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A la mañana siguiente no me sorprendió no ver a Theo en mi habitación, ¿sabéis por qué? Porque al final no hicimos nada. No hicimos nada porque acabamos discutiendo de nuevo cuando íbamos al asunto y el optó por irse, y cuando digo "optó" me refiero a que le eché a patadas de aquí.

Bajé al piso de abajo y fui directa a la cocina para poder desayunar algo, Azucena me había preparado unas buenas tortitas al estilo americano que le agradecí con mucho abrazos y besos . Ambas desayunamos mientras me hacía preguntas sobre lo que había pasado por la noche, algo que resumí en una frase.

-El tío se puso como un gilipollas.

Ella rió aún más y poco después decidí ir a cambiarme de ropa y estar un poco por la casa haciendo nada hasta la tarde, Ángela y yo habíamos planeado sacar a Noa de casa de sus hermanos y llevárnosla de fiesta, algo que no habíamos conseguido en mucho tiempo y que tenía que cambiar.

Me tiré en el sofá para ver la tele y ver algún partido que ponían por ahí, los animales se sentaron conmigo, el león encima de mí, como si fuera un koala. Mientras veía la televisión estuve pensando en nombres para él, porque el pobre no podía ir por la vida sin un nombre, es como yo caminando por el Metropolitano, es inviable. No puede pasar.

-Creo que te vas a llamar Ramsés. ¿Por qué? Porque me da la gana y porque vi un documental de Egipto...

En ese momento sonó el timbre de casa y Azucena me dijo que ya iba ella, aunque yo ya me había levantado para ir, Noa y Ángela entraron por la puerta y saludaron a Azucena con dos besos y vinieron al salón, Káiser, mi perro, fue directamente a ella a jugar con ella, ya las conocía de antes.

-¿Entonces estamos listas para lo de hoy? -preguntó Ángela emocionada.

-Sigo sin verle lo bueno a esto...

-¡Pero de preocuparte! Sabemos que no bebes, así que no te pasará nada mujer -le dije a Noa -, a una mala nos llevas a tu casa a dormir y a cuidarnos.

Ella bufó cuando le dije lo bien que lo pasaríamos, ella era una mujer casera y familiar, lo de las fiestas de desfase no lo llevaba muy bien. No era como yo, a mí me encantaba demasiado salir de fiesta y siempre que podía, salía, pero siempre regulando lo que hacía, no quería que se viera afectado mi trabajo, pero mañana... ¡Mañana no tengo que trabajar!

***

Llevaba bebidas como unas cuatro copas de algo que ya ni reconocía, yo dije que hoy se iba a liar, pero no pensaba que me iba a poner como una cuba tan pronto. Estaba con un tío, que no conocía, bailando en mitad de la pista, Ángela estaba subida encima de la tarima mientras intentaba no matarse, menos mal que ninguna llevábamos tacones, hubiera sido nuestra ruina.

Noa estaba en la barra, cuidando de nuestras chaquetas y de ella misma, mientras bebía un zumo de piña, me fije en que un grupo de tres chicos decidió acercarse a ella y lo peor es que yo lo encontraba normal. Estaba la mujer con una vaso de zumo, con una pajita, sentada en un taburete y mirando hacia nosotras, normal que llamé la atención.

Ángela llegó a mi lado y entre las dos vimos con los chicos se colocaban alrededor de Noa y ella les sonreía, golpeé mi frente con mi mano, no puede ser tan inocente... de verdad que no... Ellos tenían en la frente un cartel que ponía en mayúsculas "TE VOY A COMER" y ella otro que decía "INOCENTE". Mantuvimos la mirada en ellos un poco más pero después nos olvidamos y nos pusimos a bailar, todo hasta que Ángela me toco el hombro y me señaló a nuestra otra amiga.

Ella se separó de los chicos y se fue en dirección al baño, que estaba relativamente cerca de nuestra posición. Volvimos a bailar y a beber y al hacer el idiota, pero eso se volvió imposible de nuevo cuando Noa apareció a mi lado, con cara de trauma. Al momento Ángela y yo paramos para verla y que nos explicara lo sucedido. Iba a hablar pero alguien chocó con nosotras y por culpa del movimiento inesperado el contenido del vaso de Ángela acabó en la ropa de Noa, que gritó enfadada.

-¡A la mierda! -me quitó mi vaso y bebió lo que contenía de un tirón.

Ángela y yo nos miramos, pero al momento sonreímos y acabamos las tres bailando a más no poder mientras el alcohol seguía haciendo estragos en nuestras cabezas y cuerpos.

***

Cogí el móvil y entré en el chat de WhatsApp de Dani, no sabía lo que hacía, pero ahora mismo solo se me pasaba una cosa por la cabeza...

-¡Daniel! -grité y reí -Mira, te comento... Estamos aquí, bueno aquí estoy yo, que las demás se me han perdido... -reí de nuevo -Eh... ¡Ah, sí! Que lo que te tenía que decir era... Espera que no me acuerdo... -miré a la pista y Noa bailaba junto a Ángela y sonreí -Ya me acuerdo... ¡Que eres más malo en la cama que mi hermano tirando penaltis! ¡Y lo de Sergio ya es decir! -reí de nuevo -Bueno... Ya hablamos mañana o pasado o cuando nos volvamos a ver por este mundo tan cruel... ¡Te quiero...

Dejé el móvil en el bolsillo de mi chaqueta y volví con la demás para pasar el resto de la noche divirtiéndonos.

***

-Paula Ramos, no me creo que de verdad hayamos llegado a este punto. -me dijo Carvajal mientras yo me apoyaba en el capó de mi coche.

-¡Anda relájate Dani! Vamos a tomar unas copas. -le dijo Noa acercándose con cara de pilla.

-¿A Noa también la tenías que emborrachar? -dijo intentando quitársela de encima, porque le estaba haciendo el koala.

-En nuestra defensa, diré que... -Ángela se lo pensó -Ella le quitó el vaso a Paula

-Estupendo, todo perfecto, pero que sepas -consiguió quitar las manos de Noa de su cintura y meterla en el coche -, ¡que no te voy a hablar en una semana o puede que en un mes! -me dijo enfadado y yo reí -¡No te rías! ¿A dónde os llevo?

-A su casa -señalé a Noa -. Tenemos las cosas allí...

Ángela, que era la que mejor iba, se subió detrás con Noa y Dani me tuvo que ayudar a mí a entrar en el asiento del copiloto de mi coche. Ángela le dio la dirección de la casa de los Hernández y el comenzó a conducir mientras se ponía en plan padre de niñas pequeñas.

No tardamos mucho en llegar, Ángela me ayudó a bajar del coche y le dejamos la tarea dura al 2 del equipo merengue, bajar a Noa, ahí pasó de todo. Ella intentando hacerle el koala de nuevo, intentando darle un beso, a lo que Dani le hacía la cobra, cosas muy graciosas, al final, acabó subida a caballito en su espalda mientras le daba besos en la mejilla. Nos acercamos a la puerta de la casa y nos abrió Lucas, que al ver a su hermana en la espalda de Carvajal y a nosotras perjudicadas por detrás, bufó.

-¡Theo, baja por Dios!

Mi cuerpo se erizó cuando le vi aparecer por la entrada, Lucas cogió a su hermana y le dio las gracias a Dani por traernos, Ángela entró en la casa después de ellos y Carvajal cuando pasó por mi lado me dejó un beso en la cabeza mientras me recordaba que no me iba a hablar en un tiempo. Al final Theo me tuvo que ayudar porque no podía caminar recto, menos subir escaleras...

-¿Cómo se te ocurre hacer esta locura y meter a Noa también?

Entramos dentro, yo apoyada en su cuerpo, y nos encontramos a Noa contándole a Lucas y Ángela cómo unos chicos la acosaban y cómo se había encontrado , y cito textualmente, a "una pareja de tres haciendo cochinadas y cosas de conejos en los baños". Lucas se llevó a las dos chicas a la cocina y yo al intentar caminar perdí el equilibrio, Theo me sujetó.

-La última vez que os vais de fiesta solas.

Ramos |Theo Hernández|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora