ALFA & OMEGA

Capítulo 4, Bromas telefónicas.

—¡Mayday, mayday, soy el Teniente Índigo y los equipos Alfa y Omega de Cinzolino, estamos varados! ¿Alguien me copia? — No hubo respuesta. — Mayday soy el Teniente Índigo, soy un soldado... — su voz comenzaba a quebrarse. — ¿Hay alguien ahí? ¡¿Pueden escucharme?!

Al no haber respuesta, Índigo se echó en el suelo, esa había sido su última oportunidad, no podrían escapar de la selva que les rodeaba tan fácilmente, miró a Blake en busca de ánimo pero todos sabían lo que significaba y no podían ocultar la decepción. Hasta que de pronto se escuchó estática en el radio.

"¿Hola? ¿Hay alguien ahí?" Respondieron la radio, la estática apenas dejaba que fuera audible la respuesta.

—¡SÍ! ¡Sí, aquí estamos! — Contestó Índigo rápidamente poniéndose de pie nuevamente. — ¿Nos escuchan?

"¿H-la?... ¿Esto es... brom... telefónic...?"

Los demás miraban con entusiasmo y esperanza.

—¡No, no, no, no! Esto es en serio, por favor tienes que escucharme, mis hombres y yo estamos náufragos!

—¡Es una emergencia! — Gritó Sullivan desde abajo.

—¡Ayuda inmediata! — Agregó Rhys.

—¡Código rojo! — Gritó también el Sargento.

"¿Por qué no un color rosa?" Dijo aquella voz, eliminando la estática... esa voz... El Sargento inmediatamente subió a lado de Índigo.

—¿Qué carajos está pasando? — Dijo Blake reconociéndolo.

"Porque digo, el rojo es un color con un amplio espectro, hay escarlata... carmesí... rosita..."

—¡¿Connor?! ¿Eres tú?

"¿Sargento? ¡Oh, heeeeeey chicos! ¿Qué tal han estado?"

—Estamos varados en medio de la jungla, con escasa comida y recursos.

"Eso apesta."

—¡No jodas, Sherlock! — Gritó Rhys desde abajo.

—Connor, debes escucharme. Tienes que enviarnos ayuda. Llama al comando.

"¿Comando? Ehhh... No están aquí por el momento, pero sé de un tipo que le gustaría convertir esto en cosa de tres, ya sabes..."

—¡No! No... hagas eso... necesito que escribas estas coordenadas — volvió a responder el Sargento tomando las notas de Índigo.

Índigo se asomó por la borda para mirar al resto del equipo.

—¿Quién es Connor, de nuevo? — Les pregunta a los soldados.

—El chico risueño, rubio... — contesta Sull.

—Un idiota — agregó Rhys.

—Y un poco... gay — respondió Blake.

—Esperen, ¿es al que le disparé una vez?

—Bingo.

—Lo tengo. ¿Y es lo suficientemente competente como para confiarle nuestras vidas?

"Perdón, ¿dijiste seis o diez?"

—Dije cuatro — responde el Sargento a Connor.

"Oh."

—Por supuesto — dice Índigo con exasperación y se vuelve a acercar a la radio —. Ok, Connor, esas son las últimas coordenadas, pero asegúrate de decirle al equipo de rescate que no tenemos idea de dónde realmente estamos.