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Me desperté y lo primero que vi fue a Theo sentado en la cama, mirando el móvil, sonreí al ver su espalda y estiré la mano para pasar mis uñas por ella, al momento le sentí erizarse y dejar el móvil para girarse. Me miró y se tumbó de nuevo en la cama, pero esta vez me abrazó a su cuerpo.

-Pues aquí estamos... -dije intentando matar el silencio.

-Creo que esto no nos lo imaginábamos ninguno... -me miró -Esto es raro...

-Muy raro. -dije sentándome y poniéndome una camiseta que había por ahí.

-¿Con cuantos tíos te has acostado? -le miré con una ceja levantada -No, a ver, es porque... me refiero, eres... buena, por no decir estupenda y... -balbuceaba.

-Déjalo. -le dije riendo.

-Sí, mejor. -se levantó y se colocó los pantalones que estaban en suelo.

-Con tres -dije y se giró para mirarme -. Solo he estado con tres.

-Supongo que seré el tercero y que ese segundo es el gilipollas de Ceballos... Pero ahora me dejas con la intriga de quién fue el primero -sonreí al recordarlo -. ¿Por qué sonríes?

-En verdad, le conoces y lo tienes más cerca de lo que te imaginas.

Ambos nos miramos, él lo hacía serio mientras le daba vueltas al asunto en su cabeza, pero cuando pareció descubrir quién fue se puso más serio aún, yo solo reí.

-Nacho. -dijimos los dos a la vez y yo me puse a reír más cuando el bufó.

-No me mires así -dije cuando comenzamos a bajar las escaleras de mi casa -. Éramos mejores amigos y surgió, pero no hay más, seguimos siendo mejores amigos y ya está.

Theo seguía sin estar muy convencido y para que se relajara un poco, cuando estaba desprevenido le robe un par de besos que ni él se esperaba, me dirigí a la puerta cuando comenzó a sonar el timbre, Theo me cogió de la caderas y comenzó a dejarme besos en el, besos, mordidas y más...

Mi cara se palideció de golpe, Dani estaba delante de la puerta y su cara enfureció cuando vio a Theo en la posición en la que estaba y haciendo lo que estaba haciendo. Theo se separó de mí lentamente y se colocó a mi lado mientras miraba con furia a Ceballos.

-¿Qué hace él aquí? -dijo el andaluz.

-¿Qué haces tú aquí? -le preguntó Theo ahora.

No sé quien estaba más enfadado, si Dani, si Theo o yo.

-¿Te has acostado con él? ¿Paula qué demonios te pasa por la cabeza? Se supone que estás conmigo y no con este imbécil -levanté una ceja y reír por todo lo que Dani decía -. ¿De qué te ríes?

-¿Qué de qué me río? ¿De verdad me lo preguntas? Igual me río de ti, de la pena que me das y de lo cabrón que puedes llegar a ser, creí que te conocía pero eres un aprovechado, eso es lo que eres... -le enseñé la foto que me había mandado Nacho.

-Yo que tú me iba -le dijo Theo -, y lo haría antes de que decida romperte la cara.

Dani iba a decir algo, pero Theo se le adelantó y le dio un golpe en la mejilla, me llevé las manos a la boca y cuando Dani se volvió a poner recto, se tocaba la cara con la mano y nos miró con odio a los dos.

-Tú y yo hemos acabado. -me dijo y luego se fue.

-Gracias por aclararme lo que ya sabía... -cerré la puerta y luego miré a Theo -Espera a que le pille Sergio.

Él sonrió y luego los dos nos fuimos a la cocina para desayunar, creo que había que hablar de muchas cosas ahora que había un problema menos por delante.

***

Salimos del estadio del Atlético para ir a los vestuarios a ver a los chicos, había pasado todo el partido hablando con Alice mientras que Noa lo hacia con Daniela, la hermana de Gabi que había decidido volver a Madrid. Me despedí de Alice y continuamos el camino hacia los vestuarios, porque según Noa tenía algo que decirnos a todos y no podía esperar a casa, sí, había obligado a Theo a venir al final del partido para hablar de ese misterioso asunto.

-No entiendo por qué has hecho venir a tu hermano... -le dije a Noa.

-Anto quería que lo supieran todos. -me sonrió.

-Y si Anto te dice "vamos a Jamaica", tú vas.

Reí y seguimos caminando hasta que nos encontramos a Lucas por los pasillos y un poco más adelante a Antoine, Noa se fue corriendo a ver a su novio y Lucas y yo nos quedamos atrás como unos antisociales de la vida. Íbamos caminando hacia los vestuarios pero de golpe nos tuvimos que parar, pero porque Lucas me había obligado a hacerlo.

-¿Esa que viene ahí es Daniela? -me preguntó él casi atacado.

-Sí, pero por...

No me dejo acabar ya que sin esperármelo me puso contra la pared y se quedó muy cerca de mí, no pretenderá hacer lo que estoy pensado...

-Solo sígueme un momento.

Negué pero no pude quejarme en voz alta porque Lucas me había besado cuando la chica se comenzaba a acercar a nosotros, fingí solo porque el chico me caía bien, pero al pasar ella por detrás, la vi reír y negar con la cabeza. Parecía que ella quería comerle la cabeza a Lucas y lo estaba haciendo. Separé a Lucas cuando ella despareció, le miré mal y él se disculpó una diez veces de golpe.

-¡¿Pero a ti qué te pasa?

Theo había aparecido de no se sabe dónde y se acercó a su hermano para luego cogerle de la camiseta y arrastrarle a Dios sabe dónde. Empecé a seguirles mientras gritaba el nombre de Theo, si es que de verdad estos dos son un desastre...

Me quedé esperando en la puerta del vestuario, Lucas apareció sobándose la cara, me miró y bufó.

-Ya me ha dejado claro que no se te puede tocar.

Entró en el interior del vestuario y yo me quedé con la boca abierta. ¿Le había dado un golpe? Cuando se quedó a mi lado, me sonrió y yo a él, pero luego le di un zape en toda la cabeza. Él me miró mal y sobándose la nuca entró y yo después de él, me puse a su lado.

-No puedes ir pegando a todo el mundo. -le dije en bajito.

-Si se meten contigo voy a pegar a todos. Incluso si es mi hermano. -me miró y sonreí.

Alguien carraspeó para llamar nuestra atención y luego miramos todos a Antoine y a Noa, el primero tenía su brazo por encima de los hombros de Noa. Ella respiró y luego sonrió pero se la notaba nerviosa.

-A ver, el asunto de que os tengamos aquí como borregos esperando es que... -miró a sus hermanos -Por favor no lo matéis... -ella miró a Anto y sonrió -Estamos esperando un bebé.

-¡¿Cómo?! -gritó Lucas antes que nadie, se le notaba furioso -!No si es que vaya día llevo! -salió gritando por la puerta.

Noa se quedó un poco cortada, pero su otro hermano la fue a abrazar al momento y a excusar a Lucas. De verdad que el hombre no llevaba un buen día según había visto. Fui a abrazar a Noa, porque de verdad que esto no me lo esperaba, cuando lo hice me fui hacia un lado y Theo me siguió, mi móvil sonó y cuando lo vi, no me gustó nada lo que leí.

-Empiezan los problemas... -le dije a Theo en cuanto vi el mensaje de mi hermano.

Ramos |Theo Hernández|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora