él, no lo mires como un condenado. Míralo como un héroe, todos esos soldados que fueron a Kiev son héroes.

Me limpié las lágrimas, y luego le dije.

Katyusha. Si tienes razón Vladimir, ahora está luchando por la libertad, no solo por la gran Unión Soviética, sino por todos los pueblos conquistados por esos malvados fascistas.

Vladimir: Y nosotros iremos también, ahora vamos volvamos adentro.

Katyusha: Anda tú, yo iré después, tengo ciertos pensamientos que debo ordenar.

Vladimir: Esta bien.

Me quede mirando el cielo, pasaron cosas demasiado rápido, así que necesitaba asimilar todo esto.

(Cambio de locutor, ahora es Dimitri)

Mientras estaba en el tanque no esperaba que Katyusha digiera eso, aunque bueno, yo ya estoy resignado a mi destino, a pesar de que últimamente he tenido muchos cambios emocionales, dudar del sistema y de esta guerra, tengo que defender a mi patria, ya qué aquí conocí a mi hermana y a mi madre, que son las personas más importantes para mí.

A mi lado estaba una mujer llamada Tasya, ella manejaba el tanque, entonces me dijo.

Tasya: Me gusta que los jóvenes como tú vayan al frente.

Yo la miré, pero no dije nada.

Luego de eso llegamos a un lugar donde el comandante en jefe Budionni se preparaba para decirnos la estrategia, la verdad es que estaba muy deprimido, pero como soldado era mi deber escuchar.

Budionni: ¡Camaradas del ejército rojo escuchen!

Todos estábamos poniendo lo máximo de atención.

Budionni: Nuestra táctica será la siguiente, antes de que los alemanes lleguen a Kiev, nos ubicaremos en el centro de la ciudad, desde ahí nos dividiremos en 2 grupos, el primer grupo marcará toda la zona occidental y el otro hará lo mismo, pero por la oriental. Bien, eso es todo.

Luego de eso se retiró, con una sonrisa como si su estrategia fuera la más efectiva, sinceramente pienso que con esa estrategia vamos a morir, sus panzer IV y sus panzer III, nos barrerán. Pero yo no soy nadie para juzgar.

Por fin llegamos a Kiev, la mayoría de la gente huyo de aquí.

Budionni: Bien, empiecen con el plan, pero ahora me gustaría añadir que en los edificios habrá gente con antitanques y francotiradores que se desplegaran en los edificios, los francotiradores también tendrán la misión de ver la ubicación del enemigo.

A mí me tocó estar de francotirador, ya que, de todas las divisiones a pesar de mi temprana edad, tenía una de las mejores punterías, los otros soldados estaban aproximadamente 100 metros frente el edificio, algunos fumando, otros bebiendo. El comandante en jefe Budionni estaba muy confiado, de que por fin podremos derrotar a los alemanes.

Paso 1 hora, no aparecia nadie, yo estaba apuntando, de repente veo en el cielo bombarderos.

Dimitri: ¡Bombarderos!

Budionni: Derríbenlos, envíen los aviones de defensa.

Pero los aviones no estaban listos, los pilotos se dedicaron a puro fumar, entonces los bombarderos tiraron sus bombas, cosa que desordeno nuestro ejército, luego de eso salieron muchos panzer IV y panzer III, yo con el francotirador le disparaba a la infantería, pero un tanque llego y le disparo al edificio donde yo me encontraba, estaba muy herido, algunos de mis compañeros estaban muertos en tierra, los panzer estaban avanzando arrasando con nuestros soldados, de repente escucho un ruido, al parecer eran soldados alemanes.

Soldado alemán: Fíjense si hay alguien vivo.

Yo al escuchar el idioma me escondí inmediatamente detrás de un mueble que había ahí. Me escondí, estaba muy asustado, estaba con el francotirador en la mano, ya que, si veían que sobraba un arma, me buscarían con más detalle.

Soldado: Bien, parece que no hay nadie más vivo, vamos al siguiente edificio.

Esperé a que se fueran, hasta que lograron irse, pensé en volver con el resto de mis tropas, pero luego pensé que seguro ya están rodeadas, además estoy en territorio que está lleno de alemanes. Así que decidí escapar, me quería llevar una ametralladora, de algún camarada muerto y escapar.

Fui bajando poco a poco las escaleras del edificio viendo que no hubiera nadie, vi a un camarada muerto, tome su ametralladora y luego me fui corriendo al bosque que estaba cerca, pero por sorpresa alguien me disparo en el pie, lo que hizo que me callera, cuando levante la cabeza no me podía creer lo que estaba viendo, era una chica igual a Katyusha, pero con otro peinado y uniforme, cuando la vi le dije.

Dimitri: ¿Eres tú Katyusha?

Pero me respondió.

Soldada alemana: No se dé que hablas, no te conozco, aun así, mi deber es matar a ustedes malvados comunistas.

Luego de eso llego y me pateo la cara, por la falta se sangre que tenía, caí desmayado. Al despertar, estaba junto a otros prisioneros, de repente un soldado alemán llego me agarro y me llevo frente a la chica que se parece a Katyusha. Al parecer esa chica sabia ruso, y me dijo.

Soldada alemana: Me confundiste con otra persona, dime ¿Quién era esa tal Katyusha?

Me quede callado, entonces ella hizo una señal y el soldado me dio un golpe en el estómago, luego ella me dijo.

Erika: Mi nombre es Erika, para tu información, por el nombre sé que es otra comunista estúpida como tú.

Entonces con rabia le pregunte.

Dimitri: ¿Por qué te importa tanto, fascista de mierda?

Ella hizo otra señal, y el soldado me dio otro golpe.

Erika: Respétame hijo de puta, a pesar de mi edad ya soy una sargento, bueno dime ¿Quién es esa tal Katyusha?

Resignado le dije.

Dimitri: Es mi hermana.

Ella cambio el tono de su cara, y luego dijo.

Erika: Bien ya se lo necesario, soldado ve y colócalo en una cámara de gas.

Yo asustado quise correr, pero la herida no me dejaba, aun así, le di un golpe al soldado, Erika se dio vuelta saco una pistola en ese momento vi todo en cámara lenta vi que su cara era seria pero levanto una leve sonrisa, yo estaba muy asustado, a pesar de esforzarme, a pesar de practicar a pesar de tener mi razonamiento propio iba a morir, como una persona cualquiera, como un perro, me vinieron pensamientos de ¿Por que viví tan poco? ¿Desperdicie mi vida?

Luego Erika disparo y la bala impacto contra mi cráneo, me dio tiempo para un último pensamiento, ese pensamiento era: Katyusha vive tu vida, no mueras en batalla por favor, y cambia el pensar del ejercito rojo. Luego de estas palabras caí muerto.

Fin capitulo 5.