ALFA & OMEGA

Capítulo 2, No seas un cretino.

Apenas eran las 2 de la tarde, ya había pasado una semana desde el incidente del tanque, el sol estaba en su punto más caliente, pero Blake seguía entrenado, guiado por Índigo. Llevaba su traje completo, aún cuando el clima probablemente estaba a unos 40° sin ninguna nube.

—Sesenta y cinco... sesenta y seis... sesenta y siete... — decía en voz alta mientras hacía sentadillas nuevamente — Sesenta y ocho... sesenta y nueve...

Se detuvo.

—Blake, no puedes seguir parando en sesenta y nueve.

—No, no es eso. Esta vez mis piernas no responden.

—Oh, anda — Índigo lo ayudó a pararse mientras suspiraba.

—¡Oh, joder! ¡Jesucristo santo! ¡No había estado tan adolorido desde esa despedida de soltera de la Calle Bourbon!

—¿Quieres que crea que te diste a todas en una despedida de soltera?

—Oh, desearía, pero la verdad es que el novio llegó y me rompió tres costillas.

—Eso pensé.

—De cualquier forma ¿por qué tenemos que entrenar tanto? Nunca hacíamos sentadillas cuando Leo estaba a cargo.

—Exacto. Diría que ustedes están fuera de forma, pero para decir eso, primero necesitas tener una forma.

—Hey, qué gracioso, deberías ser comediante In, ¿por qué hacernos sólo miserables a nosotros cuando puedes hacerselo a una habitación llena? — Dijo Blake con sarcasmo.

—¡Muy bien! ¡Hora de correr!

—¡Vete a la mierda!

—Quiero cinco vueltas por todo el cañón.

—Muérete quemado.

—Seis vueltas por todo el cañón.

—Hey, ¿por qué no está Morton aquí? ¿No deberías hacerlo levantar pesas o flexiones invertidas o algo así?

—Creo que está teniendo uno de sus... días raros...

—Oh.

Más tarde, sólo se podía escuchar la voz de Morton tristemente por toda la base Alfa, Blake seguía entrenando fuera y finalmente, el joven teniente se decidió a acercarse.

—Depresión... soledad... confusion... indigestión... ¡Oh Leo, te extraño muchísimo!

—¿Sigues... describiendo tú malestar, Morton? — Preguntó Índigo gentilemente.

—Es que... extraño mucho a Leo...

—Sé que sí, amigo. Fue líder de Alfa durante mucho tiempo...

—Sí... es... ¡es que estoy tan perdido si Leo no está aquí...! No reconozco ni mi propio rostro...

—Bueno, estás usando una mascara distinta a la que usabas en Malva, ¿recuerdas? El rostro y esa máscara no son lo mismo — dijo refiriendose a la nueva máscara que usaba el soldado, era similar a unos lentes oscuros, junto a unos guantes especiales le ayudaba a controlar su Tentoria.

—¡Oh, dios, eso explica el concurso de miradas! ¿Para que me decías eso? Oh, ahora me siento incluso peor...

—Mira, Morton, estoy seguro de que en donde quiera que esté, Leo está pensando en cuánto los extraña...

—¿En.. en serio crees eso?

Por un momento en la cabeza de Índigo pasó aquella vez que viajaban a la capital de Malva, Morton no podía dejar de gritar de emoción, Leo sólo pedía continuamente que se callara hasta que se salió de sus propias casillas comenzando a gritar con desesperación, pero sin lograr que Morton callara.